Hernán Alejandro Olano García
Aunque sólo comenzaron a aplicarse desde el Mundial de México de 1970, las tarjetas roja y amarilla surgieron, por sugerencia del árbitro Ken Aston, cuando se le ocurrió “copiar” el sistema utilizado por los semáforos, de manera que una tarjeta roja significaría peligro y, por lo tanto, expulsión del campo de juego, mientras que la tarjeta amarilla significaría precaución.
En 1962, durante el Mundial de Fútbol de Chile, en un juego sin precedentes, en el cual el uso de la violencia fue significativa, entre las selecciones de Chile e Italia y que se recuerda como “La Batalla de Santiago”, el árbitro Aston reflexionó sobre la forma de amonestar a los jugadores y, encabezó luego una comisión para crear la señal tan esperada en algunos momentos de los partidos futbolísticos. El encuentro finalizó con dos jugadores expulsados y algunos de ellos detenidos.
Luego, en 1966, durante el juego celebrado el 23 de julio en el Estadio de Wembley, en los Cuartos de Final entre Argentina e Inglaterra, arbitrado por el alemán Rudolf Kreitlein, los argentinos se ensañaron dando patadas a los locales. Kreitlein, luego de una falta de Roberto Perfumo, le pidió al capitán gaucho Antonio Rattín que abandonara el campo de juego por protestar, pero se hizo el que no entendía, pues el árbitro hablaba alemán, el jugador español y los contrincantes inglés. Kreitlein también sin una decisión clara, también había amonestado a Bobby y Jack Charlton, por lo que Alf Ramsey, entrenador del equipo inglés, protestó y solicito a la FIFA una aclaración posterior al partido. Ken Aston continuó con su propuesta y la vería materializada en el siguiente Mundial.
Así, en el partido inaugural de 1970, entre México y la URSS, el soviético Kaji Asatiani fue el primer jugador en recibir una tarjeta amarilla y, el primer titular de la tarjeta roja fue el chileno Carlos Caszely, quien tuvo que abandonar el encuentro entre su selección y la Alemania Federal en el Mundial de Alemania de 1974, durante el juego celebrado en el Olympiastadion de Berlín el 14 de junio de dicho año, siendo árbitro el turco Dogan Babacan.
En la ley 12 de las reglas de juego de la FIFA, están enumerados los nueve tipos de ofensas y faltas de conducta que pueden resultar en una amonestación. También afirma que «sólo un jugador, sustituto o jugador sustituido» puede ser amonestado.
1. Conducta antideportiva
2. Disidencia por palabra o acción.
3. Entrar o volver a entrar en el terreno de juego sin el permiso del árbitro.
4. Ir a celebrar con la hinchada.
5. No respetar la distancia reglamentaria en la ejecución de un tiro libre, saque de esquina o saque de banda.
6. Quitarse la camiseta como festejo al hacer un gol a menos que tenga otra camiseta debajo que en este caso no es sancionable con la tarjeta amarilla
7. Retrasar la reanudación del juego.
8. Salir deliberadamente del terreno de juego sin el permiso del árbitro.
9. Violación continua de las leyes del juego.
En la mayoría de los campeonatos nacionales, la acumulación de un determinado número de tarjetas amarillas sobre varios juegos da como resultado también la expulsión. ¡Juego limpio!