Por Germán Nuñez Torres
(Diario La Economía)
Para la líder es hora de que el país se siente, busque puntos medios en donde se hable de lo que puede pasar si llegase a escalar una situación de esas a nivel de una Guerra Mundial.
En Colombia hay una deuda de cuantía incalculable con el campo, lamentablemente los productores de la ruralidad debieron producir y siguen produciendo alimentos y materias primas sin herramientas, lejanos de la tecnología, sin bienes públicos, con infraestructura casi en cero, compitiendo con verdaderos monstruos del agro amparados con subsidios y ayudas, pero lo más triste sin clientela en Colombia, el país prefirió importar millones de toneladas de alimentos haciendo uso de la disminuida renta petrolera antes que encargar del abastecimiento a los labriegos nacionales que optaron por irse de las montañas y centros de producción dejando la seguridad alimentaria en veremos, todo porque nadie creyó en los de ruana, a esos que miraron con desprecio y que hoy con guerras escalando encima y con una probabilidad muy grande de caos en el suministro si siguen cayendo cohetes y luego misiles, habrá seguramente emergencia y súplica para que regresen los agricultores, esos que proveen las centrales de abastos sin importar el sol extremo, las lluvias imparables y los fríos imposibles.
Ya pasó con la pandemia, los médicos cumplieron y después están los agricultores aunque posiblemente los lugareños fueron más importantes porque de hambre no murió nadie, de Covid-19 una cantidad importante perdió la vida, además el agro sigue firme, las vacunas abrieron un debate ético sobre la calidad de las mismas, algunas no desarrolladas en su totalidad, el origen de la enfermedad y el tremendo negocio que fue vender cualquier cosa reviviendo la Guerra Fría en farmacia y obteniendo unas ganancias llamativas por cada paciente fallecido, muchos aseguran que algunos no murieron de la infección, otros señalan a la industria farmacéutica por inocular unas sustancias que coinciden con el recurrente caso de personas a las que les llega el deceso sin explicación alguna, muchos culpan a la prisa, la falta de conocimiento o simplemente a la mala fe de la partida de muchos que desde antes de su entierro le temían a una frase lapidaria, “nuevo orden mundial”, ¡qué tal eso!, y las leyes de Dios, los principios y el derecho ¿a dónde fueron a dar?
Lo cierto es que los campesinos no están en ese baile de cuestionamientos y culpas, con las uñas y sin motivación alguna, quizás por su apego a la agricultura, salen sin condicionamiento alguno a la labrar, sembrar y cosechar lo que a diario ponemos en la mesa, esa gente, la del campo que valiosa es, merece más respeto que políticos con precio, que abogados formados en la precariedad moral y que muchos falsos profetas que hallaron el tesoro de El Dorado en unos creyentes que pagan el credo con tarjeta de crédito o débito. Caramba, qué ejemplares son los campesinos.
Quienes ponen semillas en los campos igual perdieron un derecho inherente a quien trabaja, fueron despojados de la rentabilidad solo por darles gusto a unos personajes siniestros llamados intermediarios, gente adinerada que desconoce que es una cebolla, pero le ponen precio irrisorio para quien la cosecha y se llenan los bolsillos con el consumidor final, de entrada dos perdedores, pero eso es muy bueno según quienes defienden el libre comercio, la apertura y otras prácticas mercantiles, aunque yo creería que se confunde un modelo con el mero hecho de ser tramposo y pusilánime. Respuestas hay muchas a por qué la gente no quiere saber del campo, costo del dinero desproporcionado y al nivel de la industria, carencia de mano de obra, igual falencias comerciales como también falta de diferenciar los costos laborales puesto que el agro se mueve por ciclos y de una manera muy distinta.
Todos pedimos a gritos que vuelvan los agricultores, los campesinos productivos y los legítimos empresarios del campo, imploramos por el potenciamiento de una férrea agroindustria, pero no hay seguridad, el productor primario es burlado a la hora de vender sus cosechas, las vías terciarias no aparecen, los silos para el maíz del país no son una opción, sigue la improvisación, la ruina campea, se agotó la ruralidad, pero todos queremos que retornen los campesinos, solo que se nos pasa algo por alto, al igual que osos de anteojos, jaguares, venados y otras especies, el campesino preocupantemente entró en la línea de extinción, pero eso importa un pito mientras las importaciones lleguen, el tema es y si algún día no entra el producto importado como podría pasar si los conflictos internacionales escalan golpeando el suministro de bienes básicos, ¿de qué carajos vamos a vivir?
Lamentable, arriesgado y absurdo, al campesino colombiano se le acabó como si fuera una plaga, fue borrado de veredas y sitios de producción, posiblemente habrá opción en la inteligencia artificial o en la robótica, solo que no imagino una finca con androides cantando o bailando carranga, qué vaina. El país decidió exterminar la economía primaria, no la orientó en asociatividad, la dejó a merced del gota a gota y la desconectó de la productividad, para ello fueron necesarias pamplinas, todo terminó en malas decisones y de ñapa se confundió al país con la inversión extranjera directa cuando en verdad hubo extracción extranjera directa.
Temas del campo hay muchos, uno la manera como algunos siguen apostando por las siembras, pero abordar el tema es mucho más enriquecedor con personas idóneas, con voces autorizadas y verdaderos promotores de economía agraria, nuestra invitada es de lujo y por ello abrimos con toda esperanza esta plática que toca puntos sensibles del sector agropecuario.
En charla con Diariolaeconomia.com, la experta en agricultura y hoy Líder del Grupo Palmeros Unidos Consuelo Velasco Zambranoafirmó que hay unos renglones de la economía y de la agricultura colombiana que han tenido unas oportunidades muy buenas, principalmente en mercados del exterior. Anotó que hay negocios que se han dinamizado mucho pues cada vez se hace más notorio y se vuelve noticia el hecho de que unos sectores de la agricultura estén tomado mayor fuerza en exportación de aguacate por ejemplo y de otros productos, luego en opinión de la experta han existido oportunidades de desarrollo de algunos renglones de la agricultura aunque los tradicionales no han tenido esas mismas oportunidades, luego también llegan noticias no tan positivas del café y de otros bienes que usualmente eran muy apetecidos en los mercados, pero aclaró que las competencias cambian así como las dinámicas y las preferencias, de todas maneras para la conocedora del sector rural en medio de todo sigue existiendo una gran oportunidad para que cada vez haya mejor área cultivada, con mejores prácticas agrícolas y demás, pero también con unos productos más estandarizados.
Expuso que también en el mercado interno se han mejorado muchos consumos que de pronto también eran muy locales, pero que empezaron a ser del orden nacional. Velasco aseveró que le ve mucho futuro a toda la línea de frutas y hortalizas pues es donde más ha visto avance y desarrollo, una dinámica admirable que se hace visible en los mercados puesto que cada vez hay más frentes en ese sentido.
Colombia no sacó provecho de los TLC
Así como lo dijo en este medio la ex viceministra de Comercio Claudia Uribe, la ex dirigente gremial y experta en tema de agro apuntó que sin duda Colombia perdió una oportunidad de haber tenido un acompañamiento de los gobiernos de los cuales se esperó la promulgación de unas políticas claras y del fortalecimiento de todas las estructuras productivas en la ruralidad, pero también de los procesos de calidad y transformación para haber llegado a un mercado como el de Estados Unidos, es decir, anotó, el país tiene muy buena oferta, pero necesita cumplir con los más exigentes estándares de calidad los cuales se hacen con unas normas claras, con un Instituto Nacional de Vigilancia de medicamentos y Alimentos, Invima, fortalecido, igual un Instituto Colombiano Agropecuario endurecido y fortificado, pero igualmente con un acompañamiento muy claro en todos esos procesos de estandarización porque reconoció que Colombia es muy buena en lo que hace desde su producción primario, sin embargo insistió en que se necesita la transformación así como la estandarización, en la presentación, en el embalaje, el transporte y demás, lamentablemente, aceptó la conocedora, el país dilapidó eso por cuanto se quedó en una expectativa que no se cumplió.
Desde su análisis, y viendo lo que pasa en dos sectores, el país aprendió a convivir con los productos importados y a fortalecerse frente a esas adquisiciones. Señaló que en un momento determinado no se puede decir que a Colombia la arrasaron y que llegaron productos a sustituir el trabajo campesino o la oferta local porque sin duda hubo sectores que asimilaron las importaciones, factor que les ayudó a mejorar mucho también, de todas maneras, aclaró, ese fue un proceso de aprendizaje sobre atributo y demás, de todas formas, recalcó, el TLC no se ha aprovechado en términos de acceso a mercados como se debió hacer porque hubo expectativa y fue eso lo que se le vendió a los compatriotas.
Expuso que tristemente se desperdició un mercado sugestivo de 335´893.238 habitantes en donde hay una población latina importante que puede demandar los productos colombianos, factor que nunca fue aprovechado y si se hizo fue en bajo porcentaje.
Un asunto que no puede dejarse al margen de la discusión es, qué pasó con la agenda interna de competitividad porque en cada reunión la agenda se iba pareciendo más al Libro Gordo de Petete, lo cierto es que no llegaron las vías terciarias y secundarias, no aparecieron los bienes públicos y no hubo nada de nada. Más que miedo, expresó Velasco Zambrano, lo que posiblemente ocurrió es que no hubo ese acompasar de lo que se debería hacer porque se habló de fortalecer las entidades públicas, de potenciar a muchos profesionales, igual se dialogó de profesionales que iban a hacer procesos de calidad, se discutió sobre mecanismos de acopio porque no se podía tener agricultores muy grandes, pero si técnicas de mercadeo, depósito y transformación. Claro, se habló con entusiasmo de la estrategia y ésta nunca se puso en marcha.
Hay situaciones vergonzantes como que a estas alturas del siglo XXI, Colombia adolezca de la adecuación de silos para guardar cosechas de cereales y otros productos. No hubo, enfatizó la experta, toda la tecnología a la cual el país debió tener acceso para optimizar todo, verbigracia, transformación, acopio, almacenaje, prevención de plagas y enfermedades porque Estados Unidos es extremadamente exigente, es decir, Colombia debió fortalecer todos sus programas de libre de enfermedades que son restrictivas en el comercio y para mal de los intereses locales el país se quedó estancado en eso porque no hubo un plan agresivo en ese sentido.
Es triste decirlo, pero Colombia en el TLC se quedó en tibios protocolos y en programas igualmente apáticos en la eliminación de plagas prohibitivas en el comercio internacional.
“Recuerdo que a nosotros nos decían Chile, el modelo chileno, fíjense en todo lo que hicieron y la verdad teníamos el ejemplo, no lo mostraban, pero nunca adaptamos lo que había que acomodar o traer”, declaró la señora Velasco Zambrano.
Otra prueba de equivocación y falta de visión fue el pavor que le dio a Colombia mirar con buen tiempo a los mercados prometedores de Asia-Pacífico, algo que sí logró Chile y otros países de la región, hoy con unos indicadores en sus economías y con unas dinámicas exportadoras admirables pues hay que ver como repunta México y el mismo Perú. Hace algo más de una década, precisó la directiva, Colombia se dio cuenta que ir al Asia y aprovechar la Cuenca del Pacífico no era un cuento chino.
Infortunadamente hubo timidez con los respectivos costos, pero a la respetabilísima invitada le parece importante fortalecer el consumo interno porque cada vez se necesita que todas las poblaciones colombianas tengan acceso a una mejor alimentación y nutrición, la reconocida líder está de acuerdo con eso, pero también con crecer mirando a los mercados internacionales, no todo puede ser, anotó, mercado interno porque este también se estanca ya que si el poder adquisitivo no se da los crecimientos son muy lentos y sin vacilación el poder de compra y las facilidades de adquirir están afuera en los países desarrollados y es justo a donde Colombia de llegar también.
Geopolítica, una perseverante preocupación
En un lugar fresco del Club Infantas en Barrancabermeja en desarrollo de un excelente encuentro técnico y académico de palmicultores, el factor geopolítica fue abordado con la siempre brillante Consuelo Velasco Zambrano, un punto neurálgico y complejo por todo lo que pasa en Europa del este y en la Franja de Gaza, asuntos que de escalar generarán mayores traumatismos logísticos, no solo en detrimento de la seguridad alimentaria sino en la elemental opción de sembrar, en vista que Colombia tiene una dependencia sumamente alta de insumos, tesis que se refrendó cuando estalló la guerra Rusia-Ucrania habida cuenta que de manera inmediata los fertilizantes escasearon y subieron absurdamente de precio, hubo dificultades y por eso existen situaciones a las que el país debe anticiparse.
“La pregunta es, qué estamos haciendo nosotros como empresa privada y como gobierno para anticiparnos a posibles crisis. Esperamos que esto no escale a una Tercera Guerra Mundial, sería indeseable no solo para Colombia, para el globo pues se sacrificarían muchas vidas por unas situaciones que fácilmente pueden terminar en acuerdos y otras cosas. Nosotros no estamos allá y seguramente hay de lado y lado justificaciones para lo que está pasando, pero a nosotros eso nos impacta gravemente porque inmediatamente se afectan los flujos de comercio tanto hacia Colombia como desde Colombia, se encarecen muchos productos y lo cierto es que hay mucha dependencia, por minerales, fertilizantes, bienes de capital y tecnología por citar algunas provisiones que se verían truncadas”, afirmó la Líder del Grupo Palmeros Unidos Consuelo Velasco Zambrano.
A raíz de todo ese embrollo, manifestó la vocera, probablemente Colombia cifrada en unos crecimientos con base en esas relaciones comerciales, tiene que interrumpirlas y la alternativa no asoma, luego a criterio de la egregia analista sí es muy preocupante lo que le pueda pasar al país y por ello es deseable que el o los conflictos no escalen a ese nivel, pero recalcó que el país siempre debe estar preparado, algo parecido a la contingencia adoptada hacerle frente al cambio climático.
El hoy del mundo, dogmatizó la directiva, no es fácil y todo se hace cada vez más perplejo, la incertidumbre reina y por eso el llamado es al gobierno, empresarios y comunidad por cuanto hay que actuar con prevención, no se puede bajar la guardia porque en medio de las dificultades y de los riesgos no hay mayor atención por el devenir. Añadió que si bien hay en el país adeptos al gobierno y gente distanciada de él, eso no puede llevar a no pensar de manera conjunta y a través de los gremios, organizaciones productivas y entes estatales en qué se va a hacer ante una situación compleja pues es algo que debe hacerse por encima de cualquier diferencia teniendo en cuenta que está en juego el futuro de la economía colombiana que de no moverse afectará absolutamente todo.
“Es hora de sentarnos y buscar puntos medios en donde hablemos de lo que nos puede pasar si llegase a escalar una situación de esas a nivel de una Guerra Mundial”, señaló Velasco Zambrano.
Un ejemplo directo es el Covid-19 y la llegada de la crisis global logística lo que muestra que Colombia no es ajena que si bien no dependen del país directamente, sí impactan muchísimo y por eso el llamado hoy es al diálogo pues más allá de las diferencias hay un riesgo que conmina a dejar el radicalismo para opinar, proponer, trabajar y concertar, el momento, destacó la Líder, da para lanzar ideas y generar soluciones de manera conjunta.
Cumbres climáticas han sido frustrantes
Los gobiernos, los grandes conglomerados y desde luego el afán de muchos por cambiar el chip y mejorar las condiciones del planeta conllevó a las grandes cumbres climáticas en donde más allá de la foto y el tremendo comunicado de cierre no pasa nada, caso contrario el mundo sigue en cuenta regresiva y por eso se espera tanto de la COP16 que avanza en Cali en donde se analiza el futuro de las especies de fauna y flora, pero también del entorno y la sostenibilidad humana, temas centrales de la agenda.
En opinión de Consuelo Velasco, los resultados pasados y los compromisos quebrantados o jamás considerados hacen que el asunto sea muy frustrante porque la humanidad necesita verdaderas acciones de peso por parte de los países líderes en ese tema pues se necesita con sinceridad y compromiso se irradien la totalidad de las decisiones.
Dijo que efectivamente los hidrocarburos son un tema que pesa, pero aclaró que no es el único ítem a considerar por cuanto está igual el tema del consumismo en la ropa, en los alimentos, plásticos y otros productos contaminantes y de alto riesgo. Lo cierto, subrayó la experta, es que hay mucho por hacer y todo se queda en saludos a la bandera.
Estimó que de todas maneras no hay que desanimarse y seguir gestionando desde los entornos en su totalidad, la casa, la educación en los colegios, las empresas, los gobiernos y en todos los niveles, los compromisos y acciones para salvar el planeta lo cual implica una serie de prácticas orientadas a disminuir el impacto que el ser humano está generando en la atmósfera.
Hoy, detalló la versada, con los agudos inconvenientes de cambio climáticos es muy devastador el impacto que se viene causando con las explosiones consecuencia de misiles y bombardeos, por eso hay mayor calentamiento y visible es que el planeta debe estar casi que con una herida de muerte con el tema nuclear y de armas de destrucción masiva o llamadas de alto impacto. Es una realidad alarmante, pero remarcó en que no se puede bajar la guardia y cada uno desde las plantaciones, las empresas, los hogares y la comunidad, debe buscar contaminar menos y proteger fauna, flora y agua, el asunto, puntualizó, es aportarle al planeta.
Cambio climático traerá novedades patológicas
La Líder del Grupo Palmeros Unidos del Sur del Cesar anotó que generalmente los cambios en la atmósfera traen novedades en la salud animal o vegetal pues ya se sabe de mutación de especies, mayor resistencia de microorganismos y todo tipo de sucesos que finalmente pueden redundar en problemas sanitarios o fitosanitarios a futuro.
Si bien no descartó la llegada de nuevas enfermedades, algo indudable por los nuevos contextos, lo que se ha visto, dijo, es un cambio en el comportamiento de las enfermedades existentes ya que vienen con microorganismos más agresivos y resistentes.
“Nosotros no tenemos ese lío de la resistencia antimicrobiana porque son otro tipo de microorganismos, pero una cosa que si nos preocupa es que nosotros hemos buscado el menor uso de insecticida de origen químico precisamente buscando un manejo sostenible, pero nuestras plagas y enfermedades han respondido de pronto de manera no adecuada al retirar los agroquímicos pues al querer apartarlos de las explotaciones el productor empieza a batallar con las enfermedades. Hay algo que estamos trabajando, un tema de largo plazo y es el control biológico siendo más amigables con el ambiente, un método muy importante, pero con prolongación en el tiempo”, explicó Velasco Zambrano.
La líder dijo que la única manera de reducir el uso de agroquímicos es teniendo una mejor biodiversidad reconociendo que la palma es un monocultivo que cuando es atacado por una plaga la afectación es mayor y eso llevó a promover la protección de los bosques dentro de las plantaciones en donde igual caben otras especies arbóreas sin que ello entorpezca la actividad palmera que incluye movimiento de personal y vehículos, el asunto es adecuar unos espacios con distintas especies vegetales que ayudan a mejorar la biodiversidad y así las plagas y las enfermedades se controlan, todo sobre pilares de biodiversidad y control biológico, aspectos que ayudan a reducir considerablemente el uso de agroquímicos.
Otro factor que ayuda es el trabajo en mejoramiento genético y las nuevas variedades genéticas buscan resistencia a las enfermedades siendo igualmente productivas y ahí están los clones que tiene Cenipalma, igual el híbrido que ha trabajado el centro de investigación, pero que las casas comerciales lo han venido impulsado, luego es notable que se han buscado varias alternativas para hacer que el tema sanitario por lo menos se tenga en el radar, controlado y demás, pero el gremio y su núcleo de exploración, confirmó la líder, quietos no están.
Resaltó que no se está hablando de un tema fácil porque los productores siembran palma para 30 años y si llega un problema la salida es tumbarla y poner una variedad más resistente, eso no se puede y por ello es aconsejable el control biológico, la siembra de otro tipo de plantas e inclusive cultivar productos comerciales como maíz y otros.
Algunos dicen que es muy positivo que Europa proponga sembrar limpio, en condiciones ambientales óptimas y respetando asuntos laborales entre tantas cosas, pero refutan que precisamente esa región del mundo es la que más venenos, insecticidas, plaguicidas, herbicidas y síntesis química comercializa por el mundo acabando los suelos vivos y haciendo que la comida fumigada se convierta en una puerta abierta al cáncer.
En el frente productivo, dijo Velasco, existen varias mesas y hay una en particular que es la de RSPO muy conocida por ser la mesa de aceite de palma sostenible y evidentemente allí hay grandes requerimientos tanto como que exigen más de lo que están dispuestos a dar, pero reconoció que hubo una estimable concertación en donde se les mostró que Colombia no es tan poco sensible como ellos creen y que no toda la palma sembrada implicó deforestación, se ha evidenciado algo de flexibilidad, no para que los palmeros no hagan las cosas porque un agricultor no puede ser sostenible porque se lo exigen sino por convicción.
A los europeos se les ha hecho entender que efectivamente en Colombia hay unas condiciones que aseguran que el aceite que se les está entregando cumple con unos estándares, pero también es cierto que hemos tenido que decir, “ustedes exigen, pero también qué están haciendo y cuál es su apuesta para mejorar la vida y el ambiente pues no puede haber una exigencia unilateral”.
A los agricultores cuando se trabaja en sostenibilidad, comentó la Líder, se les dice que hagan todo al derecho en palma, no por las exigencias o presiones de Europa sino por un convencimiento, de que están protegiendo el país y eso reúne fauna, flora, agua y el entorno nacional que es el que heredará la descendencia colombiana.
Consuelo Velasco está cerca de cumplir 12 años con una iniciativa de los palmicultores del sur del Cesar particularmente de una asociación conocida como Palmeros Unidos, un reto y un brío muy amable y grato que busca darle manejo a toda la problemática sanitaria de manera regional porque las enfermedades como es bien sabido no respetan cercas y no se hace nada en la plantación, apuntó, si el vecino no está lo suficientemente capacitado y preparado para hacer el mismo manejo que hace el palmero juicioso y disciplinado que recurre a la práctica correcta o adecuada.
“Nosotros hemos recorrido toda la región, conociendo quién es quién para lograr un manejo regional uniforme con respecto al avance de las enfermedades, pero que incluye el manejo agronómico y ambiental porque todos los componentes son importantes. Es un trabajo muy bonito del cual me siento orgullosa porque realmente cuando uno va a campo y ve que la gente entiende la importancia de ser responsable con el manejo de sus plantaciones da satisfacción”, acentuó la Líder del Grupo Palmeros Unidos.
Sobre sus nuevas funciones destacó el voto de confianza que recibió de los palmicultores pertenecientes a la Zona Central Palmera para representarlos en la Junta de la Corporación Centro de Investigación en Palma de Aceite, Cenipalma, lo que explica su presencia en esas reuniones a donde lleva las inquietudes o informa sobre avances y situación de los productores.
La Corporación de Aceite de Palma Sostenible de Colombia, APSCO o APS Colombia fue fundada en 2022 como una organización sin ánimo de lucro, proceso en el que intervinieron palmicultores así como organizaciones ligadas al fortalecimiento y posicionamiento de la sostenibilidad del aceite de palma colombiano.
El tema es que para algunos conocedores, APS-Colombia realmente es la organización para certificación enfocada en los pequeños y medianos productores de palma ya que los grandes cultivadores están en certificación RSPO, prácticamente en otras ligas, pero la idea, en opinión de Velasco, es tender una mano a los pequeños que necesitan ir acoplando paso a paso buenas prácticas agrícolas y métodos de excelencia de cara a la sostenibilidad.