Transcribimos el texto aportado por el ChatGPT- de OpenAI:
La Universidad Trump fue una empresa educativa que operó entre 2005 y 2010, y fue objeto de múltiples demandas y controversias debido a sus prácticas engañosas. La “estafa” a los estudiantes de la Universidad Trump se refiere principalmente a las acusaciones de fraude y publicidad engañosa, que resultaron en múltiples demandas, incluyendo una colectiva y otra por parte del estado de Nueva York.
Aspectos Claves de la Estafa:
- Publicidad Engañosa: La Universidad Trump se promocionaba como una institución educativa legítima que enseñaría a los estudiantes los secretos del éxito en el sector inmobiliario, supuestamente impartidos por expertos seleccionados personalmente por Donald Trump. En realidad, no era una universidad acreditada, y los “expertos” que impartían los cursos a menudo no tenían la experiencia prometida.
- Costos Elevados: Los estudiantes pagaban grandes sumas de dinero, a veces hasta $35,000, por cursos y seminarios que prometían acceso exclusivo a estrategias de inversión en bienes raíces y oportunidades para aprender de cerca con profesionales exitosos. Sin embargo, muchos estudiantes informaron que el contenido de los cursos era básico, superficial y no ofrecía el valor que se había prometido.
- Promesas Incumplidas: Se prometió a los estudiantes que recibirían asesoramiento personalizado y acceso a oportunidades de inversión únicas, pero en muchos casos, esto nunca se materializó. Los estudiantes también fueron alentados a seguir pagando más para acceder a niveles superiores de cursos, bajo la promesa de que estas inversiones adicionales serían la clave para su éxito.
- Acción Legal: En 2013, el entonces fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, presentó una demanda contra la Universidad Trump, alegando que había defraudado a más de 5,000 personas por un total de $40 millones. Los estudiantes también presentaron demandas colectivas en California.
Resolución:
En 2016, Donald Trump, que para entonces había sido elegido presidente, acordó pagar un acuerdo de $25 millones para resolver las demandas en su contra. Este acuerdo fue visto como un reconocimiento de las acusaciones, aunque Trump nunca admitió haber cometido un delito. El dinero del acuerdo se utilizó para compensar a los exestudiantes que habían sido víctimas del fraude.
La Universidad Trump es un caso emblemático de fraude educativo y es un tema recurrente en discusiones sobre ética empresarial y responsabilidad en el sector educativo.
