Por Rubencho – Rubén Darío Arcila
“Cuando la noticia se produce, Caracol se la comunica”. “Somos la voz, porque somos los testigos”.
La inmediatez hace de la radio el medio periodístico por excelencia: desde la invasión marciana en New York lanzada por la radio que aterrorizó a América (1938) considerada una de las más grandes “fake news” de la historia, hasta la narración de la llegada del hombre a la luna (Antonio Pardo, William Restrepo y Rodrigo Correa), o el voraz incendio de la torre de Avianca (1973), cuatro años después de su inauguración con cubrimiento en directo desde un helicóptero (Armando Plata); sin dejar de lado la trágica primicia de Antonio Henao Gaviria en el aeropuerto Olaya Herrera a las 3-05 de la tarde por la Voz de Antioquia; el avión Ford-trimotor que transportaba a Carlos Gardel estalló en la cabecera de la pista, accidente en el que fallecieron 17 personas.
La inmediatez es la clave de la resistencia de la radio en tiempos de crisis. La radio se ha revelado como un medio refugio. Y así lo demuestra el hecho de que registra unas caídas de inversión sensiblemente inferiores al resto de los medios, exceptuando los digitales. RCN TV reportó pérdidas por más de $ 10 mil millones entre marzo y junio de 2024.
El ciclismo y el radioperiodismo colombiano está presente en todas partes como en esta gráfica de escarabajos compitiendo en una prueba internacional en Quebec, Canadá
La actuación de los ciclistas colombianos en las tres grandes, Giro, Tour y Vuelta a España tampoco ayudó y más bien perjudicó a los canales que comparten derechos de exclusividad y entraron al finalizar cada etapa en la disputa de cuál de los dos despedía o cortaba primero para liberarse del bajo rating que eclipsó el encendido de los televisores. Desde el 2011 los “escarabajos” no regresaban a casa limpios, sin una sola victoria en el trio de carreras de élite. El futuro no es muy promisorio para buscarle sucesores a Nairo, Rigo, Egan, Gaviria. Sólo se ven a la distancia Santiago Buitrago, Diego Pescador, Colorado y Muñoz ante el enorme avance de daneses, noruegos, africanos, eslovenos, belgas, norteamericanos y australianos. Nos espera una larga sequía; la última coca-cola del desierto puede destaparse en los mundiales de Zurich o en Lombardía, la clásica de las hojas muertas, carreras que cierran la temporada.
El otoño de la radio toma su tiempo, se resiste en las FM y estaciones digitales mientras va cambiando de piel, como la misma naturaleza al superar el invierno: “La radio no muere, se transforma”, titulan algunos colegas de la ACL, Asociación colombiana de locutores, que se preparan para modular entre reliquias, agujas, vinilos, tocadiscos, consolas, tubos, cartucheras, charlas y conferencias convocadas para estas semanas en la sede del gremio. Radio Reliquias será la última en apagar sus transmisores del recuerdo, y salir del aire cuando el aire se acabe.
Rubencho