Gambito de dama

Faustino Oro y Pepe Cuenca en la premiación del torneo continental de ajedrez que se jugó en Medellín. (Foto Federación Colombiana de Ajedrez).

Por Óscar Domínguez Giraldo

Un gambito de dama  por fuera del tablero se jugó en el Torneo Continental de Ajedrez que se realizó en Medellín. Cupido se salió con la suya cuando el maestro internacional  Henry Panesso  sorprendió a su novia Angélica entregándole  por YouTube el anillo de compromiso. 

Ella quedó perpleja, como un caballo en 1Torre del enemigo.  Luego dijo sí. Sellaron el compromiso con un  besito “donde dijiste enemigos”. En la jerga ajedrecística, los  enamorados jugaron un insólito gambito de dama aceptado.

Vimos el gambito en la  transmisión que siguió a la brillante partida que  Faustino Oro, de tiernos diez años, le ganó al paisa Donaldo Londoño. Fiel al estilo que ha patentado, la partida fue comentada por el español Pepe Cuenca con la alegría de quien narra la creación del mundo.

Er Pepe, joder, fue otra de las figuras del torneo que ganó el cubano-colombiano Roberto García, uno de los cuatro que logró un cupo a una copa mundial. Cuenca se impuso la tarea de  volver amable, festivo, grato, un deporte que tiene el inri de aburrido. 

Un ejemplo por ejemplo: no es raro oírle decir a Pepe en sus comentarios que tal jugada es más mala que poner a la abuela a comprar droga. Cautiva la narración del Gran Maestro que tiene 2498 puntos de Elo. Ha mejorado su hoja de vida perdiendo con figuras como Nakamura y Magnus Carlsen, el Stradivarius del ajedrez. 

387 jugadores de 25 países se dieron cita en el torneo que se había jugado en 2021 en Medellín con participación del maestro Gildardo García quien enrocó largo y nos dejó en plena pandemia del Coronavirus.

La Federación Colombiana de Ajedrez le rindió  homenaje a  Gildardo con un documental que arrancó ayes y lagrimones a los fans del tímido de los escaques. “Gildardo García, un guerrero sin memoria”, es el nombre del video.

Más gente al baile: el excampeón del mundo, el GM Topalov, y su colega Shirov, anduvieron por acá. Los ilustres visitantes jugaron simultáneas contra niños en la Torre del Ajedrez y en cárceles donde no se les perdió un peso. Bueno, Topalov perdió…  una partida con un recluso. 

Pero el personaje que agotó adjetivos fue el pequeñín argentino Faustino Oro quien a los diez años ha alcanzado logros que a su edad no consiguieron cacaos como Karpov, Kasparov y Carlsen quien tiene el máximo Elo: 2889.

El che Faustino, quien apenas está desertando de los pañales, terminó invicto y compartió segundo puesto con otros colegas. Uno que padeció su talento fue el alemán Meier, el de mayor Elo del torneo: 2607, quien  cayó ante el pibe. El Elo es el ego de los ajedrecistas medido en puntos.

Faustino consiguió su segunda norma de maestro al trepar su Elo a 2399 con su actuación en Medellín donde estuvo acompañado de Alejandro, su padre. En España, donde viven, lo espera mamá Romina para darle el tetero.

Que  Caissa, diosa del ajedrez,  mime y guíe al “Mafaldito” de los escaques.

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