Andrés Osorio Guillot
Editor de newsletter de El Espectador
Muchos pudimos pecar por ingenuos si creíamos que con este gobierno iban a disminuir los asesinatos a líderes sociales. Esta problemática fue una de las más abordadas por Gustavo Petro y su coalición hace unos años. Y aunque a muchos les cueste aceptarlo, ya no se habla tanto de este tema, o por lo menos no con la misma intensidad de un tiempo atrás.
Que no se hable con la misma frecuencia no quiere decir que no importe, o que haya disminuido. Lamentablemente las muertes y las victimizaciones a líderes no se detienen, y tampoco es responsabilidad de un solo gobierno lograr que esta situación cambie.
Este jueves, el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep) y la ONG Colombia Diversa presentaron una nueva edición de la revista Noche y Niebla, que le hace seguimiento al panorama de la violencia en el país. Según la publicación, en 2023 se presentaron 1.277 victimizaciones, de las cuales 487 corresponden a asesinatos a líderes sociales.
Una de las alertas que emitieron con este estudio es que aumentó la violencia contra líderes sociales pertenecientes a la población LGBTIQ+ al presentar un incremento del 12 % en los asesinatos.
Marcela Sánchez Buitrago, directora de Colombia Diversa, comentó que “Llama la atención que los defensores LGBTIQ+ comiencen a aparecer en las cifras. Hay que anotar que muchas veces no son percibidos como legítimos en su defensa, al contrario, se ven como una amenaza moral, a la nación o a la familia, y no se ve como legítima la defensa de la igualdad de las personas LGBTIQ+. Todo eso hace que puedan ser más vulnerables y que tengan incluso menos respaldo social en sus comunidades”.
Sabemos que el Cauca es uno de los departamentos más golpeados por la violencia en los últimos años, y este informe, infortunadamente, lo reafirma, pues el 28,7 % de los casos de violencia se concentran en esta región del país.
Veamos un poco las cifras, cifras de violaciones de derechos humanos, de personas asesinadas, heridas o amenazadas, y lo menciono de esta forma porque los números de la guerra deshumanizan, y es importante recordar que detrás de cada estadística hay un rostro, una vida y una familia.
De los más de 1.200 casos de violaciones a derechos humanos, 471 corresponden a asesinatos de distintas formas de violencia, unos fueron homicidios, otros ejecuciones extrajudiciales y otros por motivos políticos o intolerancia social; 457 personas recibieron amenazas; 169 resultaron heridas; 29 fueron torturadas y 27 fueron desaparecidas forzosamente.
Les comparto al final el enlace para que puedan seguir informándose sobre el informe publicado por el Cinep y por Colombia Diversa. No más líderes sociales asesinados en Colombia.