Por Guillermo Romero Salamanca
Allí frente a la inmensa playa, con el resplandor de sol, una arena suave que le acaricia sus pies, la cantante Andrea Contreras entona sus canciones a pesar de la hora. Le gusta. Con el ruido del mar como fondo musical se inspira y hace resonar su potente voz por la comarca. Ella, al fin y al cabo, está en Libertad, un corregimiento en la zona norte de San Onofre, cerca de Cartagena.
Creció en una familia numerosa. “Éramos nueve hijos. Yo ocupé el cuarto puesto. Ha sido maravillosa esta experiencia. Con sus idas y venidas, con sus momentos de felicidad y de tristeza como cuando falleció mi madre, pero he visto crecer este hogar, con un buen número de sobrinos y hermanos, cada uno con su historia”.
Andrea ha sido una guerrera. Comenzó a cantar en su niñez, adquirió la experiencia en diversas tarimas de la costa atlántica, desde su amada Libertad, pasando por Cartagena, Barranquilla, Santa Marta hasta Riohacha.
Ha pasado la vida cantando, llevando canciones a miles de personas en esta Costa Caribe. Primero con sus bullerengues queridos, luego con sus porros, después con sus cumbias y en La Guajira se enamoró del vallenato y del amor.
Vive para sus dos hijas: Wendy y Valentina, quienes ya le hacen los coros en sus canciones cuando está en la casa ensayando.
Andrea es, además, una mujer defensora de los Derechos Humanos y lucha por sus conciudadanos.
En la Guajira grabó sus primeras canciones como “Tú no mereces ni una lágrima” y luego “Si vuelves” de autoría del compositor sucreño Guadis Carrasco Cumplido.
Romántica por excelencia, Andrea busca en el extenso repertorio vallenato, temas que lleven mensajes de amor, con todas sus variantes.
Un día, después de la pandemia, regresó a Cartagena en búsqueda de nuevos horizontes y allí recibió la noticia de la enfermedad de su padre, hecho que la llevó al retorno a Libertad.
Con el viento del mar, las pisadas en la arena, el encuentro con los nísperos y demás frutos de la región, las voces de los habitantes de Libertad, ella encontró un escenario ideal para descansar, porque trabajar es su verbo más conjugado.
Desde allí prepara sus presentaciones para el Carnaval de Barranquilla, graba sus vídeos, monta fotos en las redes sociales y se ha convertido en una embajadora de Libertad, sitio que vende ahora como el perfecto plan para el turismo.
Fue allí donde grabó su más reciente video “Todo lo quiero de ti” donde además de mostrar su voz, deja ver la riqueza de Libertad. Un verdadero paraíso.
“Cuando conté la idea de grabar un video con mi canción, los muchachos, pero sobre todo los niños, se pusieron felices y fueron los más grandes colaboradores. No les importó el calor, ni meterse una y otra vez al mar. Además, nunca dejaron su enorme sonrisa. Por esta Libertad, su gente y mis ganas de mostrar mi talento, valen la pena”, cuenta Andrea.
«Los colombianos pronto se darán cuenta de la majestuosidad de Libertad y que vale la pena luchar por ella, por la paz y por el país que tanto amamos», comenta.