Debate Trump-Harris: 90 minutos clave para dos candidatos y una cadena televisiva

David Muir y Linsey Davis, los moderadores del debate del martes, estuvieron entre los moderadores de un debate de primarias demócratas organizado por ABC News en Houston en septiembre de 2019. Foto ABC/Heidi Gutman

Por Michael M. Grynbaum

Michael Grynbaum es corresponsal de medios de comunicación que ha cubierto los debates presidenciales de 2016, 2020 y 2024.

Decenas de millones de estadounidenses sintonizarán en vivo el martes para ver cómo la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump enfrentan su primer cara a cara en el escenario del debate.

Esa audiencia masiva también escrutará la actuación de ABC News.

Como patrocinador y anfitrión de un debate de elecciones generales, ABC está a cargo de casi todos los aspectos de la presentación, desde los ángulos de cámara que los espectadores ven en casa hasta la capacidad de los moderadores, David Muir y Linsey Davis, para mantener el evento en marcha.

Normalmente, las cadenas de televisión prefieren pasar a un segundo plano en una noche de debate. Sin embargo, ABC ya se ha encontrado en medio de las acusaciones entrecruzadas de ambas campañas. Los ayudantes de Harris se han quejado de que algunas de las reglas perjudican a la vicepresidenta. Trump, por su parte, ha atacado a la cadena de forma cada vez más beligerante, calificando a ABC como “la peor” y “la más desagradable”.

Los líderes de ABC News, que se reunían en el lugar del debate en Filadelfia el sábado, aseguran que no hacen caso del ruido, señalando que ambas campañas finalmente acordaron participar.

“No creo que nada de lo que se diga sobre nosotros o sobre el debate cambie nuestro papel o nuestra misión”, dijo Rick Klein, director político de la cadena, en una entrevista. “Nuestro trabajo es estar a la altura del momento, y es un momento enorme, un momento de humildad. Nada de lo que se diga sobre nosotros o sobre cualquier otra persona importa una vez que se enciende la luz y ruedan las cámaras”.

Aun así, la cadena, que recientemente ha sufrido un tumultuoso cambio de liderazgo, es consciente de que el martes por la noche será un momento tanto de oportunidad como de riesgo.

Hasta hace unas 10 semanas, algunos expertos sostenían que, en última instancia, los debates presidenciales no importaban. A pesar de todos los preparativos y el escrutinio de los eventos, a menudo han dejado inalterada la dinámica fundamental de las campañas.

Y entonces, el 27 de junio, el presidente Joe Biden subió al escenario de la CNN en Atlanta.

La titubeante actuación de Biden se presentó en directo ante 51 millones de espectadores, situando su estado mental en el primer plano de la conversación nacional. Tres semanas después, abandonó la contienda.

Los moderadores de esa noche, Dana Bash y Jake Tapper, fueron elogiados por su estilo ecuánime, aunque algunos demócratas se preguntaron por qué no intentaron verificar en tiempo real las afirmaciones falsas de Trump.

Klein, de ABC, dijo en la entrevista que Muir y Davis estaban “allí para facilitar una discusión”, y añadió: “El debate pertenece a los candidatos”.

¿Hay lugar para la verificación de datos?

“No creo que sea una cuestión de ‘sí’ o ‘no’”, dijo Klein. “No nos comprometemos a verificar todos o ninguno de los datos, ni en un sentido ni en otro. Estamos ahí para mantener una conversación y facilitar un buen debate sólido, y eso implica muchas cosas en términos de hacer preguntas, hacer avanzar la conversación, asegurarnos de que sea civilizada”.

Esa responsabilidad recae en los moderadores de ABC, un par de presentadores que son más generalistas que especialistas políticos.

Muir, presentador de World News Tonight, es, desde el punto de vista de los índices de audiencia, el presentador de noticias más popular del país: su noticiario nocturno fue visto por un promedio de 7,4 millones de personas el mes pasado, según Nielsen, superando a sus homólogos de la NBC y la CBS, y eclipsando a las audiencias por cable de Rachel Maddow de MSNBC (2,6 millones) y Jesse Watters de Fox News (3 millones).

Muir ha realizado entrevistas tanto a Trump como a Harris, y ha moderado cuatro debates de primarias (tres demócratas y uno republicano) para ABC desde 2015. Davis, quien es la presentadora dominical de World News Tonight, fue moderadora de dos debates de las primarias demócratas durante la campaña de 2020.

Entre otras consideraciones, es posible que los presentadores tengan que prepararse para que Trump los ataque a ellos y a su cadena en directo.

En los últimos días, Trump se ha referido a ABC News como “territorio muy hostil” y ha repetido una afirmación infundada de que la cadena estaba filtrando preguntas a la campaña de Harris por adelantado. En el pasado, Trump ha sentado algunas bases antes de un gran debate para culpar a la cadena anfitriona si tiene una mala noche.

“Creo que ABC es la peor de todas”, dijo Trump a los periodistas. “Creo que son los peores. Son los más desagradables. Son de lo peor que se puede ser”.

Trump también ha aludido al papel de Dana Walden, una alta ejecutiva de la empresa matriz de ABC, Disney, y su amistad de 30 años con Harris. Walden, quien supervisa ABC News como parte de una amplia cartera de diversos negocios de la compañía, ha donado dinero a lo largo de los años a Harris y ha organizado eventos para recaudar fondos para ella. ABC News dice que Walden no participa en las decisiones editoriales.

Por último, Trump tiene una demanda pendiente contra ABC News y su presentador George Stephanopoulos, en la que argumenta que la cadena dañó su reputación. Sin embargo, la demanda se presentó en marzo, mucho antes de que la campaña de Trump aceptara inicialmente un debate en ABC.

La campaña de Harris tiene sus propios reclamos para ABC.

Sus ayudantes exigieron que la cadena cambiara una norma, solicitada previamente por la campaña de Biden, según la cual los micrófonos de los candidatos deben silenciarse mientras el otro está hablando. Los ayudantes de Trump no estuvieron de acuerdo, por lo que la norma de silenciamiento se mantiene, aunque la campaña de Harris dice que el formato ha “perjudicado fundamentalmente” a la vicepresidenta.

El debate del martes será supervisado por Klein, John Santucci, productor editorial ejecutivo de la cadena, y Marc Burstein, productor de grandes eventos políticos de ABC desde hace muchos años. También participan el nuevo presidente de ABC News, Almin Karamehmedovic, que fue nombrado para el cargo hace menos de un mes, y Debra OConnell, presidenta de Disney de su grupo de noticias y redes, quien solía dirigir las operaciones comerciales de televisión para Disney Entertainment.

OConnell dijo en una entrevista que había trabajado en debates televisados para elecciones estatales y locales organizados por las filiales regionales de ABC. En cuanto a los ataques partidistas dirigidos a su cadena, respondió: “Tenemos un equipo increíble y confío mucho en nuestros moderadores”.

Durante el fin de semana, los productores de ABC estuvieron dando los últimos retoques al set en el National Constitution Center de Filadelfia, mientras Muir y Davis viajaban a la ciudad para sesiones de preparación. Klein, el director político de la ABC, dijo que, en medio de todo el barullo, había encontrado una pequeña forma de resaltar la importancia de la ocasión.

Para un lanzamiento virtual de moneda entre las campañas —realizado para determinar la colocación de los atriles y el orden de las declaraciones finales— Klein sacó una moneda conmemorativa del 200 aniversario de la Constitución, que había adquirido cuando tenía 10 años durante una visita al Independence Hall de Filadelfia. El debate del martes se celebrará a tres manzanas de ahí.

Michael M. Grynbaum escribe sobre la intersección de los medios, la política y la cultura. Ha sido el corresponsal de medios de comunicación del Times desde 2016. 

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