“Acaba de morir Piedad Córdoba. Una bandida menos en Colombia”. Esas fueron las palabras de Jonathan Ferney Pulido Hernández, el senador más votado del Partido Verde, minutos después de que se hiciera público el fallecimiento de la política del Pacto Histórico, el pasado 20 de enero. Pulido Hernández, más conocido como Jota Pe, hizo un video que tiene más de 2 millones de interacciones, en el que celebra la muerte de una mujer que se sentaba a pocos puestos de él en las plenarias del Senado: “Amiga y cómplice de los criminales, de los terroristas, de los asesinos. Se ha ido una de las peores personas de este mundo, una delincuente, una sinvergüenza. Ratas de cuello blanco hay más como ella”, vociferaba el senador desde su camioneta, vestido con una chaqueta de cuero y una camiseta negra, su uniforme para las alocuciones públicas. Ningún otro de los contradictores políticos de Córdoba, que eran muchos, reaccionó de forma tan violenta.
MURIÓ PIEDAD CORDOBA!! No puedo ser hipócrita, se va una bandida que nunca pagó por sus delitos, le llegó primero la justicia divina antes que la terrenal. Piedad Cordoba era una delincuente qué tal como se lo dije muchas veces, algún día tendría que terminar en la cárcel!!
“Referirse así a una persona que acaba de morir y no tiene como defenderse habla mucho del tipo de ser humano que es el senador Pulido”, dice la senadora María José Pizarro, copartidaria de Córdoba, en diálogo con EL PAÍS. “Es muy grave porque no solo es un irrespeto a su historia, a su lucha como mujer, a su compromiso con la paz, sino, sobre todo, es un irrespeto a su familia y a los miles de colombianos que han creído en ella”, insiste Pizarro. La reacción de Pulido ante la muerte de Córdoba revivió una vieja inconformidad de los miembros del partido Verde contra él. En una carta dirigida a la comisión de ética y a la dirección, las congresistas mujeres pidieron la expulsión del senador. “De manera contundente, rechazamos los comunicados inapropiados de parte del Senador Jonathan Ferney Pulido, en contra de la Senadora Piedad Córdoba Ruiz. QEPD que, en lugar de argumentar, se ha dedicado a denigrar y atacar su dignidad y el respeto que merece”. La misiva, que hasta hoy no ha tenido respuesta, solicita “que se le sancione con la máxima rigurosidad y se le aísle de la colectividad a fin de sentar un precedente”.
Pulido nació en Bucaramanga, Santander, hace 32 años. Viene de una familia humilde y trabajadora. En su libro De Youtuber a senador, publicado por Planeta, cuenta que creció en un rancho de madera y plástico que construyeron sus padres sobre un lote de invasión, y que a los 10 años empezó a vender empanadas en las calles de su ciudad. Su experiencia política consignada en la página de Congreso visible se limita a “creador de contenido digital político, reconocido por Google con la placa de oro”. Antes de llegar al Congreso, fue cantante de música cristiana, artista y Youtuber. Ganó fama nacional cuando apoyó a los jóvenes que protestaron contra Iván Duque durante el paro nacional de 2021. Criticó con vehemencia la represión policial y los abusos del Gobierno de entonces. Esas posturas contestatarias y su discurso anticorrupción permitieron que el partido Alianza Verde, crítico de Duque, le diera el aval.
Sin embargo, tras obtener 180.000 votos para ser elegido como el tercer senador con más apoyos del país, han regresado sus posturas ultraconservadoras. En septiembre de 2016, Jota Pe se declaró admirador del exprocurador Alejandro Ordóñez, coterráneo suyo y de extrema derecha: “Desde Bucaramanga te apoyamos, desde el cielo el respaldo de Dios. Ya sabes, la gloria postrera será mejor que la primera”, le dijo Jota Pe a Ordoñez haciendo referencia a un pasaje bíblico. También hay registro de insultos y agresiones a Gustavo Petro cuando era candidato presidencial, en 2022. En uno de los mensajes, por los que después se disculpó, Pulido asegura que el día que Petro se muera, Colombia “descansará de tanto populismo y cizaña”. Jota Pe también ha expresado en varias ocasiones que está en contra del aborto y del matrimonio entre parejas del mismo sexo. Sus posturas ultraconservadoras actuales difieren de las ideas progresistas con las que se hizo elegir, pero se parecen a las que tenía cuando comenzó su carrera de Youtuber.
En los últimos meses, Jota Pe se ha convertido en uno de los principales congresistas opositores al Gobierno Petro, pese a que su partido está en la coalición oficialista. Ha estado en contra de la reforma a la salud, bandera del Gobierno, la pensional y la laboral. Impulsó las marchas contra el Gobierno por las alzas en el precio de la gasolina. Se opuso a la despenalización del mercado de cannabis de uso adulto, en debates en los que se peleó hasta los gritos con compañeros de su partido. En una discusión, apeló a insultos homofóbicos: “Pillado, pidiendo que se levante la sesión, maricón”, le dijo al senador verde Inti Asprilla. Muchas veces ha defendido y apoyado las posturas de senadores del Centro Democrático y de Cambio Radical. Todo un opositor.
La representante a la Cámara Martha Alfonso, copartidaria de Pulido y fiel defensora del Gobierno, le dijo a EL PAÍS que su partido “no puede seguir admitiendo comentarios ni ataques misóginos de ninguno de sus miembros”. Mucho menos, dice, actitudes “arrogantes e insensibles que no reconocen la diversidad y la diferencia, y que hacen más hostil el debate político”. Alfonso recuerda que en los últimos meses Jota Pe atacó con agresividad a la senadora Pizarro durante otra discusión sobre cannabis. Pulido compartió en sus redes sociales, su principal canal de comunicación con la ciudadanía y donde tiene cientos de miles de seguidores, mensajes anónimos que insultaban de forma machista a Pizarro. “Este tipo de actitudes no pueden tolerarse en un partido que se dice progresista y democrático, que defiende la paz y en un partido en el que las mujeres somos un elemento central de la construcción de la política”, dice Alfonso.
“Me he sentido acosada por el senador Pulido”, reconoce Pizarro. “Reinterpreta mis palabras, me graba y acomoda a su manera lo que digo para tergiversarme”. Pizarro afirma que Jota Pe difunde constantemente discursos de odio y ejerce la violencia política en contra de sus contradictores, en especial de varias mujeres. “Es abiertamente misógino y machista. Realmente le ha dado muy poca altura al debate político en el congreso”. La senadora de izquierda Clara López le ha pedido respeto en varias ocasiones: ”Falta a su dignidad como senador al replicar mensajes tan desobligantes y agresivos. Debe retractarse y ofrecer excusas a la senadora, a quien le expreso toda mi solidaridad”, escribió en una ocasión la congresista del Pacto Histórico.
Pulido no se ha disculpado con Pizarro ni con los familiares de Piedad Córdoba. “En el último incidente que tuvimos me sentí violentada. Lo denuncié inmediatamente. Me pareció violento y peligroso. Cuando una persona tiene tanto poder en las redes sociales difunde ese tipo de mensajes está dando una carta blanca para que sus seguidores puedan reaccionar igual o pasar directamente a la violencia física”, reflexiona Pizarro. Y añade: “No fue una ofensa solo a mí, sino a mi madre y a mis hijas y a las mujeres que participamos en política. Es una mala señal que el Partido verde no haya hecho nada porque queda la sensación de que cualquier congresista puede ser misógino y no tendrá consecuencias”.
EL PAÍS intentó hablar en varias ocasiones con el senador Pulido y con su equipo, pero hasta el momento de la publicación de este artículo no hubo ninguna respuesta.
