Por William Giraldo Ceballos
Por eso fracasó el tinto que le ofreció el presidente Gustavo Petro al ex presidente Alvaro Uribe para tratar de conciliar puntos de vista alrededor de la reforma a la salud.
Es que algunos de los medios de comunicación y la clase política tradicional están jugando a la amnesia masiva sesgando la información sobre los alcances de la reforma a la salud propuesta por el actual gobierno.
No hay que ser «petrista» para entender que la amnesia de medios y políticos de derecha, incluidos el Fiscal General y La Procuradora General, armando escándalos y descalificaciones al actual jefe del Estado busca esconder de la mente de los colombianos el campeonato de tutelas que desde su nacimiento tuvieron las EPS y llevaron a la liquidación del 95 por ciento de las empresas de salud creadas a partir de la ley 100 de 1993.
El gobierno intervino y liquidó la mayoría de las EPS, pero no fue porque estuvieran ofreciendo buenos servicios de salud a sus afiliados. o Si?
¿Qué hay detrás del olvido de la clase dirigente frente a los malos servicios de salud ofrecidos y no prestados plenamente por las empresas «promotoras de salud» para los colombianos?
Dicen en los pasillos del Congreso que el Centro Democrático tiene intereses políticos y económicos con las empresas de origen financiero que están detrás de las Empresas Promotoras de Salud, EPS.
Al oponerse ciegamente a la reforma de la salud en el país, el Centro Democrático está respaldando los «paseos de la muerte», de ingrata recordación cuando el país vio por la televisión los pacientes muertos en las puertas de las EPS por no haber recibido atención.
El país fue testigo de cómo, en vez de encerrar en una cárcel al señor Palacino por defraudar y desviar a sus intereses particulares, se cerraron 42 hospitales de Saludcoop, se quedaron sin empleo 7 mil trabajadores, incluidos médicos, investigadores científicos de la salud y se birlaron las deudas con clínicas, hospitales, proveedores de medicamentos, lavanderías, y hasta transportadores especializados y al Centro Democrático eso le parece bueno y hay que defender el status quo de los dueños de las EPS.
No es creíble que Andrés Forero, Paloma Valencia, Paola Holguín y el prematuro Miguel Uribe estén preocupados por la salud de los colombianos.
A ellos no se les ve sacando cita médica en las ventanillas de una EPS.
Esos congresistas tampoco les ayudaron a las clínicas y hospitales de Colombia a recuperar las multimillonarias deudas de las EPS.
Que el Centro Democrático y sus fichas en el Congreso no sigan engañando a sus electores bobos y a los que los oyen hablar por la radio y la televisión.
Ellos, los congresistas del Centro Democrático, los de Cambio Radical y los de los dos partidos tradicionales jamás llamaron a rendir cuentas ante el Congreso a los representantes EPS, aunque ellas manejaran recursos públicos y los aportes de millones de colombianos que esperaban hasta la agonía, una cita médica, un tratamiento, un medicamento o una cirugía.
¿Dónde está el control de la Contraloría General de la República al manejo de recursos públicos suministrados por el gobierno y en qué los invirtieron las EPS en estos treinta años de «invaluables» servicios a la sociedad colombina?
La atención de la salud a cargo del Estado no ha fracasado en Alemania, España, Gran Bretaña o Italia, pero en Colombia y en Estados Unidos ha sido para los ciudadanos un costoso servicio y un fraude para los colombianos.
Una pregunta final:
¿En cuanto a los servicios de salud actuales, los congresistas del Partido Conservador, Partido Liberal, Cambio Radical y el Centro Democrático representan a los colombianos que votaron por ellos?
Para reforzar la increíble posición de políticos y empresarios contra la reforma a la salud, le suman los medios «encuestas» que muestran la falta de popularidad del Gobierno del presidente Gustavo Petro.
Magnífica columna de Williams Giraldo. Es claro Que los dirigentes de los partidos políticos -no sus militantes de cuya ignorancia se aprovechan- representan los intereses de sus amigos los dirigentes empresariales que no quieren soltar la tetica que representan los mas de 80 billones de pesos que aportamos a la salud y con los cuales ellos especulan sin importarles las muertes que causen.
El meollo del asunto está en que el gobierno quiere eliminar la mortal intermediación de las EPS para que estos dineros lleguen directamente a quienes prestan el servicio y ellos quieren seguir especulando con esa plata.