SANTIAGO TORRADOGEORGINA ZEREGA
Brasil, México y Colombia, las tres potencias latinoamericanas gobernadas por la izquierda que han puesto a andar un esfuerzo de mediación en la crisis poselectoral de Venezuela, han insistido este jueves en un comunicado conjunto que consideran “fundamental” que el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, presente los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 “desglosados por mesa de votación”.
El CNE, que proclamó ganador a Maduro la misma noche de las elecciones sin mostrar evidencias creíbles, aún no ha publicado las actas de votación 11 días después de las elecciones, en medio de crecientes denuncias de fraude. La oposición, por su parte, publicó casi todas las actas de escrutinio después de la recolección que hicieron sus testigos en los centros de votación. Esas actas están escaneadas y subidas a una página web, con datos cotejables y votos mesa por mesa. De acuerdo a este desglose, el opositor Edmundo González Urrutia tuvo una victoria nítida con el 67% de los sufragios.
Los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro, que han evitado reconocer la supuesta victoria de Maduro sin quemar los puentes con el chavismo, también se desmarcaron en el comunicado de la iniciativa del heredero de Hugo Chávez de llevar la disputa a otras instancias. “Al tomar nota del proceso iniciado ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) en torno al proceso electoral”, los tres países, que han mantenido una estrecha comunicación, “parten de la premisa de que el CNE es el órgano al que le corresponde, por mandato legal, la divulgación transparente de los resultados electorales”. Las cancillerías también “reafirman la conveniencia de que se permita la verificación imparcial de los resultados, respetando el principio fundamental de la soberanía popular”.
María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, envió este jueves un mensaje a López Obrador, que suele mostrarse reacio a interceder en asuntos políticos de otros países. Le pidió que entendiera “la enorme responsabilidad” que tiene México frente al conflicto y que aprovechara el canal de comunicación que mantiene con el Gobierno venezolano. Consultado sobre el tema, el presidente mexicano aseguró que no quería “injerencismos” y dijo que las autoridades electorales, controladas por Maduro, son quienes deben declarar un ganador. “Que se justifique a detalle con actas, y si existe inconformidad, que se siga actuando por la vía legal y pacífica”. En última instancia, México podría ser mediador “siempre y cuando haya voluntad democrática, no haya intervencionismos ni afán de imposición” y “se respete la voluntad de los venezolanos”, dijo el mandatario.
“Si Maduro presenta sus actas, lo que hará es justificar su fraude. Nosotros hemos demostrado nuestra victoria”, planteaba Machado la víspera en otra entrevista con periodistas venezolanos, en la que aseguró que no descarta que la iniciativa que han planteado México, Brasil y Colombia “pueda lograr establecer unos términos de una negociación clara, firme y efectiva”. Entonces reconocía que “indiscutiblemente, ellos tienen un canal de comunicación que otros no tienen con el régimen y creo que se han mantenido en una posición prudente efectivamente para poder mantener esta interlocución”.
Los tres presidentes latinoamericanos, con los que Maduro aún mantiene las formas diplomáticas, intentan sortear esta crisis con una salida dialogada lo más indolora posible y que facilite un ganador acorde a los procesos electorales democráticos y la legalidad venezolana. Sus respectivos cancilleres, Mauro Vieira, Alicia Bárcena y Luis Gilberto Murillo, se habían reunido la víspera de manera virtual para coordinar la iniciativa, que esta semana contó con el apoyo explícito de Estados Unidos para lograr una “transición” en Venezuela. “La gran mayoría de países ve con muy buenos ojos el esfuerzo diplomático que están haciendo los presidentes Petro, Lula y Andrés Manuel López Obrador, ahí hay una luz de esperanza”, valoró este mismo jueves el colombiano Murillo, que ha destacado con insistencia la necesidad de prudencia y confidencialidad para adelantar las gestiones.
El redactado conjunto también reitera “el llamado a los actores políticos y sociales del país para que ejerzan la máxima cautela y moderación en manifestaciones y eventos públicos y a las fuerzas de seguridad del país para que garanticen el pleno ejercicio de este derecho democrático dentro de los límites de la ley”. La respuesta del Gobierno de Maduro a las protestas tras las elecciones ya suma más de 1.229 detenciones y 24 asesinatos. Machado ha reclamado justamente a la comunidad internacional este jueves más firmeza en el rechazo a la persecución y represión “sin precedentes” que viven sus simpatizantes.
