El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) se encuentra en el centro de una tormenta mediática tras una reciente carta de Cielo Reyes, periodista y profesional en idiomas, que busca esclarecer las controversias que han surgido en torno a su relación con el presidente del CPB, Víctor Hugo Lucero.
En su misiva, Reyes desmiente las acusaciones de acoso y violencia que han circulado en los medios y ha solicitado un cese inmediato de la divulgación de su nombre en el contexto de estos rumores.
La carta, fechada el 31 de julio de 2024, se dirige directamente a los miembros del CPB y aborda varias cuestiones cruciales. Reyes confirma que sostuvo una amistad con Lucero desde febrero de 2024, destacando que ambos estaban libres de compromisos durante ese tiempo. Enfatiza que recibió un trato respetuoso por parte de Lucero y desmiente rotundamente las alegaciones de acoso o violencia, afirmando que tales acusaciones han sido promovidas erróneamente por algunos miembros del CPB.
En la carta, Reyes subraya que nunca presentó una denuncia formal sobre los incidentes descritos en los medios de comunicación, desmintiendo las versiones que han sido tramitadas por algunos socios del CPB. Su principal preocupación es la divulgación de su nombre y la exposición pública que, según ella, ha afectado su reputación y la de su familia. Reyes solicita a los miembros del CPB que cesen inmediatamente la difusión de información sobre ella sin su consentimiento.
La situación se ha complicado por la presión interna dentro del CPB, donde algunos socios han pedido la renuncia de Lucero en respuesta a las acusaciones de abuso sexual.
En un contexto más amplio, los socios del CPB han enviado una carta al presidente de la institución, en la que exponen que «la dignidad de la mujer merece un lugar de relevancia como sujeto de derechos al respeto y a la valoración como ser humano y como actora importante en la sociedad».
La discusión ha suscitado un debate más amplio sobre el manejo de las denuncias de acoso y la transparencia en las instituciones periodísticas. En este sentido, la carta de Reyes añade una nueva capa de complejidad al asunto, al subrayar la necesidad de manejar tales acusaciones con rigor y responsabilidad, protegiendo tanto a las personas involucradas como a la reputación de las instituciones.