Por Mike Baker
Reportando desde Helena, Montana.
El lunes comenzó un juicio histórico sobre el cambio climático en Montana, en el cual un grupo de jóvenes alega que la propensión del estado a los combustibles fósiles está provocando la destrucción de los entornos vírgenes, alterando las tradiciones culturales y arrebatándoles a los habitantes jóvenes un futuro saludable.
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Este caso, que se está preparando desde hace más de una década, es el primero de una serie de impugnaciones parecidas que están pendientes en diversos estados como parte de una iniciativa que busca aumentar la presión para que los legisladores tomen medidas más urgentes acerca de las emisiones.
Rikki Held, una demandante de 22 años que estuvo entre los primeros testigos en declarar el lunes, describió cómo el rancho de 1200 hectáreas de su familia en la zona este de Montana ha sido amenazado por sequías, incendios forestales y climas extremos, como olas de calor e inundaciones. En ocasiones se le escuchaba llorosa al hablar de lo que era trabajar en esas condiciones al mismo tiempo que intentaba mantener el sustento de la familia.
“Sé que el cambio climático es un problema mundial, pero Montana debe asumir la responsabilidad de la parte que nos corresponde”, dijo Held. “No se puede simplemente ignorarlo y no hacer nada al respecto”.
El caso se desarrolla en torno a la controversia de 16 residentes jóvenes (de entre 5 y 22 años) que aseguran que el gobierno estatal no ha logrado cumplir su mandato constitucional de “mantener y optimizar un ambiente limpio y saludable en Montana para las generaciones presentes y futuras”.
Los dirigentes estatales han disputado estas acusaciones y denominaron a estas acciones como una farsa judicial y una “injusticia flagrante”.
“Sencillamente, las emisiones de Montana son demasiado pequeñas como para marcar una diferencia”, señaló Michael Russell, fiscal general adjunto, durante el alegato inicial del estado. “El cambio climático es un problema mundial que, de hecho, relega la participación de Montana a un papel de espectador”.
El juicio de dos semanas, en una sala de tribunal del condado de Lewis and Clark, incluirá tanto los testimonios de jóvenes que lidian con el cambio climático como las declaraciones de especialistas en el clima. Al final, los demandantes le pedirán a la jueza Kathy Seeley que declare que el apoyo del estado a la industria de los combustibles fósiles es inconstitucional.
Los ambientalistas creen que dicha conclusión ejercería presión sobre los dirigentes gubernamentales de Montana y de otros lugares para que tomen medidas con el fin de disminuir las emisiones. También esperan que Seeley ordene que el estado tenga en consideración el impacto del cambio climático al aprobar nuevos proyectos.
Los efectos del calentamiento climático ya se están extendiendo en todo Montana, e incluyen, por ejemplo, la disminución de los glaciares del Parque Nacional de los Glaciares y una temporada de incendios forestales más larga que amenaza los preciados pasatiempos al aire libre del estado. Los demandantes en este caso dicen que la pasividad de las autoridades con respecto al cambio climático pone en riesgo su capacidad de tener acceso a agua limpia, mantener los ranchos familiares o continuar con las tradiciones de caza.
“El calentamiento climático de Montana tendrá impactos ambientales y económicos en cascada”, señaló en los alegatos iniciales Roger Sullivan, abogado de los jóvenes.
Los jóvenes han experimentado en lo personal indicios desalentadores del futuro, no solo el humo de los incendios forestales, sino la inundación del Parque Nacional Yellowstone.
Julia Olson, directora ejecutiva de Our Children’s Trust, una organización ambientalista sin fines de lucro que ayudó a entablar la demanda de Montana, comentó que el caso tenía el potencial de fijar un nuevo rumbo en busca de un futuro más saludable y próspero para las próximas generaciones. Muchos de los jóvenes demandantes tenían pensado comparecer.
Montana, que también es llamada el “Estado Tesoro”, entre otros nombres no oficiales, ha tenido su destino atado al de la industria minera desde hace mucho. Helena, la capital del estado, donde se está llevando a cabo el juicio sobre el cambio climático, fue fundada en la década de 1860 por buscadores de oro. Entre los estados de Estados Unidos, Montana es el quinto mayor productor de carbón y el décimo segundo productor de petróleo.
Al principio de este año, al seguir demostrando el respaldo del estado a los combustibles fósiles, los legisladores republicanos aprobaron una ley que les prohíbe a los reguladores del estado tomar en consideración el impacto sobre el cambio climático cuando evalúen proyectos importantes, como nuevas centrales eléctricas y fábricas.
No obstante, desde hace mucho tiempo, el estado también ha valorado sus paisajes vírgenes y sus lagos de aguas cristalinas y ha adoptado otro nombre no oficial: “El último lugar ideal”. En 1972, el estado añadió a su Constitución el texto acerca del derecho a un medioambiente limpio y saludable como respuesta a la creciente inquietud relacionada con la protección de ese patrimonio. Solo unos cuantos estados establecen derechos medioambientales claros en sus constituciones.
La primera testigo llamada por la parte demandante fue Mae Nan Ellingson, quien fue la delegada más joven en la convención constitucional de 1972. Ellingson declaró acerca de cómo la protección al medioambiente era un tema fundamental para muchas personas que participaron en el proceso.
“Deseábamos un medioambiente limpio y saludable, así que fue un debate bastante largo y controvertido para, finalmente, incluir las palabras ‘limpio y saludable’ como elementos descriptivos del medioambiente”, señaló.
El primer día del juicio también hubo un extenso repaso de tablas e informes científicos que analizaron la historia del incremento de los niveles de carbón en la atmósfera, de cómo la tendencia se relaciona con los combustibles fósiles, de las maneras en que este contribuye al calentamiento del planeta y de los efectos en Montana.
Pero algunos de los detalles científicos se convirtieron en un motivo de conflicto. Cuando los demandantes introdujeron la evaluación más reciente del cambio climático que presentó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático reunido por las Naciones Unidas, el cual advirtió que había una ventana que “se estaba cerrando con rapidez” para garantizar un futuro “llevadero”, el estado objetó y lo tildó de “habladuría”. Cuando los demandantes argumentaron que el informe era un documento gubernamental basado en información del gobierno, los abogados de Montana replicaron: “No creo que sea nuestro gobierno”.
La jueza permitió que se considerara el informe.
Los dirigentes estatales han rechazado la demanda sobre el cambio climático, misma que tiene su origen en un intento infructuoso de 2011 que presionó a la Corte Suprema del estado para que obligara al estado a tomar medidas acerca del cambio climático. Como parte del caso, las autoridades estatales rebatieron el abrumador consenso científico sobre cómo la quema de combustibles fósiles está alterando el clima del planeta y negaron que algunos fenómenos meteorológicos graves en el estado estén vinculados con el aumento de las temperaturas del aire.
Our Children’s Trust ha emprendido acciones judiciales en todos los estados del país en materia de clima. Si bien los jueces han desestimado la mayoría de estos casos, varias de las demandas del grupo están en trámite. El grupo consiguió otra victoria preliminar el 1 de junio, cuando un juez determinó que un caso de jóvenes en Oregón, dirigido contra el gobierno federal, podía ir a juicio.
Mike Baker es el jefe de la corresponsalía en Seattle, y reporta sobre todo desde el noroeste de Estados Unidos y Alaska. @ByMikeBaker