Por Jairo Ruiz Clavijo
Ahora, hay un gran vencedor entre los vencedores, concentraba el 50% del PIB mundial con sólo el 7% de la población, su producción era la mitad de la producción mundial, realizaba el 40% de la producción universal y acumulaba las dos terceras partes de las reservas en oro.
En conclusión era el único país que se había enriquecido, y mucho, con las guerras.
La nueva potencia, reunió a 44 países en Bretton Woods y prácticamente estableció las reglas que regirían la economía hasta la fecha: Se creó el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, con estructuras parecidas a las de la Sociedad Anónima, asegurándose ser el principal accionista, de manera que las decisiones estuvieran en poder de la Junta Directiva cuyo director es estadounidense y tiene poder de veto.
El BM y el FMI fueron las primeras organizaciones internacionales en adoptar la ponderación del voto, descartando la expresa máxima clásica de un pais, un voto.
Se impuso el dólar como patrón de cambio en lugar de una moneda internacional propuesta por los ingleses.
Así una nación que necesitara un préstamo debía aceptar las exigencias norteamericanas que iban desde asuntos monetarios y financieros, hasta elementos de política interna de cada país.
Todo esto sobrevivió hasta 1971 cuando, por la guerra de Vietnam Estados Unidos comenzó a imprimir billetes por montones y Francia, Inglaterra y otras naciones exigieron que les cambiaran sus dólares por oro. Nixon se negó.
A pesar de que el dólar en la realidad no tiene ningún respaldo físico, sigue siendo la moneda de intercambio comercial y en ella buscan refugio los mayores capitalistas.
Pero, el año pasado China prestó mas dinero que esa dos entidades y es la nación que construye las mayores obras de infraestructura a nivel mundial como, el tren que parte de China, atraviesa 73 naciones con terminales en Madrid y Londres, el ferrocarril en construcción que atravesará África de sur a norte y el que hará lo mismo de oriente a occidente en Sur América, el canal interoceánico a punto de terminarse en Nicaragua, sin exclusas y mayor que el de Panamá y la obra mas grande y costosa emprendida en Colombia: El metro de Bogotá.
Jairo Ruiz Clavijo