Martes de la luenga lengua: Increpar, deleznable, populoso, inquietar

QUISQUILLAS DE ALGUNA IMPORTANCIA  

por  Efraim Osorio López/La Patria

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Aunque inaceptable, es comprensible que algunos confundan los verbos ‘infringir’ e ‘infligir’ y otros, los adjetivos ‘eminente’ e ‘inminente’. Algún parecido tienen.

‘Increpar’ no es ‘atribuir’. Con este significado, equivocado, por supuesto, lo utilizó el columnista Juan Álvaro Montoya en esta oración: “…odian todo lo que el Estado de Israel representa para increpar culpas a los inocentes…” (LA PATRIA, 2/11/2023). El verbo latino ‘increpare’, de donde proviene el nuestro, tiene muchos significados, entre ellos, ‘sonar, resonar, crujir, restallar; sacudir, golpear; reprender, censurar’, etc. De Cicerón: “Increpare perfidiam” (‘censurar la traición’). El Diccionario le asigna una única acepción: “Reprender con dureza y severidad”, que no es la idea que el columnista quiso expresar. Los verbos que sí la expresan son ‘atribuir, achacar, endilgar, imputar’: “…para atribuirles culpas a los inocentes…”, de esta manera; también, “…para echarles la culpa…” o “…inculpar a los inocentes”. Los diccionarios… ***

Aunque inaceptable, es comprensible que algunos confundan los verbos ‘infringir’ e ‘infligir’ y otros, los adjetivos ‘eminente’ e ‘inminente’. Algún parecido tienen. Pero convertir en sinónimos los adjetivos ‘deleznable’ y ‘atroz’ sí sobrepasa los límites de lo digerible, más todavía si se trata de escritores indudablemente cultos. Y no es ésta la única vez que tropiezo con el desatino: la primera  fue en un editorial de El Tiempo del 14 de agosto del 2014; y, luego, cuatro veces más, dos de ellas, del mismo diario, como la que hoy comento: “Lo que hizo Hamás el 7 de octubre fue un acto deleznable, terrorista, atroz y cuantos adjetivos más se ajusten” (editorial, 2/11/2023). Y, casualmente, al día siguiente, el muy acatado columnista del mismo periódico Moisés Wasserman escribió: “Hay un tercer partido que me parece deleznable”. Aludía, al referirse a los críticos de ambos lados del conflicto Israel-Hamás, a ‘los que piden más víctimas y reclaman legitimidad para fundamentalistas ciegos’. Esa confusión no tiene ningún fundamento semántico. Ni uno solo. J. Corominas lo define así: “Deleznable, hacia 1400 (eslenable, S. XIII ‘que se desliza y resbala con facilidad’, y con sentido secundario, ‘poco duradero, inconsistente’, fin S. XVI”. El error de esos escritores proviene quizás de la primera acepción que El Diccionario le da a ese adjetivo: “Despreciable, de poco valor”, acepción desacertada, pues conduce a engaño, que aparece por primera vez en su vigésima segunda edición (2001), y que otros diccionarios no acogen. En ella, ‘despreciable’ significa única y exclusivamente ‘de poco precio, de poco valor’. Sinónimos de ‘deleznable’: quebradizo, frágil, delicado, inconsistente, resbaladizo, escurridizo, breve, fugaz, poco durable, inestable, débil, endeble, tenue, flojo, endeblucho, blandengue., inseguro’. No ‘atroz’ ni ‘detestable’ ni ninguno parecido. ***

‘Populosa’, Bogotá, y ‘popular’, muy popular, el sonsonete de “Maluma”. El columnista de LA PATRIA Francisco Javier González Sánchez, al referirse a los logros del recientemente fallecido doctor Nicolás Restrepo Escobar, empleó el primero por el segundo en esta frase: “…el ingreso del populoso Q´hubo…” (5/11/2023). Las explicaciones sobran. No obstante, aquí van: con el adjetivo ‘populoso-a’ calificamos las regiones o lugares densamente poblados, y con ‘popular’, no solamente  lo que se refiere al ‘pueblo’, sino también todo aquello que es conocido o aceptado por la mayoría de los miembros de una comunidad, de una nación, de una profesión, etc. Sin duda, el periódico Q’hubo es ‘popular’. ***

Si de algo estoy convencido es de que el periodista Luis F. Molina sabe qué es ‘inquietar’.  Sin embargo, en la descripción que hace de los recuerdos de su relación profesional con el doctor Nicolás Restrepo escribe: “Cuando lo inquieté sobre quién sería el máster de edición, me dijo que era algo que caía en mis manos” (LA PATRIA, 6/11/2023). ‘Inquietar’ (del latín ‘inquietare’ – ‘atormentar, desasosegar, molestar, inquietar’) significa “quitar el sosiego, turbar la quietud”. Como transitivo, se emplea con la preposición ‘con’, verbigracia, ‘los extorsionistas inquietan a sus víctimas con sus constantes amenazas’. Sin duda, el columnista no pretendió ‘molestar’ al señor Director, pero sí hacerle una pregunta, lo que tal vez quiso expresar con el verbo ‘inquirir’ (pero puso ‘inquietar’), no del todo adecuadamente, pues ‘inquirir’ significa especialmente ‘indagar, investigar, escrutar…”. Mejor, entonces, ‘preguntar’ o ‘interrogar’. 

EL LENGUAJE EN EL TIEMPO

Por Fernando Ávila, El Tiempo

TIPS SOBRE TIPS

Pregunta el lector Juan Jacobo A.: ¿nos podría dar algunos tips sobre la palabra tips? Respuesta: Se nos ha dicho con frecuencia que no digamos tips, sino consejos, guías, recomendaciones, pero la palabra se ha ido metiendo tercamente en el idioma, como diciendo “aquí estoy y aquí me quedo”. Nada más justo, pues si ya son voces españolas top y tup, ¿por qué no podrían serlo también tap, tep y tip?

Top

Veamos: top, del inglés stop, es interjección usada en marinería para ordenar que pare la maniobra, y también top es el nombre de una prenda de vestir femenina, muy de moda hoy, que cubre el pecho y deja descubierta la cintura. Por si fuera poco, top es también la lista de primeros puestos en una clasificación, “el top diez de los libros más vendidos”. Estos tres significados y usos están registrados en el Diccionario de la lengua española, DLE, actualización 2022, o sea, son recursos castizos, correctos, lícitos, que forman parte del patrimonio léxico español, y ya no se consideran barbarismos, ni anglicismos, ni extranjerismos. Popularmente, como lo registra el Diccionario de americanismos, DA, 2010, “lo top” es lo último en guarachas, lo mejor de lo mejor, lo non plus ultra, y así lo tuvieron claro quienes crearon la competencia del detergente Fab, llamado justamente Top (Top para la ropa, Top para lavar). Tup también tiene registro en el DLE como sustantivo de género común (igual para hombre y para mujer) usado en México para referirse al ‘hijo menor’. La palabra viene del maya t’up, que significa ‘dedo meñique’.

Tap

El término tap no tiene registro en ninguno de los diccionarios normativos. En el DLE figura como claqué (traducción del inglés tap), ‘baile moderno caracterizado principalmente por el zapateo que realiza el bailarín con la punta y el tacón de sus zapatos, reforzados en ambas partes con láminas de metal que permiten marcar el ritmo’. ¡Quién no recuerda a Fred Astaire, uno de los actores que hizo más popular el tap en el cine! Algún día esta palabra estará tan campante como top y como tup en el DLE. En cuanto a tep, solo se usa como sigla de ‘embolia pulmonar’ o ‘tromboembolismo pulmonar’, TEP, que tarde o temprano terminará escribiéndose con minúsculas, como se suele hacer con los nombres de casi todas las enfermedades, sida, cóvid, gripa.

Tips

Y tip (plural, tips), palabra por la cual pregunta nuestro lector, aparece ya en el DA, como sustantivo masculino para referirse a una ‘información puntual práctica y valiosa’, solo que viene en cursiva con la advertencia de que es palabra inglesa. Permítanme aventurar que dentro de algunos años habrá pasado a letra redonda y, en vez de “palabra inglesa”, dirá como información etimológica (origen) “del inglés tip”, pues habrá entrado al patrimonio léxico español de la misma manera que top y que tantas otras voces que se escriben igual en los dos idiomas, piano, motor, sexual, web, internet, bus, club, bar, doctor, hotel, radio, taxi, experimental, iceberg, control, cable, mediocre, natural…

Salvada la cacofonía, un texto del futuro próximo en español podría decir: “En el top de los tips para superar la tep del tup está el ejercicio del tap”.

(Lea además: ¿Cómo nació a palabra ‘sumercé’?)

FERNANDO ÁVILA
Experto en LenguajePreguntas: [email protected]

DIABETES, CLAVES DE REDACCIÓN

Por Fundación para el español urgente/RAE           

Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, se recogen a continuación algunas claves para mejorar la redacción de las informaciones relacionadas con esta enfermedad metabólica crónica.

1. Diabetes, sin tilde

El término diabetes es una palabra llana y terminada en ese, por lo cual se escribe sin tilde. Según el Diccionario panhispánico de dudas, se desaconseja la acentuación esdrújula (diábetes), que se oye en ocasiones en algunos países, y otras formas como diabetis.

2. La denominación «diabetes mellitus», con minúscula

Diabetes es la forma abreviada del nombre completo de la enfermedad, «diabetes mellitus», escrita así, en minúsculas, como los nombres de todas las enfermedades, con mellitus con doble ele y en cursiva por ser el nombre latino: «La diabetes mellitus es un problema de salud pública a escala mundial».

3. Prediabetes, en una palabra

El prefijo pre-, que se utiliza en la formación de nombres y adjetivos, se escribe unido a la palabra a la que acompaña, sin espacio ni guion intermedios: prediabetes, y no pre diabetes ni pre-diabetes.

4. Insulinodependiente, término válido

El Diccionario de la lengua española recoge el adjetivo insulinodependiente con el significado de ‘que precisa de la administración de insulina’ y señala que también es posible usarlo como sustantivo aplicado a personas: un/una insulinodependiente. Por su parte, el Diccionario de términos médicos, de la Real Academia Nacional de Medicina de España, advierte que es incorrecta la forma insulín⁠-⁠dependiente.

5. Células madre, plural recomendado

En las noticias relacionadas con las investigaciones para mejorar la vida de los pacientes, es común el uso de la construcción células madre. En este caso, al igual que ocurre con otros sustantivos en aposición, lo habitual es mantener madre invariable en plural (y no emplear células madres).

6. Azúcar, válido en masculino y en femenino

Azúcar es un sustantivo ambiguo, es decir, se puede emplear como masculino o femeninoel azúcarla azúcar. Si no lo acompaña ningún adjetivo, es mayoritario el empleo del masculino, mientras que, si lleva un adjetivo, predomina el femenino. En plural, lleve o no adjetivo, prevalece el empleo en masculino. Otra singularidad del término azúcar es que, sin empezar por a tónica, acepta el uso del artículo el combinado con un adjetivo femenino: «Los carbohidratos, principalmente el azúcar refinada, reducen la actividad del cerebro».

Aljibe en el Instituto Caro y Cuervo (odg)

EL SONETO DE POMPILIO IRIARTE

Mensaje hallado en una botella

Lenta agonía del pez entre las manos 

de la amante amadísima o del río. 

Liso resbala el sábalo al vacío 

desde tus sueños leves y tempranos. 

Preso de amor entre tus muslos caigo 

de bruces sobre el campo de batalla. 

Duerme la noche y tu reclamo calla. 

Desde la orilla de tus labios traigo 

sueltos poemas de palabras sueltas, 

aguas al lecho de la mar devueltas, 

un pez caído de tu mano al suelo, 

y echado dentro al mar de una botella, 

escrito un verso de esta forma bella: 

“Por fin un sueño que mordió el anzuelo”. 

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