El covid-19 se llevó a Jaime Zamora Marín, el hombre de La Sabrosura de la Radio

Histórico registro de la conversación de Jaime Zamora con el papa Juan Pablo II. Foto archivo particular

Por Guillermo Romero Salamanca

“¿Cómo va Jaime Zamora con el problema del Covid-19?” esa era la pregunta que enviaba desde hace más de un mes un grupo de periodistas a través de WhatsApp. Unos contestaban que se estaba recuperando y otros más, que estaba delicado en una Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe de Bogotá.

Norberto Patarroyo, director de El Muro de Pata´n había comentado en la edición del 28 de marzo que el veterano comunicador estaba en recuperación y daba ligeras esperanzas.

Este Jueves Santo el veterano Jorge Giraldo envió un mensaje que paralizó las actividades de los comunicadores y amigos: “Lamento informarles el fallecimiento del periodista Jaime Zamora Marín, víctima de la pandemia del coronavirus.  Paz en su tumba”.

De inmediato vinieron las reacciones de otros comunicadores, diputados de la Asamblea de Cundinamarca, personalidades de la vida nacional y desde luego, los teléfonos de Jazmar 101.3 FM Estéreo de Villeta recibieron decenas de mensajes de solidaridad.

“¡Qué triste noticia, Jaime Zamora Marín, fue un Gran Amigo de los Amigos! Lamento y me duele su fallecimiento, con quien en vida compartimos varios momentos de compañerismo en el Medio y en el alto grado de Amistad. Que descanse en La Paz de Dios”, apuntó Alberto Suárez.

Jaime Zamora Marín, el periodista, el amigo(Q.E.P.D.)

Unas semanas antes de la declaratorio de pandemia nos encontramos en un Transmilenio. Estaba de afán, como era su costumbre, pero tuvo un trato deferente y comentó que estaba muy preocupado por la situación que se avecinaba. Después de unos minutos de charla sobre el amor profesional de su vida: su emisora, dijo: “Lo dejo, lo dejo, voy corriendo por una pautica”.

Luego de hacer una carrera completa por el periodismo, desde hace un poco más de 30 años, Jaime había dado la lucha por mantener su emisora en la cálida y dulce Villeta, a la cual bautizó como Jazmar 101.3 FM y le puso el slogan de “La sabrosura de la radio”.

Además de dirigir la emisora, conducía el programa “Un Nuevo Día para Progresar”, donde imponía su estilo, su agilidad periodística y su sentido crítico.

Muy claro dejó consignada la misión de la emisora: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.  La misión no puede ser otra que la de comprometer, irrevocablemente, todos sus esfuerzos, inteligencia, capacidad reflexiva, experiencia profesional en una tarea incesante en procura de la formación de un hombre nuevo capaz de superarse, agigantarse en principios y valores que lo robustecen individualmente para consolidarse como un ser superior en una acción solidaria con sus congéneres. No habrá hora ni día que no trabajemos en ese propósito quizá utópico pero sugestivo: al fin y al cabo, lo que está en juego en una mejor vida, un mejor vivir para todos, incluidos los que hacemos parte de esta misión. Grandes en lo individual y superiores en lo colectivo, en lo grupal por el bien y la alegría de todos.

SU LUCHA POR LA RADIO

Cuando apareció el Covid-19 le llegaron toda clase de inconvenientes, desde la movilización hasta la parálisis económica. En junio del 2020 encabezó una carta que le envió al presidente de la República Iván Duque Márquez, en la cual un grupo de propietarios y arrendatarios de emisoras de provincia y de pequeñas ciudades le solicitaron un apoyo para aliviar la realidad económica que padecían por el Covid 19 y que aseguran, los tiene en peligro de desaparición.

En la misiva, explicaba que la gente de radio se veía gravemente  afectada porque está soportando la falta de patrocinios y pautas publicitarias,  “hasta el punto de que muchos de nosotros comenzamos a contemplar el cierre de nuestras actividades ante la impotencia y ausencia de recursos para soportar la carga de nómina, prestaciones y servicios tan esenciales como la energía eléctrica, cuyo pago es cada día más creciente, hasta constituirse en uno de los factores de mayor impacto en nuestra exigua economía de mantenimiento”.

“Acudimos ante usted, señor Presidente, para solicitarle su gestión y apoyo a medidas que alivien la estrecha realidad económica que afrontamos y que nos colocan en peligro de desaparición, no obstante nuestra decisión de seguir contribuyendo a la promoción de noticias serias, responsables y oportunas acompañadas de campañas creativas y pro activas en favor de un mayor bienestar social y económico de nuestras audiencias en pequeños, y mediados poblados”, señala uno de los apartes de la carta al jefe del Estado.

UNA CARRERA PERIODÍSTICA

A los 14 años este periodista oriundo de Villeta, comenzó a trabajar en Bogotá en la emisora Nueva Granada, una de las emisoras que permitió en 1948 fundar la Radio Cadena Nacional, RCN. 

La tarjeta profesional de periodista

En Nueva Granada compartió labores con personajes como Alfonso Castellanos, Ernesto Rodríguez, Jaime Villamil, Carlos Arturo Rueda, Alberto Piedrahita, Carlos Pinzón, Juan Eugenio Cañavera que era un locutor que vivía en Barranquilla, Otto de Greiff y Julio Sánchez Vanegas.

Luego pasó a Radio El Dorado, de la cual hizo parte cuando tenía 16 años. “Ahí trabajaba en el aeropuerto, “esa emisora fue un modelo tomado de Cuba”, recordaba. Tenía la particularidad de que las noticias eran transmitidas durante 24 horas. La secretaria de esa época le enseñó la posición de los dedos en la máquina de escribir, así comenzó a practicar diariamente. Ganó concursos de escritura rápida”, dijo en una entrevista para CrossmediaLab.

Después fue operador de radio en la Emisora 1.020, que dirigía Carlos Pinzón y luego pasó a Radio 15, la primera emisora juvenil de Colombia, mientras laboraba en el noticiero La Opinión.

Fue contratado después por la Agencia norteamericana de noticias United Press International, UPI, para hacer los turnos de la madrugada.  

Cuando tenía 20 años, Jaime cubrió la visita del papa Pablo VI a Bogotá, con ocasión de la celebración del Congreso Eucarístico Internacional en 1968. Durante la transmisión en directo para la United Press, fue destacado por sus colegas en el cubrimiento del Congreso. 

Fue llamado luego por Caracol Radio para participar en Repórter Esso, uno de los noticieros de mayor difusión y credibilidad que ha tenido Colombia.  

Después fue periodista en el noticiero Panorama, de la cadena Todelar. Trabajó en Radio Sucesos de RCN con Alberto Acosta. Ahí entró como reportero y culminó como jefe de redacción.

Hubo un intento de crear un periódico que fuera competencia del diario El Tiempo en Bogotá, se llamaba “El Periódico”, cuyo director era Abelardo Forero Benavides. Lo acompañaron periodistas como Germán Pinzón, Gabriel Gutiérrez y Alfonso Castellanos. Esa experiencia no duró más de tres meses porque el periódico quebró.

Fue también jefe de redacción del periódico El Bogotano con Yamid Amat.

Pasó luego a Radio Sutatenza donde estuvo al frente del informativo por 15 años.

El 14 de noviembre de 1992, luego de varios trámites legales ante el entonces Ministerio de Comunicaciones, obtuvo la licencia 101.3 para Villeta, donde se entregó al servicio de la comunidad y de la región. 

En el 2020 recibió la noticia de la muerte de su hermano Rafael, víctima del Covid-19 y en marzo resultó positivo y este Jueves Santo, la pandemia lo marcó para siempre.

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