Por Óscar Domínguez Giraldo
El maestro Bernardo Hoyos se quitaba el sombrero ante ciudades que tenían varias emisoras culturales. Sabía de qué hablaba porque inició su travesía por el dial en los años cincuenta en la emisora de la UPB de la cual fue director.
Si estuviera en circulación, habría levantado la copa para brindar por los 75 años de la emisora de donde fue expulsado por el rector Félix Henao Botero porque el control, en una escasez “que hubimos” de material, sacó del sombrero un programa de la BBC, de Londres, sobre las bondades del control natal. Hoyos cargó con el muerto.
“Moncho” habría excomulgado al santarrosano Bernardino de haberlo oído hablar bellezas de Marta Pintuco, dueña de una famosa casa de citas adonde iban los señores de Medellín a practicar el sexto mandamiento: sí fornicar. El elogio de la Pintuco lo hizo en su programa Milenio de la emisora cultural de la Jorge Tadeo Lozano, de Bogotá, donde terminó su travesía vital y cultural como director.
Foto de Bernardo Hoyos por Carlos Duque
Hoyos se graduó de abogado en la UPB con una tesis sobre san Isidoro de Sevilla, de quien solía citar esta frase: El hombre que no ríe es capaz de matar a su mamá. No se ganó la vida invocando incisos sino como periodista cultural.
Pues bien, como los monseñores también rezan y empatan, Nos “Moncho” Henao Botero, por inspiración del Espíritu Santo, reintegró a Bernardino quien trabajó para la encopetada BBC.
Me tomo por asalto la vocería del irrepetible maestro Bernardo para brindar por el cumplesantos de la emisora de la UPB antes de que expire el año. No me lo perdonaría porque soy su oyente sectario, agradecido.
Gustoso invitaría a vino y caviar por los 75 a su director, Henry León Estrada, a los 10 empleados de planta y a los miles de seguidores. Como el palo económico no está para cucharas dejo las cosas en estrepitosa felicitación.
Cuatro universidades de Medellín tienen emisoras culturales: las de Antioquia, Nacional, UPB y la de Medellín, que ejerce en AM. La Emisora de la Cámara de Comercio también es zona de distensión cultural. Son emisoras zen, pacifistas, en las que los muertos que mencionan son de apellidos Mozart, Beethoven, Vivaldi, Chopin. (Latina Estéreo hace años ofrece exquisito menú salsero en FM). Y no tienen que peinarle mimos a los anunciantes.
Modestia, apártate, pero recordaré que trabajé en dos emisoras de ese corte: La Voz de Alemania y Radio Francia Internacional. La primera acabó sus emisiones en español, de la segunda me echaron. Ignoro el motivo.
Los que hacen esta clase de periodismo cultural no aspiran a la fugaz inmortalidad del rating o de los premios. En hacerlo bien está su recompensa. Hacen su trabajo en la clandestinidad, por amor al arte del kilovatio. Aplausos y larga vida para los samaritanos de la FM.
