Daniel Coronell
El expresidente Álvaro Uribe, y los medios a su servicio, están tratando de presentar su llamamiento a juicio como una persecución política. Algunos han llegado a afirmar que la Fiscalía debe seguir portándose como lo hizo bajo Francisco Barbosa y su paje Gabriel Ramón Jaimes: ignorando las pruebas y persistiendo en la petición de preclusiones contraevidentes hasta que prescriba la acción penal para que Uribe salga del problema por vencimiento de términos.
Citan a los vergonzosos fiscales delegados de Barbosa como ejemplo, olvidando que dos juezas del circuito rechazaron sus pobres argumentos de preclusión junto con el Tribunal Superior de Bogotá. Los alegatos de Álvaro Uribe también han fracasado en la Corte Constitucional, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia y la Sala de Instrucción del mismo tribunal. La única manera de dirimir esta situación es un juicio aunque se inicie a partir de un documento de acusación tan precario, por corto y omisivo, como el presentado por el fiscal Gilberto Villarreal, una ficha de Jaimes.
La verdad es que el proceso está lleno de pruebas que ameritan que sea llevado a un juicio. No hay dudas de que hubo presiones al testigo Juan Guillermo Monsalve para que cambiara el sentido de su declaración que ha sostenido por doce años y en la que asegura que Álvaro Uribe y su hermano, el caballista Santiago Uribe, son cofundadores del Bloque Metro de los paramilitares.
La visita a la cárcel del llamado abogánster Diego Cadena ocurrió un día antes del plazo para presentar un recurso ante la Corte para pedir que no empezara la investigación contra Álvaro Uribe. El cuestionado abogado, actualmente sancionado con la suspensión de su tarjeta profesional por los mismos hechos, le propone al testigo:
–Lo que yo digo es… redactemos el hijueputa documento. Si no yo vengo mañana. Mañana, a primera hora presento el recurso. Eso es importante. La más importante de todas las declaraciones que hizo falta. Llevo cuatro…Las tengo ahí afuera en la camioneta.
A cambio, es decir como soborno, le ofreció a Monsalve efectuar gratuitamente una acción de revisión de su condena. También existe una grabación que comprueba que el expresidente Álvaro Uribe la autorizó con la expresión “Proceda, doctor Diego”, que le hiciera la oferta al testigo.
–Pero presidente –le pregunta Cadena– yo tengo algo en mente pero quiero consultarlo con usted y es un tema que me faculta para poder ayudar a este señor. Es una acción de revisión ante la Corte porque el señor tiene una condena de 44 años por secuestro. Yo lo que puedo hacer es un re…
–Ah, sí, no… –interrumpe Uribe– un recurso jurídico hay que adelantarlo…
–Claro… – afirma Cadena.
–El recurso jurídico está bien, por supuesto y la… y la ayuda para que le protejan la familia, pedírsela a las autoridades competentes y además públicamente –ordena Uribe.
–Correcto, quería su autorización, presidente, para estar ciento por ciento claros – Cadena.
–Proceda doctor Diego, que usted hace las cosas bien hechas.
Uribe mintió sobre este tema en la indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia:
“PREGUNTADO: ¿El abogado Diego Cadena estaba autorizado o no por usted para realizar algún tipo de ofrecimiento al señor Juan Guillermo Monsalve con ocasión de la pretendida retractación?
CONTESTÓ: Nunca, ni en ese caso ni en los demás, ni en los que se han sabido recientemente”.
El abogado Cadena también le hizo pagos en efectivo al paramilitar Carlos Enrique Vélez, incluyendo giros a una trabajadora sexual que lo visitaba en la cárcel de Palmira. En risible justificación ha tratado de presentar los sobornos como viáticos y pagos humanitarios. Los hechos y la inverosímil justificación ya le han valido al abogánster la suspensión de su tarjeta profesional de abogado, sanción ratificada por la Comisión Nacional de Disciplina Judicial y el Consejo de Estado.
Ese es el camino de éxito del que se jacta su abogado Iván Cancino.
Pero Cadena también le ofreció gestiones judiciales gratuitas y las hizo. Está probado que Diego Cadena llamó a Álvaro Rodríguez, fiscal ante los jueces especializados de Cali, para pedirle que se reuniera con Carlos Enrique Vélez con el fin de otorgarle beneficios a cambio de la entrega de una caleta de armas.
–Doc, venga le cuento una cosa –le comenta el confianzudo Cadena al fiscal–. Hay un señor que me manda un mensaje, me dice que tiene una cooperación. Algo que él dejó en el pasado por allá escondido, son unas armas, dice que son varias, pero él quiere un beneficio por eso… doc, y es un señor que tiene su pasado. ¿Qué podríamos hacer para eso, doc? ¿Le cuadro una cita con él? Yo creo que no es perder el tiempo, es algo importante.
Bueno sí –responde el fiscal Rodríguez–, cuadremos una cita y miramos a ver.
–Pero él está más encerrado que tigre de zoológico –concluye el abogado.
Esa gestión también fue informada por Cadena al expresidente Uribe, como consta en una grabación cuya transcripción está en el proceso:
“Presidente, a ponerlo al día. Al señor Carlos Enrique Vélez cuando yo lo entrevisté inicialmente me dijo que si le podía ayudar con unos trámites judiciales porque es gente que es pobre. Yo le puse a uno de los abogados de la oficina, entonces él habla con frecuencia con él”
Sin embargo, el señor expresidente volvió a mentir en la indagatoria ante la Corte Suprema negando lo que está técnicamente probado:
PREGUNTADO: Usted tuvo conocimiento de que el abogado Diego Cadena le haya hecho ofrecimientos de carácter jurídico, técnicos, de apoyo a Carlos Enrique Vélez Ramírez?
CONTESTÓ: El único conocimiento sobre esos temas, es el conocimiento que tuve hace pocas semanas, de que le había dado un dinero a título humanitario, ya le referí en detalle. Inclusive mi reacción no fue buena, porque le dije, hombre Diego, ¿cómo se te ocurre eso? Si me hubieras consultado te digo, terminantemente que no. Espero que aquí se lo hubieran preguntado al doctor Diego Cadena y él lo hubiera dicho.
PREGUNTADO: Lo interrumpo. La pregunta es sobre si Diego Cadena le comentó, o usted se enteró, de si Diego Cadena le hizo ofrecimientos de asistencias jurídicas y profesionales al testigo Carlos Enrique Vélez Ramírez?
CONTESTÓ: No, señor magistrado.
Pero sí se lo había informado el 3 de mayo de 2018 a las 8:17 de la mañana, como consta en el expediente.
Tanto que posteriormente, en la misma diligencia, el expresidente admitió:
“Honorable magistrado, el doctor Juan Felipe Amaya me dice que en una llamada entre mi persona y Diego Cadena él dijo que le había, que un abogado de la oficina de él, me dice a mí le había ayudado en algunos trámites a Carlos Enrique Vélez. Quiero aclarar eso porque nunca me dijo Diego Cadena que él hubiera recibido un poder de Carlos Enrique Vélez pero por lo que veo sí me dijo en una llamada que un abogado, no sé si Juan José Salazar u otro le estaba, le ayudaba a Carlos Enrique Vélez en unos trámites y no quiero, sabiéndolo ahora, no quiero pasar eso por alto honorable magistrado”
Estas son apenas unas pocas pruebas de las que están en el proceso y que ameritan, de sobra, que el caso llegue a juicio. En esa instancia el señor expresidente Álvaro Uribe tendrá la oportunidad de demostrar su inocencia, o una Fiscalía independiente podrá comprobar lo contrario. Todo delante de un juez.
