Por Juan Carlos Rincón, Londres (www.blog.rincondecata.com)
El esloveno Primoz Roglic logró su cuarta victoria en la Vuelta España 2020 en la única etapa contra-reloj de la carrera, recuperó el liderato y consiguió una diferencia sobre su escolta, el ecuatoriano Richard Carapaz, de 39″, la más amplia hasta ahora, a cinco días del final de la prueba en Madrid.
Roglic fue el mejor en la decimotercera jornada sobre un trazado de 33,7 kilómetros y consolidó su posición de favorito a repetir el título del año anterior. Desde 2005 cuando el controvertido español Roberto Heras consiguió el triple en la Vuelta (2003-04.-05), ningún pedalista ha repetido triunfo. Heras fue descalificado por dopaje con EPO pero mantuvo sus victorias luego de ganar la apelación.
La clasificación general no tuvo cambios sustanciales en el Top-10 pero las diferencias aumentaron y el podio prácticamente quedó definido. Roglic amplió la ventaja sobre el inglés Hugh Carthy (3°) a 47″ y el veterano irlandés Dan Martin mantuvo el cuarto lugar, aunque de 35″ que tenía antes de etapa quedó ahora a 1:43″ del campeón defensor y las posibilidades de reversar la situación son remotas. El único movimiento fue la llegada del español David de la Cruz al décimo lugar, en intercambio de posiciones con su compatriota David de la Cruz, que descendió al puesto 13.
Quedan 854 kilómetros y cinco etapas hasta Madrid, pero sólo 730 de ellos cuentan para definir el título, en la cima del Alto de La Covatilla el sábado. Las próximas tres etapas de media montaña son aptas para escapadas y posibles ataques contra el sólido equipo holandés Jumbo-Visma del líder Roglic, eventualmente de la escuadra española Movistar para situar en el podio a Enric Mas (5°). El márgen de 39 de Roglic sobre Carapaz, campeón del Giro d’Italia el año anterior, es importante pero no definitivo. Contarán mucho las bonificaciones y la diferencia de 8″ entre Carapaz y Carthy, plantea una batalla adicional.
Viticultura heroica en las pendientes del cañón del río Sil en Ribeira Sacra.
La Vuelta sigue en Galicia y la etapa 14 de este miércoles se desarrollará sobre 204,7kms de ondulaciones que desgastan piernas, en el territorio vinícola de las Denominaciones de Origen Ribeira Sacra (Lugo) y Rías Baixas (Ourense). En homenaje a estas dos importantes regiones, la Vuelta 2020 con Vinos de España les presenta hoy un vino único y especial, ejemplo de la difícil y extraordinaria viticultura heroica de Ribeira Sacra, en las laderas del cañón del río Sil sobre terrenos rocosos de cuarzo, esquisto, pizarra y granito sedimentario (gneis), donde las vides “sobreviven” en terrazas construidas por los romanos.
El invitado de hoy es la uva Merenzao y el vino elaborado por la bodega familiar Algueira, de Fernando González y su esposa Ana Pérez Somoza, dos apasionados soñadores en la vigencia de las uvas autóctonas que crecen en las pendientes pronunciadas y casi imposibles de cultivar, cuyo fruto sólo es alcanzable gracias al tesón y sacrificio de idealistas.
Ribeira Sacra (ribera sagrada) es un paraje mágico, sobrecogedor, donde los viticultores desafían los límites de lo imposible para producir vinos de alcurnia y estirpe inimitable como tuve ocasión de comprobar en octubre hace dos años recorriendo las principales zonas de producción y realizando el crucero del río Sil para entender la magnificencia de estos viñedos excepcionales, comparables sólo a los de Liguria en Italia, las terrazas de Lavaux en Suiza o los viñedos en terraplenes en el Valle del Duero en Portugal, de donde surgen los famosos vinos de Porto.
Merenzao es una uva de piel oscura originaria de Jura (noreste de Francia) donde se la conoce como Trousseau y se sigue cultivando para mezclar y dar color a la Poulsard; hay 175 hectáreas plantadas pero ha perdido terreno frente a variedades internacionales más populares como Pinot Noir y Chardonnay.
Se cree que hace unos tres siglos se desplazó hasta los viñedos del noroeste de España y varias partes de Portugal, incluyendo la isla de Madeira. También está plantada minoritariamente en Australia (llamada Gros Cabernet), Argentina y en California (EE.UU). Tiene otros nombres; Bastardo en Portugal, María Ordoña en Galicia y Verdejo Negro en otras zonas de España. La uva se usa principalmente para combinar; en Portugal se cultiva en la isla de Madeira para producir los vinos raros de Madeira Bastardo, y minoritariamente en los de Oporto y en los de las regiones de Dão y Bairrada, en el centro del país.
Vino oscuro, frutal y mineral, especiado y complejo, largo en boca…un deleite.
En Galicia estaba casi extinta y se cultiva en muy pequeña cantidad en tres Denominaciones de Origen (DO) españolas: Valdeorras, Monterrei y Ribeira Sacra, donde es la preferida. En total hay apenas plantadas 21 hectáreas!. Generalmente se mezcla con Mencía gracias a sus profundos aromas a frutos del bosque, alto nivel de azúcar natural y buena concentración de taninos que brindan excelente potencial de envejecimiento. A pesar de su escasez y cultivo difícil, en Ribeira Sacra unas pocas bodegas están elaborando vinos varietales de Merenzao; una de ellas es Adega Algueira, la pionera de los varietales en la región.
La fuerza dinámica de la bodega ubicada en Lugo, de donde parte la etapa 14 este miércoles, es Fernando González, un típico gallego, amable y conversador, apasionado del terruño y la tradición, que lleva 40 años amando y descubriendo la zona y sobre todo, valorando las uvas que crecen entre las rocas en las laderas y pendientes de hasta un 85% en el cañón del río, en 84 parcelas históricas que ha identificado, cuidado y renovado con esmero y paciencia, y entre las cuales se destacan Amandi para la Mencía y Merenzao, Cortezada para las uvas blancas, Carballocovo (5 hectáreas) y Abeleda (6 ha) para las otras variedades tintas. En total son 25 hectáreas; tres de ellas de Merenzao pero no todas en producción.
Los “bancales” (terrazas) sólo se pueden trabajar a mano y hay que repararlos en permanencia. Es una labor de años. “Los Romanos fueron los primeros en hacer vino y construyeron nuestras terrazas a mano. Con los años, nuestros viñedos necesitan mucho mantenimiento, no solo la planta sino también las terrazas debido a las tormentas y fuertes lluvias”, me explica. Renovar una pequeña parcela puede tomar hasta 7 años debido a la pendiente de las montañas y a lo angosto del terreno. En menos de 30 años, Fernando reconstruyó los viñedos y plantó nuevas vides. Todo a mano.
La Adega (bodega) empezó en 1980 con Fernando y su esposa Ana -a cargo de la administración y la parte comercial- con unos pocos viñedos, una pequeña bodega y mucha ilusión, y en 1998 crearon la marca Algueira (el apodo de la familia) y construyeron las nuevas instalaciones para enfrentar un nuevo desafió, conquistar los paladares con vinos auténticos y de la mejor calidad que reflejaran este “terroir” mágico, único y excepcional. Ese mismo año conocí a mi esposa Elizabeth y empecé mi propio desafío, también mágico y privilegiado de ser felices juntos.
“Con los años, nuestros viñedos necesitan mucho mantenimiento, no solo la planta sino también las terrazas debido a las tormentas y fuertes lluvias. Es un trabajo de mucho sacrificio porque aquí las viñas viven al límite, sobreviven. Las plantas están entre la vida y la muerte, no tienen un suelo fácil pero si un terreno estupendo y un microclima privilegiado”, me explica Fernando con pasión.
Tiene sembrada una amplia gama de uvas; Godello, Treixadura, Albariño y Loureiro como variedades blancas y Mencía, Caiño, Sousón, Garnacha, Brancellao y Merenzao en las tintas. “Desde el inicio la filosofía fue recuperar esas uvas autóctonas que se estaban perdiendo. Fue mi apuesta personal, fuera de las modas. Quería priorizar la calidad y además tener una diferenciación clara con vinos genuinos, protagonistas del suelo y de la región. Y Merenzao fue la primer uva que planté”, me dice.
La viticultura de montaña es caprichosa y como las laderas ondulan con orientaciones y pendientes distintas siguiendo el curso del río Sil, es posible encontrar en el mismo punto dos laderas enfrentadas pero con diferente orientación, es decir, dos temperaturas diferentes, dos climas diferentes. Ese conocimiento del terreno le permite a Fernando aprovechar las diferentes orientaciones y la composición del suelo, para elaborar diferentes vinos cada uno con un perfil único y auténtico. Hoy elabora 18 vinos diferentes, entre blancos y tintos, en calidades jóvenes y crianzas, rosado e incluso uno dulce.
Descubrí su vino de Merenzao en el viaje de conocimiento de los viñedos gallegos que organizó Luis Paadín y la Xunta de Galicia (septiembre de 2018) para los periodistas de la Federación Internacional de Periodistas del Vino (Fijev). Me encantó y la botella que descorché hoy, de la cosecha 2015 fue un deleite. Su nombre Risco, engloba el significado del origen, los riscos (peñascos, acantilados, roca) y la fuerza de las viñas de 30 años que ya están adaptadas y plenamente productivas. Pero no es fácil su cultivo.
Paraje surrealista, pendientes imposibles…Viticultura heroica!
Antonio me explica que “Merenzao es una uva delicada, frágil, de piel fina, que madura temprano y es dulce. No sólo debe defenderse del viento, el exceso de sol, las heladas, el granizo o la humedad, sino también de los pájaros, los zorros y los jabalíes que llegan a comerla. Como es la primera, nos toca estar muy pendientes. Pero es una buena señal, los jabalíes tienen excelente olfato y los animales sólo comen los buenos frutos. Esa “selección natural” es una garantía de la calidad de nuestra uva”, me comenta con seriedad. Y tiene razón. Los animales no van a comprar la fruta en el mercado, la pican en los viñedos!.
En los últimos años la bodega de Fernando y Ana ha crecido y sus vinos premiados internacionalmente en varias ocasiones. Además, ha contribuido a la proyección destacada de la viticultura heroica de Ribeira Sacra y a aumentar el turismo en este enclave seductor y energizante. Adega Algueira ofrece diferentes actividades; catas en la bodega, cruceros en barco a lo largo de los viñedos ribereños y comida tradicional gallega en su restaurante, que espero visitar el año próximo cuando se supere la pandemia del coronavirus y la vida tenga un cauce menos sinuoso que el del río Sil.
Para acercarme a ese momento cociné un arroz salvaje mixto con pollo, aceitunas negras, arvejas y y setas (champiñones) Boletus de la tierra de Castilla. La armonía fue correcta aunque el vino merece por su fragancia, tanino maduro y mineralidad, un plato más fuerte como pato o perdiz, embutidos ahumados o quesos grasos semi añejos. Es elegante, equilibrado y seductor en boca, con notas de fruta madura (ciruela, cereza) y hierbas del bosque, con graduación alcohólica moderada (13%Vol) que pasa 13 meses en barrica de roble francés. Como hecho interesante no se realiza despabilado de la uva sino que los racimos se trituran enteros en barricas de 600 litros antes de los procesos de fermentación y pienso que esto es parte de su carácter y fuerza. Es un vino con carácter y de guarda (le daría otros cinco años más) al que valoré con Excelencia (94 puntos en mi escala) y que corresponde a 17/20 o 95 puntos en la escala de la revista Decanter.
A propósito, el Merenzao de la cosecha 2014 fue catado en octubre de 2017 por un panel de la revista encabezado por mi amigo y experto mundial Oz Clarke que lo eligió como uno de los vinos más emocionantes (“exciting”) del año 2017. Está en venta la añada 2017 y hay que apurarse a comprarla porque se producen apenas entre 4.000 y 5.000 botellas anuales. Agrego finalmente que también me sorprendió gratamente la pureza y sobriedad de la etiqueta -y de todas las de la gama- que contrastan con lo rudo y difícil del terreno en que “sobreviven” sus uvas.
* Sitio oficial de la bodega Algueira: www.adegaalgueira.com