¿Es mala idea beber alcohol en un avión?

Eric Helgas for The New York Times

Por Alice Callahan

P: Un cóctel o una copa de vino me ayudan a conciliar el sueño en los vuelos largos. Pero, ¿cuáles son los inconvenientes de beber en un avión?

Tras el ajetreo del embarque y el esfuerzo de apretujar el cuerpo y el equipaje en espacios reducidos, una copa o dos pueden parecer justo lo que necesitas.

Pero los resultados de un pequeño estudio publicado a principios de este mes sugieren que existen ciertos riesgos asociados al consumo de alcohol en los aviones, sobre todo en los vuelos más largos cuando se piensa dormir. Preguntamos a los expertos sobre la nueva investigación y cómo es su relación con lo que ya saben.

Según Colin Church, neumólogo y profesor sénior de la Universidad de Glasgow, Escocia, a medida que un avión asciende, el nivel de oxígeno en la cabina desciende, lo que hace que también disminuya el nivel de oxígeno en sangre. El consumo de alcohol puede aumentar la frecuencia cardiaca, añadió, y se ha demostrado que reduce los niveles de oxígeno en sangre durante el sueño.

El nuevo estudio fue el primero en examinar los efectos combinados de la altitud y el alcohol, dijo Eva-Maria Elmenhorst, investigadora del Instituto de Medicina Aeroespacial de Colonia, Alemania, quien dirigió la investigación.

Para el experimento, ella y sus colegas reclutaron a 48 adultos sanos de entre 18 y 40 años. La mitad completó el estudio en un laboratorio de sueño con presión atmosférica normal. La otra mitad durmió en literas en una cámara de altitud con una presión de aire similar a la de un avión.

Los participantes de ambos grupos durmieron desde la medianoche hasta las 4:00 a.m. durante dos noches, una sobrios y otra después de haber ingerido casi cuatro onzas de vodka, una cantidad de alcohol similar a la que se encuentra en dos cervezas o copas de vino. Usaron dispositivos para medir los niveles de oxígeno en sangre, la frecuencia cardiaca y las fases del sueño.

Los participantes que durmieron a presión atmosférica normal tuvieron un nivel medio de oxígeno en sangre del 96 por ciento la noche en que estuvieron sobrios y del 95 por ciento la noche en que bebieron. Pero en el caso de los que dormían en la cámara de altitud, los niveles de oxígeno eran del 88 por ciento cuando estaban sobrios y del 85 por ciento después de beber.

Los niveles normales de oxígeno en sangre suelen ser superiores al 95 por ciento en personas sanas, según Ashish Sarraju, cardiólogo de la Clínica Cleveland.

En cuanto a la frecuencia cardiaca, el promedio durante el sueño a presión atmosférica normal aumentó de 64 latidos por minuto estando sobrio a 77 después de beber; y en altitud, de 73 latidos por minuto estando sobrio a 88 después de beber.

Según Sarraju, la disminución de los niveles de oxígeno en sangre y el aumento de la frecuencia cardiaca evidencian la sobrecarga del sistema cardiovascular: el corazón tiene que trabajar más para compensar la disminución de oxígeno.

Pero a medida que el organismo descompone el alcohol durante la noche, la “calidad del sueño se deteriora realmente” y el paciente se despierta con más frecuencia, señaló Bhanu Kolla, médico especialista en medicina del sueño de la Clínica Mayo. Como resultado, es probable que te sientas menos descansado al día siguiente, dijo.

En el estudio, los participantes que durmieron en la cámara de altitud pasaron menos tiempo en sueño profundo y REM que los que durmieron con presión atmosférica normal. El alcohol comprometía aún más su sueño: se despertaban con más frecuencia y, en comparación con los 22 minutos de sueño REM cuando estaban sobrios, registraban 14,5 minutos después de beber.

Según Kolla, el alcohol también puede relajar los músculos que rodean las vías respiratorias superiores, provocando ronquidos y, en el caso de las personas con apnea del sueño, empeora los síntomas.

Sarraju dijo que es mejor evitar el alcohol antes o durante un vuelo, sobre todo si se padece alguna enfermedad cardiaca o pulmonar o apnea del sueño.

Si no padeces ninguna de estas afecciones, probablemente no te vendrá mal una copa, dijo Kolla. Pero fíjate en cómo te sientes después: si “duermes mal durante el vuelo y te despiertas con dolor de cabeza”, quizá sea mejor que te abstengas la próxima vez.

Si eres joven y estás sano, este tipo de sobrecarga del corazón puede ocasionarte un poco de cansancio, explicó Sarraju. Pero si padeces una afección cardiaca o respiratoria, como insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o apnea del sueño, puedes marearte y quedarte sin aliento, y beber puede aumentar las probabilidades de sufrir una urgencia médica durante el vuelo.

El alcohol también deshidrata, lo que puede aumentar ligeramente el riesgo de desarrollar un coágulo sanguíneo en las piernas o los pulmones, según Church.

El alcohol es un sedante, por lo que si bebes cerca de la hora de acostarte, normalmente te dormirás más rápido, dijo Alanna Hare, especialista del sueño y presidenta de la Sociedad Británica del Sueño. En promedio, quienes dormían en la cámara de altitud tardaban 19 minutos en conciliar el sueño estando sobrios y 12,5 minutos después de beber.

En lugar del alcohol, Hare sugirió otras formas de relajarse. “No te presiones para dormir”, dijo. Pero ponte cómodo. Lleva una almohada de viaje y un antifaz, y usa tapones para los oídos o escucha música relajante, ruido blanco o un pódcast con auriculares.

Alice Callahan es una reportera del Times que cubre nutrición y salud. Tiene un doctorado en nutrición de la Universidad de California, Davis. Más de Alice Callahan

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