La noticia del día, del mes y del año periodístico es la renuncia de Roberto Pombo de El Tiempo. Por redes sociales se conoció que un día después de la celebración de los 110 años del diario, el hombre de la dirección presentó su renuncia.
Roberto ha sido un buen muchacho. Estuvo un tiempo como redactor de Políticas en Colprensa y de allí saltó a El Tiempo, donde fue ascendiendo cargos.
Luis Carlos Sarmiento sale así del último de la corriente de los Santos en el diario y ahora buscará que uno de sus súbditos asuma el control de redacción, porque el periodista lo llevará él mismo, o su familia.
Este será un año de cambios periodísticos y de medios. Se espera, por ejemplo, la unión definitiva del conglomerado de El Tiempo con los de RCN. Al fin y al cabo, la familia ya está unida.
En septiembre de 2015, Antonio José Ardila, el hijo del empresario Carlos Ardila Lulle se casó con Luz Ángela Sarmiento, la hija de Luis Carlos Sarmiento Angulo.
Son los herederos de un imperio gigante en la industria, la banca y las comunicaciones y los resultados comenzarán a darse dentro de poco.
En RCN Radio se espera la pronta renuncia por cuestiones de jubilación de Fernando Molina y ahora con la salida de Roberto Pombo, las directrices se deben encaminar al nombramiento de personas que unan al conglomerado.
Por el lado de la Radio el panorama aventajaba a RCN Radio. Caracol espera una sorpresa como la venta de sus emisoras al mejor postor al grupo Prisa.
Los españoles ya salieron de sus estaciones en Panamá, Chile y cuando vieron que Argentina tomaría los caminos de Venezuela, vendieron también.
En Colombia el Grupo Santo Domingo ha mostrado interés por las emisoras de Caracol, lo mismo pujan Slim y los comunicadores exiliados venezolanos. Pero también hay empresarios de medios nacionales interesados en la subasta.
Es un año difícil para las Facultades de Comunicación Social en el país. La pandemia, la falta de recursos y el poco interés por la carrera han bajado el número de inscritos.
Las emisoras de AM, FM y Comunitarias deberán unirse, lograr organizar cadenas si piensan subsistir. Ya el cuento de los pastores y los brujos llegó a su máxima capacidad y ya sobran garajes para adeptos que sostengan las emisoras. Los teguas y hechiceros también han perdido algo que nunca tuvieron: credibilidad.
Aumenta, eso sí, el número de páginas hechas por periodistas independientes. Cada vez con novedosos temas, crónicas bien realizadas, serias investigaciones e informes completos.