Alrededor de 15 millones de trabajadores que se emplean en Estados Unidos, en restaurantes y cafeterías, ganan un tercio del salario mínimo oficial, resultado de una ley de hace casi un siglo.
Mientras que la generalidad de los trabajadores tienen estipulado un salario oficial de US$7.25 la hora, (que no ha cambiado desde el 2009), en la industria de la gastronomía y la hotelería, solo se paga US$2.13 por hora.
En consecuencia quienes se emplean en ese sector, dependen en gran parte de las propinas que pagan los clientes para completar un ingreso mínimo.
Al analizar dicha situación, la investigadora Nina Mast, especializada en Políticas Públicas, y vinculada al Instituto de Política Económica (EPI), con sede en Washington, sostiene que dicha normatividad es una herencia de las normas racistas que prevalecieron y quedaron consignadas en la Ley de Normas Laborales Justas, que se expidió en 1.938.
Indicó que en la actualidad el salario de un trabajador de los Estados del Sur, que recibe propinas, es en promedio de US$15.13 / hora, frente a los US$23.64 que perciben los vinculados a otros sectores de la economía.
Indica que solo 7 Estados se han apartado de la antigua Ley, que soporta buena parte del negocio de los propietarios de negocios de comida y bebidas.
Fuente: Instituto de Política Económica (EPI)