Por Senén González Vélez
Sobre este tema me he ocupado en varias oportunidades y en años diferentes, apoyando a muchos otros colombianos que lo han hecho, como el doctor Francisco Muñoz, historiador, y un profesional dedicado a estos menesteres de la investigación, autor de varios libros de historia, que tocan la vida de la Independencia de nuestra querida patria, y a las batallas que a través del mar libraron nuestros ancestros y colonizadores, los que finalmente dejaron fallidos los asaltos de los piratas contra Cartagena de indias, y por lo tanto, en el fondo, quedaron sepultados muchos enigmas del pasado, en las profundidades del océano, tantos secretos valiosos, como tesoros, y referentes de la historia.
Revisando las páginas de esta, y recurriendo a la figura de las analogías, el término pirata siguió funcionando en pleno siglo XXI, solo que la indumentaria, que para la época medieval se distinguía por las vestimentas andrajosas, pese a ello, usaban lujosas telas, armas, joyas y con un trapo que solían cubrirse la cabeza, y uno de los ojos tapado con un pegote de tela negra o de cuero.
Todos esos ropajes, eran habidos de forma robada, al asalto a la brava o en el sigilo de la penumbra, como suelen hacer las ratas para comer de las escorias y residuos de alcantarillas.
Lo que no lograron los piratas británicos en aguas de lo que hoy se denomina Islas del Rosario, lo están saqueando ahora delincuentes de cuello blanco
Hoy la modalidad cambio, y adquirió un nombre patético, propio de los cleptómanos o corruptos, que en la lucha de aparecer como honestos, siendo notables y visibles manojos de ladinos deshonestos, sinvergüenzas y cínicos, se les dio el nombre de piratas de la modernidad y el remoquete con el título de: RATAS DE CUELLO BLANCO.
Tiene en sus manos la Honorable Cámara de Representantes, en su “COMISION DE ACUSACIONES” la posibilidad, de además de cumplir con su deber, también lucirse mediante una determinación patriótica, honorable, independiente y justa, para hacer valer la propiedad histórica de la Nación, cumpliendo con la obligación moral de aplicar la ley y enviar a la cárcel, a un grupo numeroso de personajes de altura y grado, que según se comenta, participaron en la sustracción clandestina de los tesoros del GALEON SAN JOSE.
Tengo entendido que el Doctor Francisco Muñoz, está fuera del país, recurriendo a instancias internacionales, porque su lucha, no ha terminado. La sigue librando de manera corajuda y solitaria, en medio del tráfico de influencias que muchas veces atrasaron sus investigaciones, por el miedo de los piratas modernos que fuesen descubiertos.Hoy parece, que el milagro comenzó a verse, mediante la acción investigativa de la Cámara, que ojalá no se altere, con la ya consabida ‘’mermelada para toda la tostada’’, que utilizó un personaje siniestro, comparable con Fouché, e hizo y deshizo y sigue haciendo, y la ley aun no lo toca, como tampoco a los que hoy fueron sus más aplicados alumnos, que repiten la historia en otros niveles del saqueo, del que hoy no se salvaría ni el ARCA DE NOE, porque el de la Nación está más que saqueada
