El Gobierno nacional se prepara para atender las emergencias viales provocadas por fenómenos climáticos y desastres naturales, destinando $ 435 mil millones a través del Instituto Nacional de Vías (Invías).
La entidad trabajará de la mano con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) para monitorear las condiciones meteorológicas y tomar decisiones oportunas que garanticen la conectividad en los principales corredores viales del país.
“Tenemos recursos asignados para los siete contratos de Gestión Vial Integral (GVI); son del orden de los $ 435 mil millones que cubren las principales vías nacionales”, explicó Juan Carlos Montenegro, director de Invías.
Monitoreo y decisiones preventivas
Invías basa su estrategia de prevención en los datos históricos y pronósticos del Ideam para identificar las regiones con mayor riesgo de afectaciones por lluvias intensas. Esto les permite anticipar intervenciones y reducir el impacto de deslizamientos, pérdida de banca o crecidas repentinas de ríos que puedan poner en peligro la infraestructura vial.
“A través de las mediciones históricas y los pronósticos del Ideam, tratamos de identificar dónde el incremento de la pluviosidad podría afectar la estructura de las carreteras. El Ideam es un aliado clave que respalda nuestra gestión con información precisa”, resaltó Montenegro.
Adicionalmente, la entidad se apoya en el conocimiento directo del comportamiento de las vías para ubicar los puntos críticos que requieren atención prioritaria. “Esa información nos permite saber en dónde se ha caído la vía, dónde hemos perdido la banca o dónde la escorrentía convierte un pequeño arroyo en un río capaz de arrasar con la carretera”, agregó el director.
Cuando se presentan emergencias, Invías activa los contratos de Gestión Vial Integral, que incluyen personal especializado encargado de hacer inspecciones continuas, limpiar cunetas y alcantarillas, y verificar el estado de puentes y taludes para detectar posibles daños estructurales.
A esta labor se suman las cooperativas de mantenimiento vial, conocidas como ‘Los amarillitos’, que se encargan de mantener despejadas las vías y reportar incidentes en tiempo real. “Estas personas, fácilmente identificables por su uniforme amarillo o naranja, garantizan el flujo normal del agua de escorrentía y nos ayudan a gestionar la maquinaria para atender emergencias.
En lo que va del año, ya hemos resuelto 69 incidentes, entre deslizamientos y pérdidas de banca”, señaló Montenegro.
Corredores críticos
Las emergencias más frecuentes incluyen movimientos en masa, desprendimientos de rocas y socavaciones en los estribos de los puentes debido al aumento del caudal de los ríos. Algunos de los corredores más afectados son Corán-Guaduas (Cundinamarca), Guayepo-Hachí (Caribe colombiano) y Honda-Villeta, donde las condiciones geotécnicas y geológicas suelen generar cierres viales.
En Fresno (Tolima), por ejemplo, el puente de La Libertad enfrenta un proceso de socavación que requiere intervenciones inmediatas. Para estos casos, Invías tiene un contrato activo para la instalación de puentes provisionales o militares, que estarán disponibles entre abril y mayo de este año.
“Estamos preparados para actuar con rapidez y recuperar la movilidad en las vías afectadas, protegiendo la seguridad de los usuarios y garantizando la conectividad en todo el país”, concluyó Montenegro.
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