Por Octavio Quintero
Bueno es recordar hoy, que el próximo sábado, 27.01.24, se conmemora el día internacional de las víctimas del Holocausto, declarado por la ONU en 2005, la misma institución que no ha podido detener el baño de sangre, a cielo abierto, en Gaza, a manos de Netanyahu, quien ha pedido la destitución del secretario general por proponer un alto el fuego humanitario y, últimamente, desafía a su principal socio en esta masacre, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos.
La conmemoración –dice la ONU–, persigue «movilizar a la sociedad civil en pro de la educación y la recordación del Holocausto, a fin de prevenir futuros actos de genocidio». El Día del Holocausto es la manifestación más visible de luchar contra el odio y construir un mundo en el que todos puedan vivir con dignidad y en paz. Por lo visto en Gaza y en Colombia, de paso, y como dice el docto vulgo, “esa platica se perdió”.
Bueno sería, también, que las víctimas del Holocausto extendieran una invitación especial al nuevo Holocausto a manos del premier Netanyahu, que se encumbra a pasar a la historia como digno sucesor de Hitler.
A propósito, Los Informantes, programa dominical de Caracol TV, presentó anoche, 21.01.24, una nota sobre las historias de colombianos impactados por la cruda guerra entre Israel y Hamás. De entrada, dice que Hamás “tiene como misión acabar con el pueblo judío”.
Desafortunada conclusión que desconoce, tal vez adrede, la larga historia del conflicto palestino-israelí. Más, cuando el programa fue seguido de un informe internacional en el portal DW (Deutsche Welle), alemán, donde se revelaba que pasaban de 25.000 los palestinos muertos en Gaza, entre ellos, el 80 % mujeres indefensas y niños/as inocentes.
Dentro del contexto –Los Informantes, titulan–, que después del ataque de Hamás, el 07.10.23, “Israel sacó los dientes y empezó a defenderse”. Bonito derecho a la defensa convertido en un genocidio, no reconocido jurídicamente, pero que de todas maneras, eso sí no lo puede negar nadie, constituye una masacre humana, la mayor vista, después de la 2ª Guerra Mundial.
El mundo está que arde: los puntos calientes de la geopolítica global, parpadean en rojo en Europa (guerra Rusia-Ucrania), en el Mar de China Meridional y en todo el mundo islámico… Y se vislumbra un segundo mandato de Donald Trump en Estados Unidos… “Que Dios nos coja confesados”, como dicen.