NICHOLAS DALE
Hace un año la presidencia de Gustavo Petro empezaba con un sabor más conciliador de lo que muchos esperaban antes de la campaña. En las primeras semanas, se reunió con su oponente en la campaña, Rodolfo Hernández, se sentó con su enemigo histórico, Álvaro Uribe; formó una mayoría en el Congreso con partidos tradicionales y de derechas; y nombró un primer gabinete con ministros moderados, de ascendencia liberal, en manos de quienes dejó la economía o la reforma agraria. Y la apuesta funcionó: logró pasar una tributaria en tiempo récord.
Pero al cabo del primer semestre de Gobierno todo se desbarató. La coalición en el Congreso se debilitó, al gabinete diverso lo reemplazó uno conformado por personas más afines a las ideas del presidente, y varios escándalos -el de su hijo Nicolás, y los de su mano derecha, Laura Sarabia, y el exembajador en Venezuela y figura clave en la campaña, Armando Benedetti- pusieron a Petro a la defensiva. Ahora, empezando este tercer periodo legislativo, parece querer volver a crear los consensos que le permitieron gobernar efectivamente en sus primeros meses en la Casa de Nariño.
Es un objetivo público. Petro ha dicho que quiere lograr un acuerdo nacional. En palabras del presidente, se trata de “construir un país más equitativo y hacer realidad la paz”, un anhelo del que no es fácil quedarse al margen, pero que es difícil de concretar más allá del discurso. Hasta ahora, de hecho, ha habido ejemplos de diálogos, pero que no han parecido generar los resultados buscados. Como la semana pasada, cuando se formó una nueva subcomisión formada por todos los partidos para elaborar un nuevo texto de consenso de la reforma de la salud, pero en el que ya se vislumbra más desconfianza que aliento constructivo.
Más esperanzadora fue la reunión del Gobierno de Gustavo Petro, la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) y la Asociación Bancaria, que resultó en un llamado conjunto al Banco de la República para que reduzca las tasas de interés de referencia que se encuentran en el 13,25%, su nivel más alto en 23 años. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró en una rueda de prensa con los presidentes de los dos gremios que el grupo solicita la reducción porque el proceso inflacionario “ha llegado a sus límites” y es hora de “recuperar la economía”.
Que el Gobierno de Petro pueda llegar a un consenso con quienes a priori están en las antípodas ideológicas es un buen augurio para su ambición de un acuerdo nacional. Sin embargo, de ahí a que eso se pueda replicar en el Congreso con otros partidos políticos para volver a poner a su agenda legislativa a andar falta mucho por verse. Y el clima político general, con elecciones regionales a la vuelta de la esquina, no da tan halagüeñas expectativas. En cualquier caso, aquí estaremos para contarles si el retorno del consenso se logra, o se queda embarrado en el camino.
Vuelve la selección Colombia
Después de un verano de Linda Caicedo, Catalina Usme y compañía, la selección Colombia masculina toma el relevo de la atención futbolera del país, aunque por ahora con mucha menos ilusión que las que generaron las jugadoras en Australia y Nueva Zelanda. El jueves empiezan las eliminatorias en Sudamérica para el Mundial 2026 y Colombia se estrena contra Venezuela en Barranquilla. Estas serán las eliminatorias “más fáciles de la historia”, pues con un torneo ampliado de 32 a 48 equipos, entre los 10 países de la región clasificarán seis equipos directamente y uno al repechaje. Aun así, la atención estará puesta sobre el entrenador argentino Néstor Lorenzo, que llegó al cargo en junio de 2022 y hasta ahora no ha perdido ninguno de sus primeros ocho partidos al mando. Pero todos han sido amistosos, este es el primer partido competitivo de un nuevo ciclo deportivo.
