Por Octavio Quintero
El hundimiento de la reforma a la salud por el Senado, no es la más “estruendosa derrota al Presidente Petro”, como está diciendo la oposición”; es una derrota al cambio social a manos del modelo neoliberal que, lastimosamente, siempre encuentra corruptos acorde a sus manipulaciones mentales del momento; en este caso concreto, 9 senadores que se vendieron, o estaban comprados desde antes.
Nadie dijo que el cambio era fácil. Cierto… Las dificultades del sistema sanitario se agravarán, y así lo reconocen los mismos que han hundido la reforma, con la proterva intención de echarle la culpa al Presidente Petro, como vienen diciendo irresponsablemente los Gaviria (César, expresidente, y Alejandro, exministro de Salud), quienes ya hablan de miles y miles de muertos. Antes, presagiaban la hecatombe si se aprobaba la reforma; ahora hablan de la misma porque se hundió. ¡Vivos!: con sello quieren ganar y con cara hacer perder al contrincante.
Pero, no pasarán. Los hechos son tozudos y están mostrando que la crisis sanitaria es sistémica. No por gracia, ni menos por Petro, se han quebrado 130 EPS a lo largo de su aparición con la ley 100 de 1993.
Entre los años 2003 (Uribe) y 2015 (Santos) se liquidaron 102; y durante Duque, 13 más.
¿De dónde quieren colgar el cuento de que es culpa de Petro? Si la Unidad de Pago por Capitación (UPC) está mal liquidada, como alegan hoy, ¿por qué no se corrigió el supuesto error antes?
La tarea ahora es enfrentar esta narrativa perversa con medidas ejecutivas, a la espera que superen los intricados controles selectivos, jurídicos y administrativos, que las altas Cortes y la Procuraduría han montado en defensa del statu quo. Por ejemplo, es escandaloso que la procuradora Cabello inicie presurosa investigación sobre la intervención de Sanitas, mientras calla el probado mal manejo, y supuesta malversación de recursos públicos, por más de 35 billones de pesos, a manos de las EPS, como demostró la misma Contraloría General en reciente informe oficial.
“Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo; puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”: Lincoln. Agreguen: “Lo único constante es el cambio”: Heráclito, hace 2.500 años.
