SER PERIODISTA
Eligio Palacio Roldán
La alcaldía de Entrerríos, Antioquia, municipio en el que nací y vivo, en Tiempos del Coronavirus, me ha pedido una reflexión sobre el que hacer del periodista, con motivo de la celebración de su día clásico.
La profesión del periodista y digo profesión, más allá de cualquier discusión académica o legal, como lo que se profesa: se quiere, se defiende, se siente o se ama, es de las más bellas y complejas en su esencia. ¿Y cuál es su esencia? Ver, escuchar, investigar, contextualizar, analizar, concluir y transmitir. Es bella por lo que puede lograr para que los pueblos se comuniquen y se entiendan; es compleja por las dificultades para su ejercicio. Y no hablo de las dificultades laborales, políticas y/o de seguridad que son muchas, hablo de las del ser.
Dos grandes retos debe enfrentar el periodista: el primero la falta de objetividad porque todo lo que llega a nuestro ser está permeado por los sentidos y por los esquemas mentales en que estamos inmersos. El segundo, consecuencia del primero, la ausencia de verdad; esta no existe como tal, solo concurren miradas sobre ella y algunas regulaciones para emprender su análisis.
Llegar a la verdad es entonces un imposible y ello de, por si, es grave, pero es más grave, aún, que el periodista crea tenerla y pontifique sobre ella. En esas circunstancias, el periodista pasa a ser una especie de dictador, que pretende obligar a los ciudadanos y a las autoridades a tener como válida su verdad. De ahí surgen una infinidad de problemas para las naciones, los ciudadanos y sus gobernantes.
“Marshall Mcluhan, acuñó en el año 1968 la expresión “Aldea Global” para describir lo que sería el mundo en la era de la interconexión que generarían los medios electrónicos de comunicación”. Es decir, el mundo se convertiría en una aldea, en un pueblo como el de los primeros años de mi existencia. En ese pueblo, el periodista, tiene que ser un referente para entender y ojalá conciliar las diferentes verdades a su alrededor; obvio, incluyendo la suya. Sin embargo, a pesar de ser el profesional indicado para ello, en múltiples ocasiones se convierte en instrumento de venganzas y reyertas inútiles dado su poder multiplicador de la información.
ANTES DEL FIN
En los medios periodísticos colombianos se confunde izquierda con independencia. Bienvenida la pluralidad con la nueva Revista Semana y creería que El Tiempo. Eso sí, unos y otros, deben informar con responsabilidad y, además de su punto de vista, exponer el de los demás, tal como se expresó al inicio de esta columna.
Infinitas gracias a El Club de la Prensa, creado por el también maestro Humberto López López. A Caracol, RCN, Múnera Eastman Radio, Paisaje Estéreo y Revistas Eje21 y Corrientes.
Fabio Becerra Ruíz
En este día del periodista, recuerdo con los archivos adjuntos, al quizá mejor periodista de los últimos 50 años, y excelente e incomparable ser humano Alberto Acosta Penagos (q,e.p.d.) , de quien me enorgullezco de haber sido su voz oficial y su locutor de cabecera en radio t y TV, y quien fue un ser muy especial y deferente conmigo.
Quiz Alberto Acosta en A3- Radiosucesos RCN, Don Fernando Gutierrez Riaño en Radio Sutatenza , y Efrain Paez Espitia de Radio Melodía , son algunos de patrones con quienes trabajé, y a quienes más recuerdo y agradezco a estas horas del partido, y a los cuales les hice unas pilatunas de antología, que algún día recordaré en un libro de anécdotas , ya que mis travesuras con ellos aun me producen risas.
Aprovecho para felicitar sinceramente en su día, a los periodistas con quienes compartí labores y que más recuerdo y admiro por su calidad profesional, entre ellos Orlando Cadavid Correa, Oscar Dominguez Giraldo, Manuel Prado Mejía, Julio Sanchez Cristo, Gabriel Ortiz, Yamid Amat, Francisco Tulande, Carlos Ruiz, y Javier Velasquez Yepes, y a quienes no tuve el honor de trabajar con ellos pero admiro por su trayectoria profesional como como Gustavo Gomez y mi buen amigo Antonio Pardo Garcia.
Para todos ellos, un abrazo solidario en estos días difíciles para el periodismo colombiano.
Fabio Becerra Ruiz.