Los Medias Rojas y los Yanquis, en pie de lucha por los comodines. Los Tigres y los Vigilantes, al comando de las opciones en sus zonas.-
Por Antonio Andraus Burgos
Hasta hace muy pocos días, los Yanquis de Nueva York contaban con el favoritismo para ganar la cerrada y controvertida división Este de la Liga Americana.
Pero por esas cosas del béisbol, hoy, cuando estamos a pocas horas de empezar la temporada 2025, con los juegos en el ‘Domo de Tokio’ los días 18 y 19 de este mes de marzo, entre los Cachorros de Chicago y los Dodgers de Los Ángeles, los actuales campeones de la Serie Mundial, parece que ese handicap se vino abajo.
Y todo, porque su as en en la rotación, el formidable Gerrit Cole, le dijo ‘’adiós’’ a la campaña, porque será sometido a una intervención quirúrgica ‘Tommy John’, por lo que los ‘Bombarderos’ no contaran con él este año.
Barajando las cartas de posibilidades, los Orioles de Baltimore se han trepado al primer lugar para ganar la división; pero muy de cerca estarán los Medias Rojas de Boston y los Yanquis, buscando los comodines. Los Azulejos de Toronto con los Rayas de Tampa, no parece que tendrán la capacidad para aspirar a ese cetro. Eso pensamos nosotros. A lo mejor, estamos equivocados.
Mientras tanto, contra todos los pronósticos que se vienen haciendo, los Tigres de Detroit y los Mellizos de Minnesota, aparecen entre los mejores calificados para ganar la corona de la división Central, sin que nadie pueda echar al cesto de la basura las pretensiones de los Guardianes de Cleveland y por qué no, la de los Reales de Kansas City, en tanto que los Medias Blancas de Chicago, con el simple hecho de romper el guarismo negativo de 121 derrotas del 2024, habrá hecho el trabajo.
Y en la división Oeste, los Astros de Houston, que han estado en la cima de la popularidad en los últimos años, parece que con el ‘paso inexorable’ de los años, su nómina le podrá dar paso nuevamente a los Vigilantes de Texas, divisa que ganó la Serie Mundial del 2023 en una gran final ante los Cascabeles de Arizona, los entonces campeones de la Liga Nacional. Pero los Atléticos quieren dar sorpresas; otro tanto los Marineros de Seattle, y a lo mejor, los Angelinos de California, recuperan terreno.
Así, a ojo de buen cubero, se podría dar por anticipado lo que puede ocurrir en esta temporada en la Liga Americana. Pero que nadie se llame a engaño: todavía nadie gana ni pierde, hasta cuando concluyan los partidos.
En el Este
Ciertamente que los Yanquis sin Gerrit Cole, pierden una gran fortaleza en su rotación, mientras que los Orioles, si no ocurre nada extraño, cuentan con un plantel equilibrado para ganar.
Zach Eflin, Grayson Rodríguez, Charles Morton, Dean Kremer, el japonés Tomoyuki Sugano y el venezolano Albert Suárez, tienen con qué hacer la diferencia en su rotación; y si a ello le sumamos el retorno del taponero dominicano, Felix Bautista; y en la defensa y en el ataque, con Gunnar Henderson, Adley Rutschman, Ryan Mouncastle, Cedric Mullins, Tyler O´Neil, Colton Cowser, Ryan O´Hearn y el dominicano Gary Sánchez, la potencialidad está a la vista de todos. Eso por lo menos es lo que espera su estratega, Brandon Hyde.
Dentro de las posibilidades, los Medias Rojas tienen con qué pensar en que en cualquier descuido, se pueden meter en la lucha por el banderín, habida cuenta que ya suman a Alex Bregman y a los cotizados lanzadores Garret Chochet y Mark Buehler, por lo que fácilmente se puede deducir que con Tanner Houck, Lucas Giolito y las enormes posibilidades de que el dominicano Brayan Bello pueda estar sano para la campaña, esos brazos pueden ser dominantes; mientras que Liam Hendricks y el cubano Aroldis Chapman harán el cierre; y el toletero dominicano Rafael Devers y su tropa, Triston Casas, Jarren Duran, el japonés, Masataka Yoshida, el venezolano Wilyer Abreu, y la paciente espera de que Trevor Story vuelva por sus fueros, el estratega boricua, Alex Cora, espera una formidable actuación de sus muchachos.
¿Y los Azulejos? Digan los que digan, los Azulejos no sumaron mucho en la jornada de receso, pero adquirieron a los venezolanos Andrés Giménez, Anthony Santander; más la capacidad serpentinera de Chris Bassitt, el boricua José Berríos, Kevin Gausman, Alek Manoah y el nuevo y curtido Max Scherzer, y con los bates del dominicano, Vladimir Guerrero Jr., el mexicano Alejandro Kirk, Bo Bichette, Jonathan Clase, George Springer y Daulton Varsho, el dirigente John Schneider, tendrá cómo mover los hilos en el camino para encontrar triunfos.
¿Y entonces? Bueno, aquí vienen los Yanquis, con Aaron Boone en la estrategia, pero que con la inesperada ausencia este año del astro Cole, sumando apenas al zurdo Max Fried, al curtido venezolano Carlos Carrasco, y al taponero Devin Williams, al primera base Paul Goldschmidt, el jardinero y primera base, Cody Bellinger, y a las nuevas figuras de su cosecha, el dominicano Jasson Domínguez y JC Escarra, como receptor suplente de Austin Wells, y ante las ausencias, por el momento, de los lesionados Giancarlo Stanton, DJ LeMahieu y del Novato del Año, el derecho dominicano Luis Gil, tendrá que hacer malabares para que la embarcación llegue a buen puerto. A pesar de todas las contingencias, con Fried, Carrasco, Carlos Rodon, Clarke Schmidt, Marcus Stroman y Will Warren, en la loma, y el poder ofensivo de Bellinger, Domínguez, Goldschmidt, Wells, Anthony Volpe, Jazz Chisholm Jr., Aaron Judge, el venezolano Oswaldo Cabrera y Trent Grisham, tienen para por lo menos, despertar entusiasmo entre sus aficionados.
Y los Rayas de Tampa, novena a la que se mira por encima del hombro pero que puede causar más de una complicación en el grupo, tendrá una base sólida con algunos jugadores de experiencia, pero con la nómina de Kevin Cash, muchas cosas buenas pueden suceder. Ya no están el mexicano Isaac Paredes, el cubano Randy Arozarena, el dominicano José Siri, el panameño Christian Betancoruth, pero están los curtidos cubano Yandy Díaz y Eloy Jiménez, Brandon Lowe, el novato dominicano Junior Caminero, el panameño José Caballero, el experimentado Danny Jansen, y un grupo de lanzadores con Shane McClanahan, Drew Rasmussen, Ryan Pepiot, Taj Bradley y el novato Joe Boyle, que pueden dar la batalla.
En la Central
Los Mellizos salen con handicap ganador, pero los Tigres están a la caza de dar el ‘zarpazo’ cuando nadie lo espere; y los Guardianes, al igual que ocurrió el año pasado, se pueden ‘colar’ por la disputa del título divisional. Los Reales no se pueden desechar, y como ya dijimos, los Medias Blancas con apenas superar su actuación de hace un año, estarán hechos.
Rocco Baldelli, el capataz de los ‘gemelos’, tiene una base promisoria para pensar en grande. Si los boricuas Carlos Correa, José Miranda y Willi Castro, con Ty France, Trevor Larnach, Ryan Jeffers, Byron Buxton, Brooks Lee y Edoaurd Julien, cumplen con el madero, y su cuerpo de lanzadores, encabezados por el venezolano Pablo López, y Bailey Ober, Joe Ryan, David Festa y Simeon Woods Richardson, dan respuesta a las exigencias, el panorama parece despejado para ellos.
Pero, aquí viene el pero … los Tigres van con las intenciones de demostrar que este año están listos para ganar el banderín divisional. No lo dicen a voz en cuello, pero eso se percibe en el banco de juego, en donde su estratega, A.J. Hinch, piensa con mucho entusiasmo, sobre lo que fue la recta final de la pasada campaña y su llegada a la postemporada y lo que pueden ofrecer este año. Si el zurdo Tarik Skubal vuelve a desempeñarse como el pasado año, en donde ganó el ‘Cy Young’ y la Triple Corona como lanzador en la Liga Americana, y su grupo lo apoya, que ahora cuenta con Jack Flaherty, Reese Olson, Jackson Jobe y Casey Mize, y Kenta Maeda y Tommy Kanhle en el ‘reverbero’, y la llegada del venezolano Gleyber Torres, y la esperada reanimación del ‘mago’ Javier Báez, más la ‘nueva sangre’ que está ganándose sus puestos en la nómina titular con la combinación de los experimentados Jake Rogers, Spencer Torkelson, Jace Jung, Riley Greene, Matt Vierling, Kerry Carpenter, Colt Keith, el cubano Andy Ibáñez y el dominicano Wenceel Pérez, los ‘felinos’ deben terciar por el titulo divisional.
Los Guardianes serán los Guardianes. Este equipo, con Stephen Vogt en la dirección, tiene todo el sabor de béisbol que se necesita, para volver a estar en la postemporada. Tanner Bibee, el dominicano Luis Ortíz, Gavin Williams, Ben Lively, Triston McKenzie y Shane Bieber, en la rotación, y un taponero de la jerarquía como el dominicano Emmanuel Clase; y una defensa y ataque con los destacados dominicanos José Ramírez, Carlos Santana y Jhonkensy Noel, el canadiense Bo Naylor, Steven Kwan, Lane Thomas, Will Brennan y Tyler Freeman, ofrecen los ingredientes para pensar en grande.
Esas tres novenas parecen que van a tener la posición de primera mano para disputar la corona. Pero ojo a esto: los Reales podrían arrimarse a la carta ganadora, para convertir al grupo en uno de los mejores de esta campaña. Matt Quatraro, el jefe técnico, sabe a ciencia cierta que si la capacidad de juego aumenta ligeramente este año, sus muchachos darán de qué hablar. Cole Ragans, Seth Lugo, Michael Wacha, Michael Lorenzen, Khris Bubic y Alec Marsh, tienen la calidad necesaria para una fuerte rotación; en tanto que el venezolano Salvador Pérez, Bobby Witt Jr., Vinnie Pascuantino, la nueva pieza de Jonathan India, el también venezolano Maikel García, el cubano Dairon Blanco, Kyle Isbel, MJ Melendez y Hunter Renfroe, tienen la enorme responsabilidad de ofrecer un ataque a la altura y una defensa de categoría.
Y finalmente, los Medias Blancas, bajo la conducción de Will Venable y su variada nómina de jugadores, están dispuestos a hacer olvidar la temporada 2024, con unos guarismos que dejaron mucho que desear y que a lo mejor, pueden hacer daño en el grupo. Por cierto, los ‘Pati-pálidos’ fue la novena con más movimientos en los cambios durante el receso invernal. Ni mucho que queme el santo, pero que tampoco que no lo alumbre.
Y en el Oeste
Los Astros, los Atléticos, los Angelinos, los Marineros y los Vigilantes, esperan que la contienda sea más reñida que la de hace un año. Y todo, porque hay variantes interesantes.
Los Astros, con el boricua Joe Espada en la dirección, han entrado en la curva descendente, si así podríamos llamarles, debido al avance en la edad de varios de sus jugadores y a la salida de la nómina de otros, como Alex Bregman y Justin Verlander, para apenas citar a dos. El venezolano José Altuve está listo para abandonar la defensa del segundo cojín e irse al bosque izquierdo; el hondureño Mauricio Dubón parece estar asegurando ser la segunda base; el toletero mexicano Isaac Paredes, estará en la antesala; el cubano Yordan Alvarez, con trabajo alterno de designado y jardinero; los dominicanos Jeremy Peña, en las paradas cortas y Yainer Díaz en la receptoría; Chas McCormick, Jake Meyers, Luis Guillorme y Jon Singleton, deben mantener una buena línea de juego, para apoyar a una rotación encabezada por el zurdo dominicano Framber Valdez, con los brazos de Hunter Brown, Spencer Arrighetti, Lance McCullers, Ronel Blanco y Cristian Javier y su estelar taponero, Josh Hader.
Los Atléticos, que están mudándose a Las Vegas, pero que por el momento jugarán en Sacramento, pueden dejar de ser la cenicienta en este grupo, porque han sumado a jugadores de la talla del curtido lanzador dominicano Luis Severino, el antesalista colombiano Gio Urshela, el mexicano Luis Urías, y con el dominicano Miguel Andújar, Brent Rooker, Sean Langeliers, Tyler Soderstrom, Zack Gelof, Jacob Wilson, Lawrence Buttler y JJ Bleday, apoyarán la rotación con Severino y el también dominicano Osvaldo Bidó, JP Sears, Jeffreys Spring, Joey Estes y Ken Waldichuk, y dos sólidos para el cierre como lo son Mason Miller y el dominicano José Leclerc, pues las cosas proyectan una campaña con resistencia.
Ron Washington, el técnico de los Angelinos, confía en que este año su tropa puede hacer daño, pensando en superar las actuaciones de los tres últimos años. Con Mike Trout de vuelta, si es que se conserva en plena salud, con los cubanos Yoan Moncada y Jorge Soler, Zach Neto, Taylor Ward, Logan O´Hoppe y Travis d´Arnaud, Jo Adell, Nolan Schanuel, el venezolano Luis Rengifo, y los brazos del zurdo japonés Yushei Kikuchi, Tyler Anderson, el dominicano José Soriano, Kyle Hendricks y Reid Detmers, y el curtido taponero curazaleño Kenley Jansen, todo puede cambiar para bien.
El consagrado dominicano Julio Rodríguez y el cotizado cubano-mexicano, Randy Arozarena, no lo podrán hacer todo para sacar adelante a los Marineros. Y eso lo sabe, tanto el nuevo estratega, Dan Wilson, como su tropa. Y para lograrlo, el equipo debe tener una balance que, sobre el escritorio está, pero que nadie sabe que puede suceder en el campo de juego. Logan Gilbert, el dominicano Luis Castillo, Bryce Miller, Bryan Woo, Emerson Hancock y George Kirby serán los brazos de apertura, y tendrán el respaldo de Mitch Garver, Luke Raley, JP Crawford, Arozarena, Rodríguez, Micth Haniger, los dominicanos Jorge Polanco y Víctor Robles, Dylan Moore y el colombiano Donovan Solano.
Mientras tanto, los Vigilantes de la mano de Bruce Bochy, esperan volver a estar en el radar de los ganadores, dada la capacidad y las fortalezas que exhiben tanto a la defensiva como a la ofensiva. Si su rotación es tan sólida como se aprecia en el papel, con Jacob dGrom, Nathan Eovaldi, Tyler Mahle, Jon Gray, Kumar Rocker y Jack Leiter, y se mantiene el poder con el cubano Adolis García, Jonah Heim, Jake Burger, Joc Pederson, Marcus Semien, Corey Seager, Josh Jung, Josh Smith, y los dominicanos Leody Taveras y Ezequiel Durán, muy pocos deben dudar de que los campeones de la Serie Mundial 2023, están señalados para ir a la postemporada.
Bajo esas condiciones, vemos como ganadores de sus respectivas zonas a los Orioles, los Tigres y los Vigilantes; y en plan de posibles comodines, los Medias Rojas, los Yanquis, los Mellizos, los Guardianes y los Astros.
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