Punta de lanza. Petro: el Sísifo de la mitología progresista

Gustavo Petro presidente de Colombia durante la "Cumbre del futuro" en la Sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, EE.UU., el 23 de septiembre de 2024. Foto: REUTERS

Por Senén González Vélez

Toronto, Canadá

El síndrome de la “sisifemia” y la parálisis espiritual de la que adolece el presidente de Colombia, se debe al agotamiento físico, mental, psicológico, que le es ya muy notorio y común, cosa que lo obliga a proceder equivocadamente en todo.

Cristianos como yo, nos da lástima y compasión su estado de ánimo y postración. Por ello, le deseo que en este fin de año que está a punto de culminar, o para inicios del 2025, pueda ‘’descansar en paz’’. Solo le queda al presidente Petro, el fuerte de los grupos de delincuentes y un remanente de petristas, arrepentidos, que no saben qué hacer.

Todos estos pasos equivocados, sumados al prontuario de su gestión político-ideológica, lo ponen en la cuerda floja para el 2025, año en que van a ocurrir muchísimas cosas, más negativas, que positivas. Pero hay tener cuidado. ¡Sorpresas te da la vida … !

Hay que estar alertas, porque la culebra con el rabo pisado, es mas peligrosa.

Por ese motivo he querido remitirlo a la condición del hombre absurdo, avivato, flojo, que chambonea con mucha frecuencia, pero su peligrosidad es innegable. Pero si hay que agradecerle el aumento salarial del 9.5% al mínimo, que finalmente nos obligará a que aumentemos el volumen de arroz en el plato, con un huevo encima, porque las proteínas quedaran reducidas a la mínima expresión, por los costos que se reflejarán en la canasta familiar y muchas otras cosas, que arrastran dicho incremento, concebido de modo populista: sin técnica, ni cálculos de ninguna clase. Pero si políticamente. ¡Ahí está el peligro!

No todas las veces la cantidad está representada en la calidad, y por lo mismo, mucho menos en las satisfacciones.

Es la política del bobo: te aumento el salario, pero te incremento todo lo demás, que sumando y restando, el 9.5%, resulta menos que, por desgracia, para buscar el punto de equilibro del sector comercial, todo se reflejará en la base de la producción y el empleo. Baja la producción y se incrementará el desempleo, de donde se derivan otros conflictos sociales.

Los días pasan, y es cuando se empiezan a sentir los golpes y salen los moretones. Y… ya ¿para qué?

Voy a hacer uso de la sentencia del afamado escritor Albert Camus, cuando en su obra el ‘’EL MITO DE SÍSIFO’’, los dioses habían condenado a este personaje, a subir la inmensa piedra a la cima de una montaña, con la deliberada intención que cuando estuviera a punto de llegar, esta se le devolviera arrasando con todo lo que en su recorrido dejó.

El destino le pasó la cuenta de cobro a la obra y vida del ex-terrorista Petro — si es que así se le puede calificar —, porque al no poder subir la piedra que le ordenó el ‘’progresismo’’, por desconocer el sentido del mito, pensaron que se trataba del peñón de la sabrosura, que al subirla el Presidente a la cima, desde allá la arrojaría para catapultar la democracia, la libertad, el Estado de Derecho, y resulta que se equivocó, porque la mole se le devolvió.

Pero ahora se la endosó al pueblo con sus medidas y propuestas, para humillarlo, siendo el absurdo y de las más desgarradoras de las pasiones. ¿Por qué razón el presidente Petro insiste en proponer muchas cosas que son un contra sentido? ¿Acaso no lo es, el imponernos un sistema malo que, en sus causas y efectos, son desastrosos y que, además ha fracasado mundialmente?

¿Las reformas a la salud, la fuga de capitales y de los inversionistas, más los temores de los empresarios que viven en ascuas con las temerarias reformas tributarias? ¿Y… qué pensar de la incógnita que generan las grandes sumas que tiene el Estado en las fiducias bancarias, que se dedicarán para las elecciones del 2026? ¿Qué pensar de los índices de corrupción a todos los niveles, incluyendo el presidencial? ¿Dónde quedaron los principios éticos y morales, que van camino a la decadencia total? Recuerden lo de los topes electorales.

Todos esos factores, hacen insostenible la permanencia de Petro en el poder y eso nos obliga en este próximo año que entra, 2025, que tomemos acciones que pasen de los discursos floridos, a las determinaciones directas, para que se sientan. Hay que buscar alianzas internacionales que nos apoyen, como también ir pensando en la unidad nacional para la salvación de la patria. Hay que elegir un solo candidato.

Todo ese entramado del progresismo, es para vendernos la idea de que lo irracional, puede convertirse en un determinado momento en racional.

¿Qué pensar del tren volador que sale de Arauca y llega a Barranquilla? Le falta poco para decir que su recorrido tiene como destino final Marte, donde podrán disfrutar de las mejores playas nudistas …

La teoría “Petri progresista”, es lo más absurdo de las ocurrencias traídas de los caprichos de un alma confundida por el ego, la venganza y el odio, que lo han convertido en un paralítico espiritual.

El presidente SÍSIFO de Colombia, pensó que con su trayectoria de terrorista, sumado a todo el haber de peripecias vividas, podría, por esa razón, ser considerado como el héroe del progresismo hispanoamericano y del mundo. Quienes así lo estimaron, se equivocaron de cabo a rabo. Por el contrario, hundió el progresismo hispanomericano, con nefastas repercusiones mundiales, por lo que se convirtió hoy día, en víctima de sus propios inventos y como el objetivo mundial de críticas en su contra, como presidente fracasado de Colombia.

‘’Yo creí que Colombia de verdad tendría un cambio social, justo y equitativo, ¡pero no!, volvió el país en una mierda’’, palabras de un profesional colombiano que ahora hace de taxista en Toronto.

Tanto habló Petro de la corrupción, para convertirse el padre esta. Muchas veces comparó la derecha con Hitler, para transformarse el presidente, en una copia del perverso austriaco, vinculado al Partido Obrero alemán. Bastante parecido tiene Petro con el miserable jefe del partido NAZI. No hace falta odiar las razas humanas que no le son afines, por los ojos azules, los cabellos rubios y la tez blanca. Es que el nazismo de GUSTAV Petro, lo encarna el odio, que identifica las índoles de los tiranos, y eso ocurría con Hitler. Como lo es Maduro en Venezuela, Ortega en Nicaragua, y la escoria de herederos del Fidel Castro en Cuba.

El SÍSIFO de Colombia, a diferencia del de Camus, no se toma el trabajo de subir nuevamente la roca, porque ese trabajo solo le corresponde a sus gobernados que son sus miserables esclavos.

Es una paradoja de variantes emocionales que dibujan a un Petro, que se parecen mucho a HITLER, que era anti comunista. Entonces el defecto, nos es tanto de ideología, que es nefasta, sino de una pasión obsesiva de delirante locura.

Presidente: Lleva usted una cruz a la inversa, por ello le pesa tanto. ¡Descanse en paz en este 2025!

Sobre Revista Corrientes 4808 artículos
Directores Orlando Cadavid Correa (Q.E.P.D.) y William Giraldo Ceballos. Exprese sus opiniones o comentarios a través del correo: [email protected]

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*