El pregón verde, Abraham Núñez marchó al cielo

Por Óscar Javier Ferreira

Por allá en 1983 el compositor Gonzalo Sánchez le llevó unos versos al maestro Abraham Núñez para que le compusiera una música y se convirtiera en un himno para el Atlético Nacional.

El maestro Abraham le pidió unos días para entregarle el pedido. No le quedó difícil al clarinetista y compositor de San Sebastián de Urabá, corregimiento de Lorica en Córdoba para adelantar la tarea impuesta. Días después se presentó a donde don Otoniel Cardona, gerente de Discos Cardona en Medellín y le tarareó: “Ahí salen los duros/ Llegaron los fuertes/ Se visten de verde/ ¿Qué equipo será?”

Le agregó: “Juegan de lo lindo / Todos colombianos/ De la nueva raza es / Fútbol nacional…

Y luego le cantó el coro: 

Oh, oh, oh mi Nacional
Y olé, olé mi Nacional
Y ole, olé mi Nacional…

Oh, oh, oh, mi Nacional
Y olé, olé mi Nacional
Y olé, olé mi Nacional…
Con dos goles ganó mi Nacional.

Don Otoniel, acostumbrado a escuchar decenas de canciones, le gustó el tema y de inmediato le preguntó a don Abraham: ¿Y qué quieres hacer?, a lo que de inmediato le contestó el destacado músico que saboreaba con sus palabras todas las tesituras posibles y degustaba las notas en los pentagramas tropicales: “pues grabarlo”.

Con sus hijos que conformaban el “Súper Combo Los Núñez” produjeron el tema y de inmediato lo llevaron a los medios de comunicación, pero la respuesta no fue la esperada. Incluso ofrecían los acetatos en el estadio Atanasio Girardot cuando el equipo verde participaba de algún encuentro, pero se devolvían con las cajas repletas para sus casas.

“No tengo dinero”, “la otra semana”, “fíemelo” les decían los hinchas verdolagas, pero el equipo comenzó a cosechar triunfos en el país y en el exterior. De un momento a otro comenzó a sonar en todas las casas y los pedidos aumentaron considerablemente.

Este 28 de enero, de este fatídico 2021, las noticias no fueron buenas para los seguidores del Atlético Nacional y para decenas de discípulos del maestro que portaba el carné 792 de la Sociedad de Autores y Compositores Sayco. Había fallecido en Medellín el compositor musical de “Pregón verde”.

El maestro Abraham interpretó desde los diez años el redoblante, el platillo y el bombo. Luego viajó a San Marcos, Sucre, donde estudió música con Juan de la Curz Piña, padre del cantante tropical que lleva el mismo nombre y del extraordinario saxofonista Carlos. Estudió clarinete, instrumento al que le dedicó su carrera musical, junto al saxofón.

 En 1955 ingresó a la Banda de Ayapel, en Córdoba. De allí pasó a los Macumberos del Sinú, en Montería, para posteriormente enrolarse en La Sonora Cordobesa. 

 En 1964 fundó su orquesta «Los Caciques del Sinú», grabando para Sello Vergara. Al pasar a Discos Fuentes en Medellín, la agrupación cambió el nombre por «Montería Swing».

Es en Discos Fuentes, donde el Maestro Abraham se convirtió en saxofonista de los «Los Corraleros de Majagual», y grabó también para «Pello Torres», «Pedro Laza y sus Pelayeros” y la «Sonora Cordobesa», de Simón Mendoza.

Conformó también el «Combo del Sinú», al lado del famoso cantante y compositor Pablito Flórez, conocido como “El Poeta del Sinú». En 1977 fundó el “Súper Combo Los Núñez», al lado de sus siete hijos, en Medellín. Formó parte de la agrupación de Rodolfo Aicardi, y la orquesta de Edmundo Arias.

El maestro Abraham Núñez Narváez, era uno de los pocos sobrevivientes de la legendaria agrupación «Los Corraleros de Majagual», junto a Alfredo Gutiérrez. El maestro había recibido varios homenajes por su gran trayectoria musical, entre ellos el Festival del Porro. 

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