El presidente Gustavo Petro llegó este jueves hasta el lugar en el que reside el exmandatario de Uruguay José “Pepe” Mujica para entregarle una condecoración por lo que considera el jefe de Estado colombiano es el aporte de este símbolo de la izquierda latinoamericana a los procesos democráticos y de paz en toda la región.
Petro, a través del decreto con el cual se formalizó la entrega de la Cruz de Boyacá a Mujica, aseguró que el exmandatario uruguayo es un símbolo de la resistencia democrática en toda la región y que por lo mismo su labor y su memoria deben ser exaltadas.
En esta ceremonia, realizada en la chacra de Mujica —su residencia en las afueras de Montevideo (capital uruguaya)—, se desplegó una bandera con los colores azul, blanco y rojo que emula la insignia de la guerrilla del M-19, en la que militó Petro, al igual que coincide en los colores de la que era la del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamarus, al cual estuvo vinculado el uruguayo.
El mandatario colombiano llegó hasta la residencia del expresidente uruguayo acompañado del vicecanciller Jorge Rojas y de la directora del Dapre y Jefa de Gabinete, Laura Sarabia.
Mujica, por su parte, estuvo acompañado de su esposa —Lucía Topolansky— y debido a su delicado estado de salud solicitó públicamente que el evento no se demorara, ya que no puede permanecer parado tanto tiempo.
En la parte privada también se tenía previsto el arribo del presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, y —según le contaron a El Espectador fuentes del entorno de Mujica— para este viernes también se tiene previsto que reciba al presidente de Bolivia, Luis Arce.
De hecho, aunque Petro no asistió, en estas últimas 48 horas se está realizando en Montevideo la cumbre de Mercosur, por lo que hay varios mandatarios de la región quienes aprovechando su paso por la ciudad visitan a Mujica.
“La condecoración se la merece Pepe Mujica, que fue Tupamaro y fundador del M-19. (…) Pepe Mujica y nosotros también somos del ejército libertador, emancipador”, dijo el presidente Petro dos días antes de llegar a Uruguay para materializar la entrega de la Cruz de Boyacá.
Foto: Archivo Particular
Además, de acuerdo con esa intervención previa de Petro, Mujica fue también parte del M-19, la guerrilla en la que militó hasta su desarme oficial comenzando la década de los 90. Incluso, recordó que miembros de la organización Tupamaros estuvieron en las filas de la organización ilegal colombiana y, según algunas voces del entorno del jefe de Estado, exmilitantes de ambas guerrillas —ya extintas— aún sobreviven en Uruguay.
Mujica, por su parte, les envió un mensaje a los colombianos. “Que la quieran, que por encima de todo la quieran, que quieran a nuestra América y que tengan un poco de fe en sí mismos, que tenemos que salir del mundo dependiente y ser nosotros. Y si soñamos con la prosperidad depende de nosotros, tenemos que ser más generosos entre nosotros mismos. Y los colombianos tienen el privilegio de haber nacido en uno de los lugares más ricos del planeta. Sería bueno que no adjuren de eso. Y no lo digo por quedar bien. Me quedé impresionado cuando conocí Colombia en varios lugares, en Medellín, en Cartagena, en el Cauca. Me quedé asombrado el tamaño de la caña de azúcar, el tamaño de la selva, la generosidad de la naturaleza, el desafío, la comunicación con los dos mares. Quieran la Colombia, quieran nuestra América”, dijo.
Con este encuentro con Mujica, Petro termina su periplo de dos días por Montevideo, donde también se reunió con el presidente uruguayo saliente, Luis Lacalle Pou, y sostuvo un encuentro con el mandatario entrante, Yamandú Orsi.
