Por Óscar Domínguez G.
Septiembre les prestó su jurisdicción de segundos a dos hermosas para que nacieran hace 89 almanaques este mes del mismo año, 1934: Sofía Loren (septiembre 20) y Brigitte Bardot, el 28.
A ambas les sale el piropo de Cocteau a María Félix: «Esa mujer es tan bella que hace daño».
La italiana Sofía hizo varón domado a Carlos Ponti, su marido de todos los semestres. Cuando la Bardot apenas cumplía 18 años, sacó de la ropa a Roger Vadim, su descubridor y primer marido , tuvo que esperar a que Brigitte llegara a la mayoría de edad. Ponti y Vadim, mucho mayores que ellas, dicen que fue al contrario, que ellos las hicieron féminas.
Sophia conquistada por Ponti
Sofía nunca tuvo novio. De una vez (septiembre del 57) se casó con Carlo. Brigitte tampoco tuvo novio. Coleccionaba amores. Sofía tuvo que asilarse en el cine para serle infiel (en las películas) a Carlo. El Vadim de la Loren fue Mastroiani.
En tiempos de Vadim, ya cuepediado, se decía de su «bizcoho» Camille Javal, su nombre de duchazo bautismal: «… y Dios creó la mujer… pero el demonio creó a Brigitte Bardot».
La indomable B.B.
Sofía Loren fue primero Sofía Scicolone o Lazzaro. Estudió para maestra y participó en concursos de belleza. La Javal (BB) estudió danza y desde un principio estudió para ser mujer de viento, o modelo que llaman.
Cuando los ángeles de la guarda de las bellas tienen que retirarse a la habitación de al lado, cumplida su misión diaria, las espiaban por el ojo de la cerradura… Sobre todo en la juventud de ellas.
A las dos las descubrieron cuando hacían trotes por la pasarela, exhibiendo sus espléndidas vanguardias y retaguardias. Cero silicona. Todo venía inflado desde la cuna.
Brigitte trató de suicidarse varias veces por despechos amorosos. Sofía nunca lo intentó porque sabe que “el suicidio suele ser peligroso para la salud”.
En los cinemas paradiso de los barrios había que sobornar a los porteros para que dejaran entrar a ver el paisaje femenino que Sofía y Brigitte dejaban al aire en películas prohibidas para todo católico, según la clasificación moral que se publicó en alguna época.
Mientras BB más conoce a los hombres más quiere a sus focas. Sofía no necesitaba conocer hombres para lucir pieles finas.
«Sofía tiene un cementerio sobre sus hombros», sintetizó la Bardot una vez, a propósito de las pieles de su rival en el corazón de muchos bípedos sin plumas.
Sofía rivalizó contra su paisana Claudia Cardinale. A Brigitte le tocó pelar cocos con la uña contra la diva Catherine Deneuve. También felizmente viva…
BB vive en la soledad de sus gatos en compañía. De Sofía no tengo datos.
Carlo era como una manifestación de gatos para su italiana de boca amplia. Como las dos son de boca ancha, para besarlas había que cogerlas silbando gritaban en los teatros de barrio los aristócratas de gallinero, cigarrillo en mano.
Ambas son leyendas que caminan. Poblaron los sueños eróticos de muchos cincuentones de hoy. “Tienen la edad de los sueños” de sus amores platónicos.
Las rayas del tiempo marcadas en los rostros de las divas
Trabajaron a su manera, creativamente, por la liberación masculina: permitiendo el acceso a su paisaje femenino.
Las arrugas son tiempo convertido en rayas en el rostro. Se consigue más plata cargando el palio que operando de ellas a Brigitte. Los biógrafos de Sofía sostienen que colecciona cirugías estéticas.
En sus mejores días, Brigitte se hacía retratar cuando sólo tenía puesto su Chanel no. 5. Sofía, más recatada, lo hacía con la RAI encima.
Sofía ganó un Oscar por “Dos mujeres”. Brigitte se retiró a los 39 años alegando que no quería ver su deterioro. Su Oscar es su propia vida. (A los 85 años, Sofía se puso bajo la batuta de su hijo Edoardo para filmar “La vita davanti “). En el filme hace el papel de “una superviviente del holocausto que entabla una emotiva relación con un niño inmigrante”.
A Brigitte, los hombres la hicieron infeliz en su juventud. Los animales le devolvieron la alegría en su vejez.
Ninguna de las dos fueron hechas para el olvido. (Líneas sometidas a latonería y pintura).