Gabriel Calderón Molina
El próximo martes 28 de febrero se conmemora el aniversario 13 del fallecimiento del gran compositor huilense Jorge Villamil Cordovez, cuyas cenizas reposan en el Museo que lleva su nombre ubicado en el tercer piso del Centro de Convenciones José Eustasio Rivera de Neiva. Por su alma y honor a su memoria la Fundación por la Huilensidad JORGE VILLAMIL CORDOVEZ, invita quienes valoran su gran legado musical a Colombia y el mundo, a la eucaristía que estará a cargo del párroco de la Iglesia de Campo Núñez, el sacerdote Ricardo Aníbal Perdomo mañana domingo a las 11.00 a.m. Al finalizar la misa, el músico y compositor Víctor Alberto Talero, interpretará en su honor tres de sus hermosas canciones.
A medida que pasa el tiempo, todos los que valoramos las numerosas y poéticas composiciones del maestro Villamil que hicieron de él una figura universal, nos sentimos en la obligación de fortalecer su memoria, al igual como debe hacerse con los todos los demás compositores neivanos que han honrado a Neiva y al Huila y que ya partieron a la eternidad, como es el caso de la reciente partida del compositor Álvaro Córdoba Farfán a quien la Alcaldía de Neiva está en mora de rendirle un merecido homenaje, como también a Ulises Charry, autor de las famosas Rajaleñas, y los compositores Luis Ignacio “Papi” Tovar, Luis Carlos “Pipa”, Prada, entre otros, con cuyas canciones han enaltecido el folclor de esta capital y todo el Huila.
La preservación de la memoria del Maestro Villamil le ha sido de la Fundación por la huilensidad Jorge Villamil Cordovez creada en el año 2021, la cual se ha traducido en la creación y administración del Museo que exhibe sus piezas museológicas que muestran al público la vida y la obra de este compositor nacido en la hacienda de El Cedral al oriente de Neiva. Sus canciones traspasaron las fronteras nacionales, y con relación a Colombia, compuso bellas canciones a Neiva, al río Magdalena, a diferentes lugares del país y a la vida y el amor. El autor de esta columna, estando en ciudad de Puebla, Méjico, en 2015, fue testigo emocionado, junto su esposa, de la interpretación de varias de sus canciones por un conjunto musical en un restaurante.
La lucha por preservar su gran legado de las poéticas canciones de este maestro, debe ser una tarea de todos los huilenses.