París, claves de redacción
Por FundéuRAE
Con motivo de los Juegos Olímpicos que se celebran en París del 26 de julio al 11 de agosto de 2024, se ofrece una serie de claves para una redacción adecuada de las noticias relacionadas con esta competición.
1. París, nombre de la ciudad, y gentilicios
París, escrito con tilde en la i, es la grafía indicada del nombre de la capital de Francia. Como recoge la ortografía académica, París es el topónimo adecuado en español para esta ciudad francesa, no así Paris, sin tilde, que es la grafía propia del francés. Si se quiere hablar de lo relativo a esta capital, se pueden emplear las formas parisino, parisiense y parisién, aunque esta última carece de plural.
Se recuerda que lo apropiado es leer los años como cualquier otra cifra y no dividirlos en bloques de dos, que es algo habitual en inglés: en Juegos Olímpicos de 2024 el número se lee dos mil veinticuatro, no veinte veinticuatro.
2. La denominación la Ciudad de la Luz, con mayúscula y redonda
A la ciudad sede de las Olimpiadas de 2024 también se la conoce como la Ciudad de la Luz. Según indica la ortografía académica, este tipo de denominaciones que se utilizan como alternativa al topónimo se escriben con mayúscula en los términos significativos (los dos sustantivos en este caso) y sin cursiva ni comillas.
3. Olimpiadas también es Juegos Olímpicos
Tanto Olimpiadas como Juegos Olímpicos son opciones adecuadas para aludir a estas pruebas. Olimpiada (u Olimpíada, con tilde en la i) se define en el Diccionario de la lengua española como ‘competición deportiva mundial que se celebra cada cuatro años en un lugar previamente determinado’. Además, el singular y el plural son válidos, por lo que Olimpiada, Olimpiadas, Olimpíada y Olimpíadas son todas formas posibles.
Cabe decir que estos términos se escriben con mayúscula si se alude a una competición en concreto, como Olimpiada de 2024.
4. JJ. OO., con puntos y espacio
De acuerdo con la Ortografía de la lengua española, para formar el plural de una abreviatura por truncamiento extremo, es decir, de aquella que mantiene solo la primera letra del término, lo adecuado es duplicar dicha letra (vv., de versos). Además, si se trata de una expresión compleja (con más de una palabra), se deja un espacio entre cada bloque de letras duplicadas (sin olvidar el punto que le corresponde a cada uno): DD. HH. por derechos humanos. Por ello, la abreviatura adecuada de Juegos Olímpicos es JJ. OO., no J. J. O. O. (con un punto tras cada letra), JJ.OO. (sin espacio entre los bloques), JJ OO (sin punto tras cada bloque) ni JJOO (sin puntos ni espacio).
5. Trigésimos terceros, no trigésimo terceros
La escritura indicada del ordinal que les corresponde a los Juegos Olímpicos de París es trigésimos terceros, con el plural en ambas palabras, y no trigésimo terceros. Los números ordinales que se escriben en más de una palabra presentan concordancia de género y número en todos los componentes: «Las Olimpiadas de París son las trigésimas terceras».
Desde la tercera decena, lo habitual es recurrir a las formas pluriverbales, aunque es posible también el uso de las univerbales: trigesimoterceras, trigesimoterceros.
6. Paralímpico, no paraolímpico ni parolímpico
El adjetivo paralímpico es el adecuado para aludir a lo relativo a los juegos en los que los deportistas son personas con discapacidad. Conforme explica el Diccionario panhispánico de dudas, este término proviene del inglés paralympic, creado en su momento por acronimia de para[plegic] y [o]lympic. Estas competiciones se denominan Juegos Paralímpicos o Paralimpiadas. No son recomendables, por tanto, parolímpico ni paraolímpico.
7. Mayúsculas y minúsculas
Se escriben con mayúscula:
— los nombres de edificios y monumentos (Torre Eiffel, Arco del Triunfo, Palacio de Versalles, Catedral de Notre Dame, etc.), pero, si el término genérico se corresponde con la realidad designada, la minúscula es admisible (torre Eiffel, dado que se trata de una torre);
— los nombres de espacios urbanos en su parte específica (plaza de la Concordia, avenida de los Campos Elíseos, explanada de los Inválidos, etc.);
— las denominaciones alternativas de las selecciones nacionales (la Vinotinto, la Roja, la Tricolor).
Se escriben con minúscula:
— los nombres de los participantes (portador de la antorcha, medallista olímpico, organizadores, etc.);
— los nombres de las disciplinas y sus modalidades (baloncesto, ciclismo, natación, triatlón, etc.);
— los nombres de cargos y puestos (árbitro, jueza, entrenadora, etc.);
— los nombres presea y medalla (de oro, de plata, de bronce).
8. Símbolos, sin punto, con espacio e invariables
Los símbolos se escriben sin punto abreviativo detrás y permanecen invariables aunque la cifra, que se separa con espacio, exprese más de una unidad: 10 km, 1 mm, 2.3 h, etc.
9. Récord y récords, con tilde
El sustantivo récord y su plural récords se escriben con tilde en la e. De origen inglés, su adaptación al español está recogida en el diccionario académico. Aunque se trata de una voz llana y acaba en -s, al plural récords le corresponde la tilde porque las palabras llanas terminadas en grupo consonántico se acentúan, incluso si la última letra es una n o una s, según la ortografía académica: bíceps, récords.
10. Romper un récord, construcción posible
Para indicar que se supera un récord, se puede emplear el verbo romper, que en su sexta acepción en el diccionario académico se define como ‘traspasar el coto, límite o término que está puesto, o salirse de él’. También se utilizan otros términos, como batir, pulverizar, quebrar, etc.
11. Plusmarquista, alternativa a recordman o recordwoman
Los extranjerismos recordman y recordwoman cuentan con alternativas en español: en disciplinas atléticas se puede hablar de plusmarquista y, más en general, de hombre/mujer récord.
12. MVP, sigla innecesaria
En algunos deportes se emplea la sigla inglesa MVP (most valuable player), que puede sustituirse sin problemas por mejor jugador, jugador mejor valorado, jugador más valioso, etc.
13. Favoritismo puede ser ‘condición de favorito’
Aunque tradicionalmente se empleaba solo para hablar de la ‘preferencia dada al favor sobre el mérito o la equidad’, favoritismo también puede aludir a la condición de favorito («El favoritismo de esta selección es bien conocido»), como recoge el diccionario académico.
14. Clasificar(se) para, no a
Para introducir con el verbo clasificar(se) a qué fase o competición pasa un atleta, la preposición indicada es para, no a («El corredor clasificó para semifinales»).
Se recuerda que este verbo se emplea en algunos lugares como pronominal (clasificarse para algo) y en otros como no pronominal (clasificar para algo). Ambas opciones son adecuadas.
15. Lesionarse la pierna, no su pierna
En expresiones como lesionarse la pierna, torcerse el tobillo, dolerle a alguien el hombro, sentir molestias en el brazo, operarse de la tibia, etc., lo indicado es introducir la parte del cuerpo con un artículo (la pierna), no con un posesivo (su pierna), ya que queda claro quién es el poseedor de esa parte del cuerpo a la que se alude.
16. Penal o penalti, mejor que penalty
En varios deportes se contempla como sanción el penal (plural penales) o penalti (plural penaltis), mejor que penalty, que es la forma propia del inglés. También se usa la expresión pena máxima.
17. Las faltas se señalan, no se señalizan
Si se quiere indicar que se ha cometido una falta, el verbo apropiado es señalar, no señalizar, que significa ‘colocar señales’, como recoge el diccionario académico.
18. Árbitra, capitana, arquera…, femeninos válidos
Árbitra es la forma adecuada de construir el femenino de árbitro y se recomienda que el artículo concuerde en femenino (la árbitra, una árbitra…).
Capitana, técnica, arquera… son otros términos femeninos adecuados.
19. COI, mejor que IOC y CIO
La sigla correspondiente a Comité Olímpico Internacional es COI, que resulta preferible a las formas IOC (del inglés International Olympic Committee) y CIO (del francés Comité International Olympique).
Libros publicados por don Efraim Osorio quien cada ocho días da cátedra de español en su columna de La Patria, de Manizales.(odg)
QUISQUILLAS DE ALGUNA IMPORTANCIA
por Efraim Osorio López
Entorno, coser-cocer, a caballo, previo
Sigamos, pues, montando en burro y paseando a caballo.
La octava acepción que El Diccionario le asigna al término ‘torno’ (del latín ‘tornus-i’, ‘aparato para tornear’) es la siguiente: “Vuelta alrededor, movimiento circular o rodeo”. De aquí, el sustantivo ‘entorno’ y la locución preposicional ‘en torno a’, que no se pueden confundir, como lo hizo, quizás inadvertidamente, el columnista Jorge Enrique Pava Quiceno en esta oración admirativa: “¡Es hora de unirnos entorno al aeropuerto y enfrentar la ojeriza del Gobierno Petro…!” (LA PATRIA, 12/7/2024). La locución ‘en torno a’, la que debió utilizar el columnista, significa ‘alrededor de’. El sustantivo ‘entorno’ es el “conjunto de personas y circunstancias que rodean a alguien y pueden influir en su comportamiento” (M. Moliner). ‘Ambiente’; antiguamente, ‘contorno’. ***
De Cervantes en su Quijote: “No se le cocía el pan*, como suele decirse, a la duquesa hasta leer su carta” (II, LII). Y “…con todo esto, nos hemos de coser la boca, sin osar decir lo que el hombre tiene en su corazón, como si fuera mudo” (I, XXV). Estos dos ejemplos sirven para ilustrar la diferencia que hay entre los verbos ‘cocer’ y ‘coser’: el primero (del latín, ‘coquere’, ‘cocer, guisar, cocinar’) significa “hacer comestible un alimento crudo sometiéndolo a ebullición o a la acción del vapor”; el segundo (del latín ‘consuere’, ‘coser una cosa con otra’), “unir con hilo, generalmente enhebrado en la aguja, dos o más pedazos de tela, cuero u otra materia”. Es este último el que debió emplear el columnista Pedro Felipe Hoyos Körbel en su artículo dedicado a María Martínez de Nisser, escritora y soldado del s. XIX. Así se expresó: “Describe ella cómo se cortó el cabello y cómo ella coció su uniforme” (LA PATRIA, 10/7/2024). *El dicho ‘no cocérsele a uno el pan’ significa ‘estar muy impaciente por realizar o recibir algo’, en el caso de la duquesa, la lectura de la carta que le envió Teresa Panza, la esposa de Sancho. ***
En la misma columna escribe: “…ella quería luchar con lanza y en caballo”. “…y a caballo”, la locución correcta, como ‘pasear a caballo’ o ‘viajar a caballo’. Si esto es así, ¿por qué no decimos ‘montar a burro’, ‘montar a camello’, ‘montar a carro’, sino ‘montar en burro’, ‘montar en camello’ y ‘montar en carro’? Porque no tengo una respuesta cierta, me atrevo a decir que el uso y quizás la eufonía consagraron la expresión ‘a caballo’. Lo cierto es que desde Cervantes, y posiblemente desde antes, ya se empleaba así: en el capítulo XXII de la Primera Parte de El Quijote dice: “-Este hombre honrado va por cuatro años a galeras, habiendo paseado las acostumbradas, vestido, en pompa y a caballo”. Sigamos, pues, montando en burro y paseando a caballo. ***
Lo dicho: es para mí inexplicable la manera como ‘pegan’ los vicios y errores del lenguaje. Lo comprueba el uso extendido y, por supuesto, errado del adjetivo ‘previo’. Un botón de muestra: “Es grave que no se exija el cumplimiento de multas previo a la libertad…” (El Tiempo, destacado, Yessica Hoyos, El ‘Gordo’ García se declara insolvente, 14/7/2024). ¿No es más fácil, y más lógico, decir ‘antes de la libertad’? Parece que para estos redactores y comentaristas deportivos no existe el adverbio ‘antes’, que puede ser de tiempo y de lugar. Ni siquiera el adverbio ‘previamente’ (‘antes, con anticipación’) es apropiado en esa construcción, que sí lo es en oraciones como la siguiente: “Previamente Cristo había rechazado la propuesta de una constituyente” (El Tiempo, Gustavo Duncan 17/7/2024). .
DESCACHADAS IDIOMÁTICAS
Por Jairo Cala Otero
- «¿Cuánto es el precio del metro cuadrado en el área?». Título interrogativo en el diario Vanguardia, alrededor del valor de la tierra en Bucaramanga y su área metropolitana (Girón, Piedecuesta y Floridablanca). Quedó mal formulada la pregunta, y, además, se dejaron de incógnitos el asunto y el territorio. ¿Metro cuadrado de qué? ¿Cuál área? Lo correcto hubiese sido: «¿Cuál es el precio del metro cuadrado de tierra en el área metropolitana?; o también: «¿Cuánto vale un metro cuadrado de tierra en el área metropolitana?
- «Hoy, a tan solo unos días después de la polémica, el músico, cuyo nombre real se desconoce, regresa a los titulares». En el periódico El Espectador se referían al Disjet Exotic, artista que mostró un mico tití como mascota. El giro «a tan solo unos días después» es un galimatías. Es tanto como si en gastronomía se revolviera caviar con sopa de mondongo. Corrección: «Hoy, pocos días después de la polémica, el músico, cuyo nombre real se desconoce, regresa a los titulares».
- «Bucaramanga del ayer: La extinta casa de las tías Barco». Del vocablo extinto (a) dice el diccionario: «Adjetivo culto. Que está extinguido. Especies, lenguas, civilizaciones extintas». No habla de casas. Luego no se podría preguntar cuándo «murió» o se extinguió la mentada casa, eso es inverosímil; las casas se derrumban, se tumban. Por esa simple razón hubo metida de pata al escribir «la extinta casa». La desaparecida casa, es otro asunto. La falta del diario Vanguardia pudo evitarse así: «Bucaramanga del ayer: La casa del ayer de las tías Barco». También: «La desaparecida casa de las tías Barco».
- «El columnista de Blu Radio se refirió al video que se volvió viral…». Frase en el periódico virtual Pulzo. Un columnista es una persona que escribe artículos de opinión para diarios o revistas. Si alguien interviene habitualmente en una radiodifusora, como es el caso de Blu Radio, a esa persona se la llama comentarista, no columnista. En el texto de la información recaían en el error al citar: «Los columnistas de ese espacio radial…». En la radio no hay columnas por donde se ‘hable’, hay micrófonos; solamente existen las columnas de cemento y hierro que sostienen la planta física donde funciona la emisora. Correcciones: 1.- «El comentarista de Blu Radio se refirió al video que se volvió viral…». 2.- «Los comentaristas de ese espacio radial…».
- «De acuerdo con testigos, se trataron de detonaciones sucesivas…». El Diccionario panhispánico de dudas advierte que «en una construcción impersonal y, por tanto, carente de sujeto, no debe establecerse concordancia entre el verbo y el sustantivo que forma parte del complemento preposicional». Tal es el caso que publicó el diario bogotano El Tiempo, en cuya redacción se escribió «se trataron de detonaciones», al aludir a un atentado con explosivos. La frase hubiera sido precisa así: «De acuerdo con lo dicho por testigos, hubo varias detonaciones sucesivas».
- «Procuraduría investiga a Director de la Cdmb». Este era el título en el periódico Vanguardia, en época en que se escogería director para la Corporación de Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB). Los cargos se escriben en minúscula inicial (aunque se los crea muy encumbrados). Las siglas que no pasen de cuatro letras se escriben en mayúsculas enteras. El periódico bumangués y otros de circulación nacional omiten la regla ortográfica, pues acomodaron su propia norma al antojo de sus orientadores. La realidad es: «Procuraduría investiga a director de la CDMB».
- «Gracias x enseñarme a pedir perdón x mis herrores cometidos ante Dios». De un mensaje de Whatsapp. La equis (x) no se lee como preposición ‘por’, ni la remplaza, como muchos escribidores en los canales virtuales de comunicación lo hacen. Para colmo, la persona que escribió esta oración gramatical incurrió en otro grave error: escribir la palabra errores con hache. Reconstrucción del aporreado mensaje: «Gracias por enseñarme a pedir perdón por mis errores cometidos, ante Dios». También: «Gracias por enseñarme a pedir perdón a Dios por mis errorescometidos».
- «… muchos avemarianos –¿será que ese es el gentilicio?–». De una crónica de Juan Gossaín Abdala en El Tiempo sobre Ave María, pueblo estadounidense donde residen únicamente ciudadanos católicos. Contiene un ‘que’ galicado, es decir, un vocablo copiado del francés. Ese error consiste en emplear el ‘que’ como adverbio relativo después del verbo ser conjugado, en lugar de los adverbios de modo, tiempo y lugar. Por lo tanto, Gossaín Abdala debió escribir: «… muchos avemarianos –¿será ese el gentilicio?–».
- «… Arbeláez, en Cundinamarca, al que él regresó hace dos años y ella, también». La frase es de Gustavo Gómez Córdoba en el diario El Tiempo. Ese tiempo descrito es muy raro: ¡hace dos años y ella! Cuando de poner comas se trata, se comprueba que no es lo mismo escribir mal que hablar por hablar. Corregida, la oración funciona así: «…Arbeláez, en Cundinamarca, al que él regresó hace dos años, y ella también». Mejor aún, sin rodeos: «…Arbeláez, en Cundinamarca, adonde ambos regresaron hace dos años».
- «¿Como te gustaria resivir este apoyo?». De un portal sospechoso, cuyos emisores se hacen pasar como enlace del Gobierno, para brindar información sobre un bono económico para personas de escasos recursos. Se identifica como miitli.com/ingresosolidario/#. Además del peligro que entraña, se puede descubrir la intención delictiva por la forma horrorosa como escriben. Si tan descuidados son con la ortografía, ¡cómo serán con la ayuda monetaria que anuncian! Además de advertir la trampa, corrijamos esos petardos contra el lenguaje: «¿Cómo te gustaría recibir este apoyo?». Así sería si la dicha anunciada fuese cierta.
- «Su falta de empatía y de capacidad de reconocer al que no está de acuerdo con él como ser humano es nula». De un comentario de Nicolás Pineda Salazar en X, reproducido por el portal Pulzo, sobre el exministro Fernando Londoño. No hay errores gramaticales, pero sí una imprecisión que contradice lo que el opinador quiso decir. Si es nula la falta de empatía y demás, significa que sí tiene esos valores: empatía y capacidad de reconocer a quien no está de acuerdo con él. ¿Eso quiso decir? ¡No! Corrección: «Su falta de empatía y de capacidad de reconocer al que no está de acuerdo con él como ser humano es total». (Entre otras posibles fórmulas lingüísticas).
- «(…) lo que empezó como un paseo en bote inolvidable, terminó siendo una película de terror». De Laura Tobón, presentadora de televisión, según un reportaje en el diario El Tiempo. Yo he vivido algunas experiencias de navegación en bote en el mar, pero me gustaría volver a tenerlas en un «bote inolvidable», como el que conocieron Laura y sus parientes. ¡Debe de ser inolvidable experiencia también! Además, ¿por qué una aventura real es calificada como película de terror? Es recomendable siempre no ahogarse ni asustarse con el uso del idioma: «(…) lo que empezó como un inolvidable paseo en bote, terminó siendo una aventura desagradable».
- «Protégete De Los Ladrones Cibernéticos Con Estos Tips». Del portal Todo-mail.com, en donde es costumbre usar la tipografía que estilaban los periódicos de todo el mundo en los años 60. En el siglo XXI, siglo de la revolución en comunicaciones, algunos reticentes al cambio persisten en vivir en el pasado. Además, le añadieron el anglicismo tips, que resulta inútil porque en español lo remplaza la palabra consejos. El estilo tipográfico luce mejor así: «Protégete de los ladrones cibernéticos con estos consejos».
- «Lo que podría haber detrás de todo esto es un tema de corrupción». Del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, en una entrevista para el diario El Tiempo. ¿Cuántos temas de esa clase hay, acaso? La corrupción es un único y maldito monstruo con mil variantes que desangra el erario, merced al espíritu de ladrón que tienen muchos funcionarios. Si el redactor de la nota hubiese estado «avispado», habría podido eliminar la falta del alcalde: «Lo que podría haber detrás de todo esto es corrupción».