Por Antonio Andraus Burgos
Una tercera novena con sede en Nueva York no sería nada difícil. Y quizás otra más en Texas, tampoco sería complicado de manejar. Por el momento se descartaría las posibilidades en el estado de California, pues ya cuenta con cinco equipos.
¿Será que Illinois podría pensar en una tercera franquicia? Los Cachorros y los Medias Blancas hacen parte de ese espectáculo en dicho Estado. O en el estado de Nevada, con sede en la ciudad que no duerme, Las Vegas, tendría opción para que un club de las Grandes Ligas tenga asiento en esa metrópolis, que seria un nuevo atractivo para propios y extraños. Todo eso está dentro de las posibilidades. Otra cosa es que se convierta en realidad.
Pensar en aumentar de 30 a 36 equipos la competencia en la Gran Carpa, con 18 equipos por liga, seis divisas para cada una de las divisiones sectoriales, no es una cosa tan descabellada como podría parecer, pero creemos que por el momento no es posible. O por lo menos, no será muy pronto.
Para Nueva York un tercer club sería bienvenido, porque hace algo más de 65 años, la Gran Manzana contaba con los Gigantes de Nueva York, los Dodgers de Brooklyn y, por supuesto, con los Yanquis, de modo que una tercera franquicia no puede ser un ‘dolor de cabeza’ en los actuales momentos, porque aficionados fuera de los ‘Mulos’ y de los Mets, seguramente que hay por montones en la ciudad; y Texas no arrugaría su cara si contara con una nueva divisa, dado que los Astros, desde cuando se mudaron a la Liga Americana y los Vigilantes también jugando en el mismo circuito, podrían darle paso a una novena que ingrese con sede en una cualquiera de las ciudades del populoso Estado pero jugando para la Liga Nacional, no puede ser complicación alguna.
Si bien la industria está viviendo un gran momento tanto en lo deportivo como en lo económico, pese a las dificultades que se acaban de superar por la parálisis durante 99 días de todas las actividades de la Gran Carpa, la verdad es que la expansión a 32 novenas es más factible, por lo menos en los próximos cinco años, que las 36 divisas sobre las cuales alguno expertos consideran que podría llegarse antes del 2030.
Costos de las nóminas
Los Dodgers de Los Ángeles ocupan la primera casilla en los costos del pago de la nómina para el presente año, y los Orioles de Baltimore ocupan el último peldaño en esa materia.
Con un desembolso anual de US$273.458.333, los Dodgers superaron a los Yanquis de Nueva York, que venían ocupando el privilegio de contar con la nómina más costosa en el béisbol de las Grandes Ligas.
La segunda casilla está en poder de los Mets de Nueva York que tienen una nómina anual de US$251.719.999; bueno, y luego, aparecen los Yanquis con un pago en el año de US$239.100.714.
Los Filis de Filadelfia tienen la cuarta nómina mejor pagada para esta temporada con US$221.738.462 y la quinta posición la ocupan los Padres de San Diego, con un costo de US$193.297.618.
Detrás están los Medias Rojas de Boston, los Medias Blancas de Chicago, los Angelinos de California, los Astros de Houston y los Azulejos de Toronto.
En la parte descendente de esa tabla, siguen los Cardenales de San Luis, los Gigantes de San Francisco, los Cachorros de Chicago, los Vigilantes de Texas, los Cerveceros de Milwaukee, los Rockies de Colorado, los Tigres de Detroit, los Nacionales de Washington y los Mellizos de Minnesota, clubes que cuentan con nóminas superiores a los 100 millones anuales.
Por debajo de 100 millones
Los Rojos de Cincinnati están a la cabeza del grupo considerado intermedio, cuando su nómina está por debajo de los 100 millones de dólares anuales. Tiene un valor a pagar de US$91.755.000.
Después están los Marineros de Seattle, con US$83.645.714; los Reales de Kansas City, con US$78.410.000 y después los siempre respetados, Rayas de Tampa, con un pago de US$76.206.213.
Los cinco últimos equipos en sus costos de nómina, son los Marlins de Miami, con US$67.450.000; los Atléticos de Oakland, con US$40.948.334; los Guardianes de Cleveland, con 37.410.000; los Piratas de Pittsburgh, con US$35.750.000; y finalmente, los Orioles de Baltimore, con una nómina anual de US$30.366.666.
Valor de las franquicias
Los estimativos correspondientes al valor de las 30 franquicias que hacen parte del béisbol de las Grandes Ligas, no tienen un suma exacta conocida, pero los expertos, dado el análisis financiero de cada una de ellas, le dan un valor muy aproximado a los verdaderos valores de las novenas.
La primera casilla está en poder de los Yanquis, con un valor de 6 billones de dólares; mientras que la segunda posición es para los Dodgers, con US$4.075 billones.
Los Medias Rojas de Boston están valorados en US$3.9 billones; luego aparecen los Cachorros de Chicago, con US$.3.8 billones; los Gigantes de San Francisco, con US$3.5 billones; los Mets con US$2.65 billones; los Cardenales de San Luis con US$2.45 billones; y los Filis de Filadelfia con US$2.3 billones.
Los Angelinos de California, cuyo propietario es el mexicano Art Moreno, el único latino en poseer una franquicia en las Grandes Ligas, está valorada en US$2.2 billones; luego aparecen los Bravos de Atlanta, con US$2.1 billones; los Vigilantes de Texas, con US$2.05 billones y los Nacionales de Washington, con un valor de US$2 billones.
Luego aparecen los Astros de Houston con US$1.98 billones; los Azulejos de Toronto, con US$1.78 billones; los Medias Blancas de Chicago, con US$1.76 billones; los Marineros de Seattle, con US$1.7 billones; y los Padres de San Diego, con US$1.575 billones.
Seguidamente están los Tigres de Detroit, con US$1.4 billones; los Mellizos de Minnesota, con US$1.39 billones; los Rockies de Colorado, con US$1.385 billones; los Cascabeles de Arizona, con US$1.38 billones; los Orioles de Baltimore, con US$1.375 billones; los Piratas de Pittsburgh, con US$1.32 billones; los Guardianes de Cleveland, con US$1.3 billones; y los Cerveceros de Milwaukee, con US$1.28 billones.
Las últimas cinco casillas está ocupadas por los Rojos de Cincinnati, con US$1.19 billones; los Atléticos de Oakland, con US$1.8 billones; los Reales de Kansas City, con US$1.11 billones; los Rayas de Tampa, con US$1.10 billones, y finalmente, los Marlins de Miami, con US$990 millones de dólares.
Como bien se puede apreciar, la danza de los millones, tanto en las nóminas como en el valor de las franquicias, hacen parte de la gigante industria y del espectáculo del béisbol de las Grandes Ligas.
De 21 países
Y ahora, un cambio de velocidad, un lanzamiento poco apetecido por los bateadores.
De los 975 peloteros que integran las plantillas de las novenas de la Gran Carpa, 840 de los cuales están activos, representan a 21 países del mundo, que corresponde a una cuota del 28.2 por ciento de jugadores extranjeros, es decir, no nacidos en Estados Unidos, para un gran total de 275 peloteros foráneos.
La primera posición del grupo, está en poder de República Dominicana con 99 peloteros jugando desde el 7 de abril de este año, cuando empezó a disputarse la temporada.
Venezuela es la segunda nación con mas jugadores en la Gran Carpa al contar con 67; más adelante aparece Cuba, con 23 peloteros, país que lenta pero progresivamente va aumentando el número de jugadores que representan a la isla caribeña en el mejor béisbol del mundo; después está Puerto Rico, con 17 jugadores; México con 13 peloteros; Canadá con 12 y Colombia con 10 jugadores.
Luego está Japón con 7 peloteros; Panamá con 6 jugadores; Curazao con 5 jugadores; Corea del Sur, con 4 peloteros; Las Bahamas con 3 jugadores; y con un pelotero por cada representación, están Alemania; Australia, Brasil, Honduras, Nicaragua, Taiwán, Aruba, Islas Vírgenes y Países Bajos.
Los Astros de Houston cuentan en su nómina, a la fecha de apertura de la campaña, con 16 peloteros extranjeros; seguidos por los Nacionales de Washington, con 15 jugadores.
Cuentan con 13 peloteros foráneos, los Mellizos de Minnesota y los Padres de San Diego; con 12, los Marlins de Miami; y con 11 peloteros extranjeros aparecen los Bravos de Atlanta, los Rojos de Cincinnati, los Tigres de Detroit y los Azulejos de Toronto.
En las otras franquicias también hay con peloteros extranjeros pero cuya presencia no alcanza a sumar dos dígitos en sus respectivas nóminas, esto sin contar con los instructores, dirigentes y asistentes técnicos de diferentes partes del mundo, que hacen parte de las nóminas de los equipos de las Grandes Ligas.
Por todas esas consideraciones, el mejor béisbol del mundo, tan bien organizado como está, puede pensar en las expansiones que se proponen, pero las mismas no pueden ser de la noche a la mañana.