Por Orlando Ramírez Casas
Hola, jóvenes:
Al empezar el año 2025 me encuentro con que en el calendario chino este es “el año de la serpiente”. No sé eso qué significa, pero aspiro a que en este año no tenga que acudir a las culebras que se enroscan en el cuello del deudor y lo asfixian a punta del pago de intereses. Dios nos libre.
Solemos dividir la tierra en coordenadas que son unas de latitud este a oeste, y otras de longitud norte a sur. Se denominan meridianos, y una que va del polo norte al polo sur pasa por el observatorio de Greenwich en Inglaterra, por lo que ese lugar (o sus cercanías, para ser más precisos) se ha adoptado convencionalmente como el meridiano cero (0) de los husos horarios para medir el Universal Time Coordinated (UTC) o Tiempo Universal Coordinado. En la medición del tiempo los países se sitúan a más o menos (+ ó -) tantas horas con respecto al UTC de Greenwich.
De acuerdo con eso Kiribati, en la zona del Pacífico Central del continente de Oceanía, fue el primer país en dar la bienvenida al año 2025 y poco a poco los demás países fueron celebrando las doce de la noche hasta llegar a la Samoa Americana que 24 horas después fue el último lugar en celebrarlo, a pesar de estar situados ambos lugares en la misma zona geográfica.
Un avión que salga de Kiribati para Samoa retrocede un día en par voleones, y uno que salga a la inversa avanza un día en ese lapso. Así son las cosas.
Eso me recuerda cuando vivía en Cúcuta y recorría el puente que los cucuteños jocosamente llamaban “el puente más largo del mundo”, porque se tardaba una hora en cruzarlo. Medía menos de cien metros, pero una punta quedaba en Colombia y otra en Venezuela. Cuando al empezar a cruzarlo en Colombia eran las ocho, al llegar a Venezuela en el otro lado ya eran las nueve. Entre los dos países en ese tiempo había una hora de diferencia, así el sol brillando en lo alto no hiciera caso de esas minucias.
Circuló en las redes de wasap, que pueden con todo, una mentira que hizo carrera. Al buscar información me encontré con que es cierto que en este año de 2025 el mes de febrero repite cada uno de los días (lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo) en cuatro veces. Decían que esto solamente ocurría cada 823 años, pero eso es falso porque así ocurre en todos los años, y en los bisiestos uno de los días repite cinco veces.
Encontré esta variante explicada:
Lo que sí es cierto es que este 2025 es un número de cuadrado perfecto, y eso no ocurre todos los años. Con suerte uno llega a vivir un solo año así en la vida. El último, antes de que yo naciera, se dio en el año de 1936 que fue un cuadrado perfecto porque es el resultado de multiplicar el número 44 por sí mismo.
El siguiente, después de este año que comienza, será en el 2116 y para ese entonces mis cenizas se habrán convertido en polvo (46*46=2116).
Este 2025 corresponde con la multiplicación del número 45 por sí mismo y, como vemos, esta es una verdadera curiosidad matemática que lo anima a uno a apostar al número 45 en el juego de chance. Quién quita que con él ganemos alguna cosa de aquí al 2116.
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