La comunidad médica critica el modelo educativo tras el suicidio de una residente de la Javeriana

La sede de la Pontificia Universidad Javeriana, en Bogotá. CORTESÍA

JULES OWNBY

Bogotá – 

El pasado miércoles, 17 de julio, se quitó la vida Catalina Gutiérrez Zuluaga, una residente de cirugía de primer año de la Pontificia Universidad Javeriana, en Bogotá. Poco después de su partida, se destapó una olla a presión en la comunidad médica que pocas veces se había visto en Colombia. Antes de suicidarse, la estudiante firmó una nota dedicada a sus compañeros. “A todos los residentes, gracias, de cada uno me llevo muchas enseñanzas. Siempre los llevaré en mi corazón. ¡Ustedes sí pueden! Ánimo”, escribió. Muchos dentro de la comunidad médica, residentes o médicos, alarmados con la noticia, empezaron a ventilar sus críticas al modelo de educación médica en Colombia.

La Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR) publicó el viernes un comunicado en el que alertaba sobre el “aumento del maltrato presentado en las instituciones asistenciales y educativas, el deterioro de la salud mental [de los residentes] y la falta de medidas para atender estas situaciones”. A lo largo del fin de semana, un sinnúmero de médicos y estudiantes se han sumado a esa denuncia, llenando las redes sociales con sus historiales personales: testimonios del sufrimiento que aguantan mientras persiguen su objetivo de ser doctores. Las críticas al modelo educativo han sido tantas que el Ministerio de Educaciónse pronunció este lunes al respecto. Anunció que visitará la Javeriana para revisar las condiciones de los residentes, y subrayó “la importancia del sistema de alertas frente a señales de angustia o malestar de los jóvenes al interior de las Instituciones de Educación Superior”.

Por ejemplo, el doctor Carlos Jaramillo, muy reconocido en redes sociales, contó su experiencia desafiante como residente en la Javeriana cuando él era estudiante: “Entramos a las cinco de la mañana y salimos sin horario. No tenemos ningún tipo de horario. Y desde el primer día se viven altos niveles de maltrato con todo el mundo. Altos niveles de maltrato por no saber”. Además, dijo que sus colegas su burlaban de él frente a los pacientes. Rememora que en algunos momentos los residentes más antiguos ―que supervisan a los menos experimentados― les decían cosas como: “Si ve, señor, su médico, el doctor Jaramillo, no tiene ni idea de lo que usted tiene. Es más, el doctor Jaramillo es un peligro”. Agregó, además, que también ocurren muchos casos de acoso sexual: “A las mujeres que deciden estudiar cirugía le hacen chistes sexuales, que no les gustan que las mujeres sean cirujanas, y chistes machistas todo el tiempo”.

Otro doctor, el médico internista Juan José Márquez, publicó este sábado un video en el que critica los modelos de educación médica que, según él, son “obsoletos”. Márquez explica que las residencias médicas necesitan ser reestructuradas “completamente”: “Tenemos que entender que los residentes médicos no son trabajadores. No son la planta de una IPS o de un hospital. Son estudiantes (…) Tenemos que darles el acompañamiento y el respeto que se merecen”. IPS se traduce a Institución Prestadora de Salud. A continuación, Márquez recuerda que recibió tanto bullying cuando era residente que terminó medicado durante un semestre. “Me taladraron la cabeza hasta el punto de hacerme sentir el bruto más grande que existía sobre la tierra”, declara.

La presidenta de la Federación Médica Colombiana, la doctora Ana María Soleibe, afirmó este lunes en City Noticias que el maltrato que reciben los estudiantes médicos hace parte de un problema estructural en el modelo educativo. “En una estructura de formación basada en el poder del conocimiento. Hay una asimetría del conocimiento que le da derecho del maltrato del otro sobre ese médico que se encuentra en formación”, explicó. Además, dice que las quejas no solo se concentran en la población estudiantil, sino en varios ámbitos del sector médico. “Es hora de hacer una evaluación seria, profunda [de las prácticas laborales]”, aseguró.

En medio de las reacciones, la Pontificia Universidad Javeriana se pronunció este domingo. “Frente a la triste noticia del fallecimiento de nuestra residente de cirugía (…) queremos expresar desde el fondo de nuestro corazón condolencias a su familia, amigos, compañeros y profesores. Sabemos que la formación médica es retadora y desafiante y que en algunos casos implica mucho estrés y presión por las responsabilidades que conlleva, por ello, escucharemos y revisaremos todo lo que la comunidad pueda aportar y sugerir para seguir implementando todas las medidas que correspondan como Facultad y como Universidad”. La institución educativa agregó, además, que “revisará e indagará sobre la existencia de situaciones que no estén en línea con nuestro modo de proceder y tomará las medidas que necesarias”.

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