¿Por qué contratar a una persona mayor?

La meritoria veteranía de los pilotos en la aviación comercial.

Por Mauricio Salgado Castilla @salgadomg

El inmenso avión Boeing 767 de 160 toneladas, se acercó a la pista del aeropuerto Chopin en Varsovia, Polonia, parecía un aterrizaje de rutina, excepto, que esté avión con 231 personas a bordo, no tenía su tren de aterrizaje desplegado.

El avión de Lot, la empresa polaca, había despegado el 1 noviembre de 2011 del aeropuerto Newark en los Estados Unidos. El computador de abordo indicó falla en el sistema hidráulico para bajar el tren de aterrizaje. 

Tadeusz Wrona, el capitán de 57 años, con 25,000 Horas de vuelo, informó la situación y decidió seguir el largo viaje sobre el Atlántico y utilizar el sistema de respaldo eléctrico del tren de aterrizaje al llegar a Polonia.

Después de ocho horas, en la aproximación al aeropuerto, el capitán acciono el interruptor eléctrico, esperando que se liberará el tren de aterrizaje, pero no pasó nada. 

En compañía del copiloto, leyeron rápidamente el manual dónde se indican las posibles fallas, podría ser el interruptor eléctrico C6, qué se encontraba detrás del asiento del copiloto, cada sistema importante en los aviones tiene un interruptor que cuando se desactiva se ilumina una pequeña luz, un led que indica visualmente que este está desactivado y solo basta presionarlo para que vuelva a funcionar. 

El copiloto se levantó y fue hasta el tablero, revisó específicamente el interruptor C6 que no presentaba luz blanca entonces no había problema, definitivamente no tenían tren de aterrizaje.

Gracias a la pericia del capitán, el avión aterrizó en la pista indicada de la manera más suave posible, todos los organismos de seguridad estaban en alerta, el avión rodó y rodó entre una cama de chispas en medio de un ruido aterrador al rozar el aluminio con el asfalto de la pista.

Finalmente se detuvo, la tripulación debidamente entrenada, en solo 90 segundos desocupo el avión, un pequeño incendio se inició en uno de los motores pero rápidamente fue apagado por los experimentados bomberos.

Durante la investigación del accidente, se encontró una manguera en mal estado del sistema hidráulico que accionaba el tren de aterrizaje y también se descubrió otro interruptor eléctrico, diferente al C6, que tenía la luz blanca encendida.

Una vez la inmensa grúa levantó el Boeing, se reseteo el interruptor que indicó falla, activaron el interruptor en la cabina para que descendiera el tren de aterrizaje, lo que hizo sin problemas y pudo ser jalado cómo cualquier otro avión hasta un hangar.   

Las familias de las 231 personas que bajaron del avión estaban felices, pero el avión ya no pudo volar más, ¿Por qué el copiloto no observó el otro interruptor si estaba en el mismo tablero? ¿Si el capitán no hubiera tenido las 25,000 horas de vuelo, habría aterrizado así? 

Si recordamos el avión de US Airways, que aterrizó en el río Hudson en New York, el 15 de enero de 2009, cuando todos los motores fallaron a los pocos minutos de despegar a manos del capitán Sullenberger, conocido como el “capitán Sully”, tenía 57 años y tenía 20,000 horas de vuelo, logró posar el avión sobre el frío río y salvar los 155 ocupantes. ¿Qué tanto influyó su experiencia para hacer lo que hizo? 

Estos accidentes sirven para hacer un análisis de cómo funciona el cerebro humano a la luz de los nuevos descubrimientos de la neurociencia y desvirtuar teorías sobre la pérdida de capacidades cerebrales con la edad.

Es innegable qué las capacidades físicas se van perdiendo a medida que pasan los años, pero cuándo nos referimos al cerebro los nuevos descubrimientos indican que el cerebro no envejece de la misma manera pero es definitivo el cómo se usa.

Cuando hay un trabajo extremo a realizar, donde pueda haber diferentes posibilidades y sea necesario tomar decisiones entre opciones no muy claras, cómo cuando toca acuatizar en un rio o aterrizar sin tren de aterrizaje, se desea como responsable a una persona con experiencia. 

Experiencia significa conocimiento más habilidades y la aptitud correcta, o sea que sea competente, que asuma responsabilidades y pueda realizar tareas o dirigir un equipo cuando hay interrogantes, cuando hay varias opciones y no están disponibles toda la información necesaria para que la mejor decisión sea evidente. 

El manejo autónomo de vehículos o aviones muestra ese gran reto, los computadores de hoy no suplen la toma de decisiones difíciles o cuando no se tiene todas las variables. Cómo sucede en un carro de formula 1 a 320 km/hora o en un avión en emergencia.

¿Prefieres un piloto con canas de experiencia en una emergencia?

En el próximo artículo se profundizará en lo que los neurocientíficos han descubierto sobre cómo funciona el cerebro, que pasa con el paso de los años y el aprendizaje y cuándo contratar los servicios de una persona mayor.  

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