Una indagación previa de Procuraduría cargaba el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, cuando pisó la Comisión Quinta de Senado este martes para responder por las preocupaciones alrededor de la situación financiera de la empresa. 24 horas antes, se supo que su inasistencia a los debates de control político en ese recinto le había valido una denuncia en el Ministerio Público y, en medio de la investigación que cursa a su nombre—y a del presidente Gustavo Petro— en el Consejo Nacional Electoral (CNE), volvió a enfrentarse a los cuestionamientos sobre su idoneidad para el cargo, así como de la independencia de una compañía que muchos senadores calificaron como “la joya de la corona”.
A la citación, hecha por los senadores José David Name Cardozo (Partido de la U), Marcos Daniel Pineda García (Partido Conservador) y Didier Lobo Chinchilla (Cambio Radical), llegó Roa junto con el presidente de la junta directiva de Ecopetrol, Guillermo García Realpe, viejo conocido de varios de los senadores de la Comisión Quinta por su trayectoria en el Senado como miembro del Partido Liberal.
Ausentes estuvieron los otros miembros: Mónica de Greiff, Ángela María Robledo, Gonzalo Hernández, Tatiana Roa y Edwin Palma, sin contar a Luis Alberto Zuleta y Juan José Echavarría, quienes presentaron su renuncia el pasado 28 de agosto, pero cuya salida no ha sido oficializada. Para que eso ocurra, se debe citar una asamblea de accionistas extraordinaria, lo que no está previsto sino hasta el próximo año.
“Yo le prometí que no iba a hacer un debate personal contra Ricardo Roa. Se lo prometí a las senadoras Isabel Zuleta y Esmeralda Hernández, que no iba hacer un debate personal. He traído puras cifras, que me ha entregado Ecopetrol”, señaló el senador Name.
Pero el debate—que se suma al que quedó pendiente en la Comisión Tercera del Senado, citada por Miguel Uribe Turbay (Centro Democrático) por presuntas irregularidades en la entidad— no estuvo solo en el campo de lo técnico y no fueron pocas las menciones de los citantes a la investigación que adelanta el CNE y con la cual también hicieron guiño a las acusaciones de que Ecopetrol no mantiene su independencia. Ya en agosto, las renuncias de los directivos Zuleta y Echavarría generaron más dudas alrededor de la presidencia de Roa, especialmente cuando este no solo fue gerente de la campaña del actual mandatario, sino que está envuelto en líos administrativos por esa misma cuestión.
Lo cierto es que mantener a Roa en ese puesto ha generado un costo político, que no ha sido solventado por la reiteración de su amplia experiencia en el sector energético, que es de cerca de 30 años, y que es reconocido incluso por los integrantes del movimiento político del jefe de Estado.
Más allá de eso, la renuncia de la cabeza de Ecopetrol todavía es un tema caliente entre el oficialismo. Este se mueve entre respaldar a Roa y pedir un relevo, aunque reconociendo que esta última opción también podría generar mella en la credibilidad del proyecto político y con pleno conocimiento de que, en caso de que ocurra algo, sería plenamente decisión del presidente Petro. Para septiembre, ya se había analizado la posibilidad, pero un espaldarazo de la junta directiva terminó por dejar en firme el puesto de la presidencia, que se dio posterior a la renuncia de Zuleta y Echavarría.
“Aquí sigo”, respondió Roa cuando fue cuestionado por su renuncia este martes. García, por su lado, le dijo a El Espectador que tenían “total tranquilidad” con la presidencia de Ecopetrol y que el respaldo que enunciaron con su comunicado del pasado 9 de octubre ya había sentado la posición de la junta.
Y es que una afirmación que había hecho meses antes Roa, en la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes, le ha salido cara en varias ocasiones en los últimos meses.
“La persona que les habla tiene claro que, si algún día llegara a verse impactada en el buen nombre, la reputación, el valor en el mercado bursátil de la compañía, el ejercicio de relacionamiento de los accionistas, por estar yo presidiendo, puedo hacerme a un lado sin necesidad que nadie me lo pida: ni la junta, ni el presidente, ni el Congreso. Mi forma de ser y actuar es así de transparente”, declaró el pasado mayo.
Ni la renuncia ni la posibilidad de un reemplazo ha salido a la luz, así como tampoco había sido posible que la Comisión Quinta cuestionara en vivo y en directo a Roa hasta este martes. Casi dos meses antes, el pasado 3 de septiembre, tanto el presidente de Ecopetrol como la junta directiva habían dejado plantados a los senadores de la comisión. Roa argumentó que estaba por fuera el país, en China, y los integrantes de la junta señalaron que no sería posible hacer el debate sin su presencia.
La respuesta no cayó bien entre los senadores, ni siquiera los del oficialismo, que no vieron con buenos ojos los continuos desplantes del presidente, que se extendieron hasta el pasado 16 de octubre, en el que tampoco fue posible realizarlo. Este martes, los citantes no escatimaron en pullas por los constantes aplazamientos e insistieron en la “falta de transparencia”, en palabras del senador Lobo, en el manejo de Ecopetrol.
Las cifras presentadas por los senadores hicieron eco en las preocupaciones sobre la situación financiera de la compañía. En su intervención, el senador Name señaló la caída del 42 % de las utilidades de Ecopetrol en 2023, la disminución de un 50 % en el precio de las acciones, y el reversazo del negocio del proyecto de CrownRock de fracking, que no se realizó por orden del mismo jefe de Estado como lo indicó el mismo CEO de OXY, Vicki Hollub.
Roa alcanzó a dar su versión del manejo de Ecopetrol, que inició con el reconocimiento a la Comisión Quinta como “una de las comisiones más respetadas de [su] vida profesional y laboral”. Su insistencia, específicamente, estuvo en señalar que el problema de Ecopetrol venía desde años anteriores, especialmente en materia exploratoria, y afirmó que “el patrimonio está intacto en la compañía”, cerrando con que este año se van “a registrar las utilidades más grandes de toda la historia”. García, por su lado, no dio su versión.
Y es que los cuestionamientos no solo rodean a Roa, sino la idoneidad de una junta directiva que también ha dejado dudas sobre su autonomía. Zuleta y Echavarría eran considerados como los integrantes más independientes de esa junta. Pero en esa mesa también están los declarados como “no independientes”, que incluyen a la viceministra de Ambiente, Tatiana Roa, y el exviceministro de Trabajo, Edwin Palma, quien se posesionó este lunes como agente interventor de Air-e, una empresa intervenida por el Gobierno Petro con la que el mismo jefe de Estado tiene sus rencillas por cuenta del debate de las altas tarifas de energía.
Como “independientes” están Ángela María Robledo, quien fue fórmula vicepresidencial de Petro en 2018; Gonzalo Hernández, exviceministro de Hacienda cuando José Antonio Ocampo encabezaba la cartera; y el mismo García, cuyo hijo, Gustavo García Figueroa, es el actual viceministro del Interior y trabajó como secretario del movimiento En Marcha, del ministro Juan Fernando Cristo.
Eso sí, Roa ha sido quien ha recibido la mayor parte de las críticas sobre Ecopetrol y es quien tendrá que volver a presentarse en la Comisión Quinta del Senado para finalizar el debate de control político. Desde el recinto que se encarga de los temas energéticos, ya volvieron a citarlo para discutir el tema de gas, que también fue motivo de disputa en el debate, pero la oposición duda que vuelva a presentarse y prevé que ocurra lo mismo que ha pasado con los debates de control político aplazados.