La pintora Beatriz González, especialista en historia de la caricatura política colombiana, salió en defensa del humorista gráfico Matador (Julio César González), despedido de El Tiempo sin siquiera haber sido escuchado a raíz de un maltrato al que sometió a su esposa hace diez años. Desde hace dos décadas el dibujante publicaba sus célebres y afiladas caricaturas en el diario nacional.
La maestra criticó el despido, dijo que se trataba de un hecho “grave”, lo calificó como censura política “encubierta”contra “uno de los mejores caricaturistas del país” y señaló que su verdadera motivación fueron las “críticas acérrimas” del dibujante a “gobiernos anteriores”.
El episodio fue divulgado por el abogado y político Abelardo de la Espriella, víctima en varias ocasiones de la pluma de Matador, en un curioso video que incluía la publicidad a una marca de ron que fabrica el controvertido penalista. González reconoció haber incurrido en maltrato conyugal, su ya abandonada adicción al alcohol y pidió perdón públicamente a su mujer, con la que sigue casado, y a sus dos hijos.
“Lo que sucedió hace diez años entre el caricaturista y su esposa ya pasó por el debido proceso de denuncia y perdón”, señala la maestra González. “El periódico cayó en una trampa política”.
Los Danieles publica la carta completa de Beatriz González y una caricatura que esta plataforma solicitó especialmente a Matador para ilustrarla.
Carta abierta a Andrés Mompotes, director del periódico El Tiempo. 20 de abril de 2023.
Hace mucho tiempo un medio nacional no despedía a un caricaturista y esta vez sin mayor escándalo. Lo grave de la situación actual con el despido de Matador de El Tiempo es que se trata de uno de los mejores caricaturistas del país. Las razones políticas del despido están encubiertas por motivos personales que impiden, en cierta forma, que se proteste por su despido. En mi libro Historia de la caricatura en Colombia, que Daniel Samper Ospina considera la “biblia de los caricaturistas colombianos”, anoto que Matador conjuga las dos condiciones que hacen a un gran caricaturista: el buen dibujo y la agudeza mental.
Considero que el director del periódico cayó en una trampa política que está encubierta por la bandera de las luchas contra la violencia de género. Matador fue un crítico acérrimo de los gobiernos anteriores que buscaron por muchos medios la censura del caricatursata, por ejemplo, en 2018, los dardos contra Duque y Uribe llevaron a algunos fanáticos del uribismo a entutelar e incluso amenzar de muerte a Matador. El caricaturista declaró a través de twitter: “Si quieren venir por mí, no tengo escolta ni nada… tengo un lápiz y mi cerebro”.
El despido de Matador de El Tiempo no debe pasar inadvertido, lo que sucedió hace diez años entre este caricaturista y su esposa ya pasó por el debido proceso de denuncia y perdón. No tiene sentido recurrir a este hecho para disfrazar las verdaderas intenciones políticas detrás de la salida de caricaturista del periódico.
Autorretrato de Matador purificado por el fuego