Condenamos enérgicamente la violencia que ha ocurrido hoy en Washington, que no tiene cabida en un sistema democrático», dijo Michael J. Abramowitz, presidente de Freedom House.
«Es una afrenta a los millones de estadounidenses que emitieron sus votos pacíficamente, así como a los trabajadores electorales que las contaron de buena fe y a los funcionarios y jueces públicos que defendieron los resultados contra acusaciones infundadas de fraude. En las semanas posteriores a la el día de las elecciones, innumerables ciudadanos han ejercido su derecho a reunirse legalmente y han expresado sus puntos de vista sin recurrir a la fuerza física».
«El presidente Trump ha pedido continuamente a sus aliados políticos que rechacen y recaren su derrota electoral desafiado a la ley», agregó Abramowitz. «Pocos momentos antes de que comenzara la violencia de hoy, el presidente exhortó específicamente a sus partidarios reunidos a marchar en el Capitolio y alentar a los legisladores republicanos a interrumpir el proceso de escrutinio de votos. El derecho a la protesta pacífica está protegido por la ley. La violencia no lo es.»
«Ahora corresponde a los miembros del Congreso denunciar unánimemente este esfuerzo por socavar nuestra democracia, completar su deber legal y constitucional contando los votos del Colegio Electoral y poner fin decisivamente a este episodio profundamente vergonzoso en la historia de nuestra nación».