Ayer, fin de mes, se dieron sendas resoluciones del Banco de la República y la Superintendencia Financiera que reflejan bien el favoritismo del Gobierno a la banca privada:
1). El BR bajó a 2,50% la tasa de interés que cobra a los bancos por los préstamos que les hace en operaciones de mercado abierto (OMA);
2). La Superfinanciera fijó en 18,12% el interés bancario corriente para crédito de consumo.
En la primera se les bajan los intereses; y en la segunda se les deja la misma tasa que vienen cobrando a los consumidores financieros. La conclusión es obvia: mejora el negocio.
Ahora bien, si miramos la tasa promedio de captación, DTF (3,17%), la diferencia entre lo que pagan por el ahorro y lo que cobran por prestar es de 14,41 puntos porcentuales, o bien, el margen de intermediación.
¿Ustedes creen justo dejar que la banca imponga un margen de intermediación igual a 5 veces la inflación, en un país en bancarrota?
Eso no es nada. Las empresas privadas más golpeadas por la pandemia son las pequeñas y famiempresas que acuden con sus sueños al microcrédito bancario. Pues, a esos ilusos emprendedores, la Superfinanciera les autoriza una tasa corriente del 34,16%. Descontando la DTF, les queda un margen de intermediación del 31,19, ¡ONCE VECES LA INFLACIÓN!
El presidente Duque dijo recientemente que el Gobierno no era responsable de la pandemia: cierto; pero SÍ es responsable de los estragos que está causando por el mal manejo que da y permite dar a los efectos sobre las personas, las familias y las empresas del país. ¿Estamos?
Pero, el “colorín colorado” de este cuento no es tan feliz como en La Cenicienta. Dese por seguro que los colgados en los créditos que están tomando ahora, buscando salir de apuros pandémicos, van a ser muchos, por no decir todos. Pues, a esos desventurados les espera un interés de mora autorizado por la Superfinanciera del 27,18% en el crédito de consumo, y del 51,24% en la modalidad de microcrédito. No sigamos con el cuento porque, si caen en cobro jurídico, es otro cuento…
Bueno, si a todos nos está yendo mal, y empeorando, con el avance de la covid-19, al menos a la banca y a Duque les va bien: me explico:
1). Las utilidades del sector financiero en el primer trimestre del año pandémico fueron de 2,3 billones de pesos, menos que en el primer trimestre del 2019, pero, bueno, se defendieron. Pueden mejorar al segundo trimestre, pues, los regalos que le ha hecho el Gobierno, y el Banco de la República, son de… “no te lo puedo creer”.
2). Duque sí que debe de estar dichoso. Covid-19, que para todos es como un infierno, a él le cayó del cielo en momentos en que las calles se llenaban de gente pidiéndole cuentas, no solo por el soterrado Gobierno que venía presidiendo, sino por el fraude electoral que le permitió acceder a la Presidencia.
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Fin de folio: Si el Estado tiene que suministrar a los presos medios de subsistencia, ¿cómo pretenden imponer confinamiento riguroso a personas, sin más ni más, cuyo único delito es ser pobres? Y de encima los califican de “ignorantes” por salir a ver qué llevan a la casa ‘pa’comer’.
Directores
Orlando Cadavid Correa (Q.E.P.D.) y William Giraldo Ceballos.
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1 comentario
Felicitaciones por este magnífico y muy esclarecedor informe que, con cifras muy concretas, deja en claro el descaro con que se legisla y como se quisiera acabar con quienes realmente hacen patria y a favor de quienes la explotan
Felicitaciones por este magnífico y muy esclarecedor informe que, con cifras muy concretas, deja en claro el descaro con que se legisla y como se quisiera acabar con quienes realmente hacen patria y a favor de quienes la explotan