Viruela símica: lo que hay que saber sobre la emergencia de salud

Un trabajador de salud congoleño habla con familiares y pacientes dados de alta sobre las medidas higiénicas que deben seguir tras recuperarse de la viruela símica o viruela del mono el mes pasado cerca de Goma, provincia de Kivu Norte. Foto Arlette Bashizi/Reuters

Por Eve Sampson

El miércoles, por segunda vez en tres años, se declaró que la viruela símica, o viruela del mono, es una emergencia de salud de importancia internacional, al tiempo que la Organización Mundial de la Salud instaba a actuar ante un virus que se propaga con rapidez por más de una decena de países africanos.

El brote es más grave en la República Democrática del Congo, donde se han registrado 15.600 casos y 537 muertes, según la agencia de la Organización de las Naciones Unidas. La epidemia de la viruela símica ya es más mortífera que la de 2022, la ocasión más reciente en la que se anunció una emergencia de salud.

Esto es lo que hay que saber sobre la viruela símica, que se solía conocer en inglés como monkeypox antes de que las autoridades sanitarias, en respuesta a quejas sobre el uso de la palabra “mono”, recomendaran en 2022 su nombre actual en inglésmpox.

El virus de la viruela símica es endémico de África central y occidental. La enfermedad es similar a la viruela pero menos contagiosa, y el virus se propaga principalmente a través del contacto cercano con animales o personas infectadas, y el consumo de carne contaminada.

También puede propagarse por contacto sexual, y existe riesgo de transmisión al feto.

El 96 por ciento de las muertes por viruela símica registradas en junio se produjeron en el Congo, un país asolado por un conflicto interno y una crisis humanitaria. Pero ahora la enfermedad se ha detectado en 13 países, entre ellos por primera vez en naciones de África oriental, como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda.

Existen diferencias entre los brotes de las distintas regiones y países, dependiendo de las circunstancias de cada comunidad, según Sylvie Jonckheere, asesora sobre enfermedades infecciosas emergentes de Médicos Sin Fronteras. Pero tienen una característica común, dijo: “No sabemos cómo controlar este brote”.

Ante la amenaza de propagación mundial, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han advertido a los profesionales médicos y a la población del país que permanezcan en alerta máxima.

Pueden ser signos de la enfermedad la fiebre, el dolor de cabeza, dolores musculares y una erupción ampollosa que evoluciona a pústulas y acaba formando costras. Los síntomas pueden durar de dos a cuatro semanas, y el tratamiento en muchos casos se basa sobre todo en cuidados de apoyo y en aliviar los síntomas.

Históricamente, la enfermedad es más letal para los niños pequeños, las personas inmunodeprimidas y quienes padecen comorbilidades, como el VIH.

Aunque en 2022 se utilizaron vacunas durante ese brote, son insuficientes para detener la crisis actual, según los expertos. “No hay suficientes vacunas en el mundo para hacerlo”, dijo Jonckheere, quien recientemente ha dado asistencia a trabajadores de salud en el Congo y Burundi.

Aunque no es una solución absoluta para frenar la enfermedad, el distanciamiento social puede ayudar a reducir su propagación, dijo Jonckheere.

En Estados Unidos, por ejemplo, a medida que las personas se vacunaban y cambiaban sus hábitos de comportamiento, el número de casos se redujo a unos 1700 el año pasado, frente a más de 30.000 en 2022.

Pero en algunos lugares del Congo, como los campamentos de personas desplazadas cerca de la ciudad de Goma, en la provincia de Kivu Norte, las condiciones de hacinamiento hacen imposible mantener el aislamiento. El Congo ha aprobado dos vacunas contra la viruela símica, pero aún no ha llevado a cabo un plan de inmunización.

¿Cuál es la historia de la viruela símica?

La enfermedad se descubrió en 1958, después de que se produjeran brotes en monos utilizados para la investigación. La primera infección en un ser humano se confirmó en 1970 en el Congo.

En julio de 2022, la OMS declaró la epidemia de viruela símica como una emergencia de salud pública de importancia internacional, y la enfermedad se detectó en más de 70 países que nunca antes habían registrado viruela símica. Desde entonces, ha afectado a casi 100.000 personas en 116 países.

Aunque el brote ha remitido en gran medida en Europa, Asia y América, ha empeorado en algunas partes de África. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África informaron de un aumento del 160 por ciento en el número de casos notificados desde principios de 2024 hasta el 28 de julio, en comparación con el mismo periodo del año pasado.

La cepa de viruela símica que se ha estado propagando en el Congo tiene una tasa de mortalidad del 3 por ciento, muy superior al 0,2 por ciento registrado en el brote de 2022.

Las mujeres y los niños son los más afectados, según Save the Children, una organización benéfica internacional, que afirmó que recién nacidos de tan solo dos semanas están contrayendo la enfermedad debido a la saturación de los hospitales.

En las zonas afectadas, el personal de salud está tratando a pacientes de todas las edades, incluidas familias.

“Es realmente desgarrador ver cómo familias enteras acaban en tu centro de tratamiento”, dijo Jonckheere. “Es la madre, son todos los niños, incluidos los muy, muy pequeños”.

Eve Sampson es reportera de información internacional e integrante de la generación 2024-25 del Times Fellowship, un programa para periodistas que inician sus carreras. Más de Eve Sampson

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