Los poemas del doctor Zurita.

Foto Enciclopedia Humanidades

Por Hernán Alejandro Olano García

Miembro de Número (electo) Academia Colombiana de la Lengua, Correspondiente Extranjero de la Panameña de la Lengua y, Correspondiente Hispanoamericano de la Real Academia Española.

He recibido desde Quito los poemas y manuscritos inéditos “Semillas de amor”, del doctor Vicente Gonzalo Zurita Herrera, médico patólogo y pionero en medicina de laboratorio en el Ecuador, fallecido en 2021, dibujando siempre en sus pupilas la nitidez de su casi centenaria existencia, desde que vio la luz en San Miguel de Urcuquí, al norte del Ecuador.

El doctor Zurita, en el campo de la investigación realizó diferentes mezclas con vegetales diluidos para elaborar un colorante propio que fuera utilizado en electroforesis de proteínas plasmáticas, obteniendo un resultado satisfactorio con la Coriaria ruscifolia, (shanshi) la Bixa orellana, (achiote) la Vaccinium meridionale (mortiño) y Pouteria sapota (zapote), pero no se patentó. El 2 de mayo de 1959 fundó el Laboratorio Zurita & Zurita aún en productiva actividad, regentado hoy por el doctor Camilo Zurita SalinasPhD en Inmunología y la ex presidenta y miembro honoraria de la Sociedad Ecuatoriana de Microbiología, Jeannete Zurita Salinas, continuadores de la obra y en especial, del ejemplo incansable de quien fuera pilar de la administración del laboratorio, doña Elsa Rosario Salinas Reyes, en compañía del resto de su descendencia: Ana julia, Catalina, Jacqueline y Liz Marisol.

Fue miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Patología Clínica y Medicina de Laboratorio y, al fallecer, los hospitales SOLCA de Quito, San Juan de Dios, el Hospital de Especialistas Carlos Andrade Marín, la Asociación de Estudiantes de Medicina de la Universidad Central del Ecuador, así como otras entidades, lamentaron su deceso, pues como científico, Zurita Herrera incursionó en las áreas de Coagulación y Hemostasia, Bioquímica Clínica, Endocrinología, Hematología, Inmunología, Marcadores Tumorales y Microbiología.

Y, en otro ámbito, Zurita, autor de la frase: “Lo que bien se hace, por más humilde que fuese es siempre esplendoroso”, fue un connotado escritor y poeta. Entre sus numerosas obras están: Rosario de poemas, 1990; Casita de Luz, 1996; Los ositos, 2000; El hombre contra la naturaleza, 2001; Las ranas y, Canto a la Provincia de El Oro, 2005; La tierra es un paraíso, 2009; El colibrí, 2010; Naturaleza primaveral, 2011; Pétalos para formar una flor, 2013; Cantares de la naturaleza, 2014; Pétalos para formar una flor – II, 2016; Cuando los colibríes dejen de aletear y las ranas dejen de croar, 2017; La luz sigue cayendo, 2020 y, su obra póstuma, de 2021, Semillas de amor, con poemas y manuscritos inéditos, enmarcados en óleos y pinturas de Chalo Zurita, Tatyana Blinova, Jeannete Zurita, Miño Zurita y Ariane Paz.

Durante diecisiete años, el doctor Zurita entregó sus obras a pacientes, amigos y cuerpo médico ecuatoriano y, en su obra póstuma, se recogieron, además, mensajes a sus colaboradores y acrósticos a sus hijos, nietos y bisnietos.

De los poemas, podemos extractar algunas frases, que sirven como mensaje de unidad, dentro de la sencillez y, a la vez profundidad del mensaje de Zurita:

·         Ama más a tu familia, ama más las cosas sencillas que haces.

·         Bendita esposa y compañera rauda y presurosa me ayudabas como un ángel de Dios en la tierra buscando hacer el bien a los pacientes.

·         Deseo que los sentimientos puros y luminosos que abrigas en tu alma se aclaren como la aureola en el trajinar de los días.

·         El que tiene riqueza emocional, regala.

·         El silencio es un alimento que bien dosificado, da fortaleza y energía.

·         El silencio es un bálsamo que cura las heridas producidas por el ruido.

·         Eres la luz en la sombra, un farol en el camino, la voz que siempre ilumina, amor que nunca termina.

·         La felicidad debe ser el paradigma de la familia.

·         La patria tiene hitos de gloria como también algunas sombras que aparecen en pleno día.

·         Llevamos la lámpara apagada cuando tenemos tristeza, desilusión y problemas que quitan el ánimo, el entusiasmo y la esperanza. ¡Encendamos la lámpara!

·         Los pensamientos humanos provienen de mentes que trabajan en silencio.

·         Los seres humanos aman el silencio; son las circunstancias que hacen vivir al hombre en bullicio.

·         Madre amorosa del mundo coronada de luceros siempre velas por tus hijos hasta el último suspiro.

·         Mujer, en tu seno está la tersura inmaculada de la luna, en tus labios los ardores del sol.

·         Proponte ser el único en la tierra, tú puedes.

·         Sé bueno, moral, grande. Vive siempre con Dios, que Él te dé la energía necesaria para que llegues a la cumbre más hermosa de la vida.

·         Ten entusiasmo por hacer algo cada vez.

Finalmente, el doctor Zurita, amó a su patria y fue un paradigma de valor y de elocuencia. Paz en su tumba y flores a su memoria.

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