Por Guillermo Romero Salamanca
Este domingo 24 de abril Expediente final mostró cómo fueron los últimos días de vida del músico Rafael Escalona.
Familiares y amigos hablaron de su trayectoria artística que lo llevó a convertirse en uno de los más destacados compositores del país y de su legado musical en el que se destacan canciones que le dieron la vuelta al mundo como La casa en el aire.
También describieron su relación con el nobel Gabriel García Márquez y confesaron cómo recibió la muerte de su gran amigo Jaime Molina.
Para finalizar, contaron el origen de famosos temas como La Patillalera, el pobre migue, La vieja Sara, El testamento, La brasilera, El arco iris, El Jerre Jerre, y describieron su lucha contra el cáncer de próstata, enfermedad que padeció durante 18 años.
LA HISTORIA DEL EX PRESIDENTE DE SAYCO
Hubo una época en la cual obligaban a los cantantes foráneos, a interpretar una canción colombiana en cada uno de sus conciertos que ofrecieron en el país. A Paloma San Basilio le encantaba cantar dos temas: el bambuco “La ruana”, conocido también como “La capa del viejo Hidalgo” del poeta Luis Carlos González y “La casa en el aire” de Rafael Escalona.
En una de sus presentaciones, el maestro de Patillal fue invitado de honor y le pidió que subiera al escenario para que fuera aplaudido por los asistentes. Escalona subió orgulloso luego de escuchar emocionado cómo la vocalista española interpretaba su canción.
Para muchos críticos y estudiosos musicales, Rafael Calixto Escalona está en un sitial entre los grandes compositores de Colombia. Fueron más de 100 canciones de primer renglón que su magistral composición dejó para los seguidores del vallenato. Desde mediados de 1940 cantantes como Guillermo Buitrago, Julio Bovea, Diomedes Díaz, Rafael Orozco con el Binomio de Oro, Jorge Oñate, Iván Villazón, Alfredo Gutiérrez, Los Hermanos Zuleta y Carlos Vives, entre otros le han grabado sus letras.
Escalona nació en Patillal, Cesar, el 27 de mayo de 1927. Fue el séptimo de nueve hermanos del hogar conformado por el coronel de la Guerra de los Mil Días Clemente Escalona Labarces y Margarita Martínez Celedón. Aunque su familia quiso que estudiara, no terminó el bachillerato.
“Su primera composición se tituló “El profe Castañeda”, en homenaje a uno de sus maestros porque se había despedido de sus alumnos y aquello le pareció a Escalona que debía narrar esa historia en una canción. La musa le siguió acompañando y vinieron después temas como “La casa en el aire”, “El jerre jerre”, “Elegía a Jaime Molina”, “La vieja Sara”, “La creciente del Cesar”, “El Almirante Padilla”, “La misión de Rafael”, “El Mejoral”, “La molinera”, “La custodia de Badillo”, “El villanuevero”, “El chevrolito”, “El general Dangond”, “La Historia” –que fue grabada con la orquesta de Luis Carlos Meyer en Argentina–, “Honda herida”, “La brasilera” y “Dina Luz”, entre otras”, contó el maestro Rafael Manjarrez, vicepresidente de Sayco.
Cuando fue nombrado Alfonso López Michelsen como gobernador del recién creado departamento del Cesar montaron con Consuelo Araújo Noguera el Festival de la Leyenda Vallenata, certamen que cada año reúne a decenas de compositores y cantantes del género musical que nació para quedarse.
Cuando Alfonso López Michelsen fue presidente de la República lo nombró como cónsul en Panamá. Escalona fue amigo de grandes personajes de la vida nacional y sobre todo de Gabriel García Márquez con quien pasaba horas dialogando sobre las historias que le contaban de la Guerra de los Mil Días y de diversos sucesos de la vida nacional. En obras como “El coronel no tiene quién le escriba” y “Cien años de soledad”, el Nóbel lo describe como “el sobrino del obispo”.
Cuando García Márquez recibió el galardón como Nobel de la Literatura en 1982, Rafael Escalona formó parte de la comitiva. Y estuvo en Estocolmo al lado de Consuelo Araújo Noguera, Los Hermanos Zuleta y Los Hermanos López, entre otros.
En 1992, con el guión de Bernardo Romero Pereiro, basado en un libro de Daniel Samper Pizano y con la dirección de Sergio Cabrera, Carlos Vives protagonizó “Escalona”, serie que originó que el novel cantante dejara el rock para pasarse al vallenato y obtuviera una popularidad inusitada.
Escalona se dedicó también a escribir y presentó en 1991 la novela “La casa en el aire”. Luego en 2006 presentó “Nicolás lagartija”. En sus ratos libres, pintaba cuadros con mariposas amarillas y paisajes del César.
El 13 de mayo del 2009, a las 4 y 36 de la tarde, el maestro Escalona perdió la batalla de la vida y una complicación en la respiración y una insuficiencia hepática lo vencieron, pero quedaron para la historia de Colombia, sus canciones que suenan a diario a lo largo del país.