Por Antonio Andraus Burgos
Este lunes 15 fue el Festival de Jonrones; hoy martes, el Juego de las Estrellas; y el viernes, luego de la pausa de la mitad de año, se entra a la recta final de la temporada de las Grandes Ligas, camino conocido como el más difícil del mejor béisbol del mundo.
Los 34 estacazos de circuito completo de Aaron Judge, de los Yanquis de Nueva York, que sirve como nueva marca para las estadísticas de su equipo en este siglo antes del Juego de las Estrellas; mientras que se destacan sus 85 carreras remolcadas en los 96 partidos jugados, con proyección para llegar por lo menos a las 135 con los 66 juegos que le hacen falta; con los 200 tablazos de vuelta completa del ilustre japonés, Shohei Ohtani, de los Dodgers de Los Ángeles, que es nuevo registro en cuadrangulares para peloteros de ese país oriental; con las 13 victorias y apenas 3 derrotas y 140 abanicados en 111 episodios laborados, para ver renacer al curtido zurdo Chris Sale, con el uniforme de los Bravos de Atlanta; con las 46 bases estafadas por el dominicano, Elly De La Cruz, de los Rojos de Cincinnati; y la aparición en el firmamento de la nueva estrella del béisbol, el lanzador derecho juvenil, Paul Skenes, de los Piratas de Pittsburgh, todo eso, simple y llanamente, ya hace parte de la historia de la Gran Carpa.
La fecha límite para cambios de peloteros es el 31 de julio venidero, por lo que se espera una ‘nutrida’ participación en el mercado de ‘’vendedores y compradores’’, porque aún cuando hay varios equipos con perfiles en posición de postemporada, algunas piezas de ajuste les vendrían bien a estas alturas de la campaña.
Los que están
Teniendo como referencia la pausa de mitad de año, los equipos de la Liga Americana que tienen un pié en el avión ‘’para octubre’’, son los Yanquis de Nueva York, los Orioles de Baltimore, los Guardianes de Cleveland, los Mellizos de Minnesota, los Marineros de Seattle y los Medias Rojas de Boston.
Están ‘’por fuera’’ hoy, mañana quién sabe, los actuales campeones de la Serie Mundial, los Vigilantes de Texas; los Astros de Houston, los Reales de Kansas City y los Rayas de Tampa, en la Liga Americana.
En la Liga Nacional, los que tienen ‘’pasaporte’’ sin sello de ingreso definitivo, son los Filis de Filadelfia, los Bravos de Atlanta, los Cerveceros de Milwaukee, los Dodgers de Los Ángeles, los Cardenales de San Luis y los Mets de Nueva York.
En este circuito hay media docena de equipos que, por el momento, no se pueden descartar: los Cascabeles de Arizona, los actuales campeones del Viejo Circuito; los Padres de San Diego, que a pesar de todo un incierto comienzo, con un ‘’poquito de buen viento’’, podrían colarse para la jornada de octubre; los Piratas de Pittsburgh, cuya línea ganadora, de darse, los pondría en la postemporada; los Rojos de Cincinnati, que mal que bien, han cumplido hasta ahora y no tienen lejos sus aspiraciones para llegar a la ronda de los 6 finalistas; los Gigantes de San Francisco, cuyos seguidores confían en que todavía hay opción de conseguir el boleto para la postemporada, y, finalmente, los Cachorros de Chicago, una divisa con que la todo el mundo cuenta para octubre.
Lo que viene es una endemoniada carretera con baches, subidas y bajadas, que nos conducirá a la postemporada, con 12 equipos, 6 de la Liga Americana y otros 6 de la Liga Nacional, los que se disputarán el derecho de conquistar la corona de cada circuito y luego, llegar al Clásico de Octubre, para lo que es la final de la final de la temporada.
¿Entrarán los Vigilantes de Texas para la defender el título en la Serie Mundial? ¿Veremos a los Cascabeles de Arizona, nuevamente, campeones de la Liga Nacional? ¿Se dará el Clásico de Otoño entre los Dodgers de Los Ángeles y los Yanquis de Nueva York, como es esperado y añorado por la inmensa y numerosa afición del béisbol en el mundo? ¿O se jugará una finalísima entre dos novenas que se clasifiquen con la tarjeta de invitación? Y seguramente, hay diez preguntas más alrededor de lo que será la postemporada y la final de las Grandes Ligas.
De los refuerzos
Nadie puede poner en tela de juicio que más de uno de los llamados equipos favoritos para clasificar a la jornada de octubre, tienen la necesidad —urgente, diríamos nosotros — de conseguir refuerzos, antes de que sea demasiado tarde.
Eso Incluye a los Bravos, los Yanquis, los Mets y los Cardenales, por no decir que todas las novenas tendrán que salir al ‘’mercado’’ para adquirir refuerzos inevitables para el tramo final de la campaña, porque la excepción podrían ser, viendo la nómina con la que cuentan, los Dodgers.
Sin embargo, todo el potencial que tenían los Dodgers en su cuerpo de lanzadores, parece no ser lo suficiente para afrontar la crucial y durísima contienda de la recta final y, desde luego, la postemporada.
En las perspectivas de ‘’venta’’ pueden asomarse los Azulejos de Toronto, con tres o cuatro de sus jugadores; los Rayas de Tampa, y con ellos, los Angelinos de California, los Medias Blancas de Chicago y los Atléticos de Oakland. Eso, desde el punto de vista de la Liga Americana.
Y en cuanto a la Liga Nacional, los Marlins de Miami y los Rockies de Colorado, son los primeros que tienen que escuchar qué habrá en la lista de ‘ofertas y demandas’, porque los Nacionales de Washington podrían ingresar en la oferta con tres o cuatro peloteros; sin que por el momento, se pueda conocer qué puede ocurrir con los Rojos de Cincinnati; los Piratas de Pittsburgh y los Cachorros de Chicago, franquicias que pueden estar pensando que todavía no hay nada perdido, cuando están a menos de 4 juegos de sus posibilidades de alcanzar una de las tarjetas de los comodines.
Sensibles ausencias
Las inesperadas lesiones de jugadores como el venezolano Ronald Acuña Jr., de los Bravos de Atlanta, quien no vuelve este año; las prolongadas ausencias de los curtidos lanzadores derechos Nathan Eovaldi y Max Scherzer, de los Vigilantes de Texas; el regreso apenas justo para actuar en la temporada del ganador por unanimidad del Cy Young de la Liga Americana el 2023, Gerrit Cole, el as derecho de los Yanquis de Nueva York; el demorado retorno del zurdo Clayton Kershaw a la rotación de los Dodgers, quien está a 56 ponches de llegar a la mágica cifra de los 3,000 abanicados; la sentida demora por lesión del japonés Kodai Senga, de los Mets de Nueva York; y quién iba a pensar que Spencer Strider no estaría este año con el uniforme de los Bravos, luchando por un puesto de honor entre los mejores lanzadores de la Liga Nacional.
Y para seguir contando, de primera mano, las lesiones de Mookie Betts, de los Dodgers y de Anthony Rizzo, de los Yanquis, han sido bajas sensibles en ambos equipos.
Por razones extra deportivas, el dominicano Wander Franco, torpedero de los Rayas de Tampa, y el lanzador zurdo mexicano, Julio César Urías, dos peloteros que pudieron brillar con luz propia, ya no hacen parte del juego en la Gran Carpa.
¿Vaticinios en el aire?
Cuando se empezó a disputar esta temporada del béisbol de las Grandes Ligas, se anticiparon vaticinios que podrían quedar en el aire, por lo menos en cuanto a las posibilidades a estas alturas de la campaña.
Los Vigilantes de Texas, ganadores del título de la Liga Americana y de la Serie Mundial 2023, están en este momento, con un pié afuera de llegar a la postemporada. Y si le sumamos a los Astros de Houston, el estado de Texas no tendría representación en la jornada de octubre.
En los dos casos, hay que decirlo, las lesiones han hecho que las franquicias no hayan tenido el mejor comienzo de año.
Los Medias Rojas de Boston, que no aparecían en las cuentas de nadie, están tomando la casilla que se le había otorgado a los Azulejos de Toronto, que empezó con buenos pronósticos a su favor para llegar a la postemporada. Eso en cuanto a la Liga Americana.
Mientras que en la Liga Nacional, vean ustedes lo que es el béisbol, se está dando lo esperado, hasta la fecha, en cuanto a las posibilidades de la jornada de octubre.
Los Filis, los Bravos, los Cerveceros, los Dodgers, hacen parte de la baraja con handicap ganador; mientras que los Cardenales y los Mets tienen que luchar a brazo partido, para obtener su paso a la ronda de los 6 grandes de octubre.
Es que, como ya lo anotamos, en el Viejo Circuito hay sobre la mesa un menú que no puede ser desechado, en un abrir y cerrar de ojos. Los Cascabeles, los Padres, los Gigantes, los Piratas, los Cachorros y los Rojos, no están eliminados, y pueden voltear en cualquier momento el tablero de clasificados hasta hoy.
Con el panorama que hay en este momento, y como dice el refrán que ahora está de boca en boca, ’el béisbol es otra cosa, con un ’plákata’ y un ’fuátaka’, todo puede cambiar antes de que se baje el telón del calendario regular de las Grandes Ligas, el 30 de septiembre venidero.