Por Antonio Andraus Burgos
La pregunta a voz en cuello es:
¿Por qué Bruce Bochy no ordenó tocar la pelota con Marcus Semien consumiendo su turno, con dos compañeros en la ruta, sin outs, perdiendo el juego por una carrera, en la novena entrada?
Marcus Semien no ha respondido en esta postemporada como primer bate de los Vigilantes. Está bateando 159. Y como abridor, era lo indicado para hacer la jugada.
Semien bateó fuerte línea sobre el campo corto que fue hábilmente engarzada por Grae Kessinger, quien entró al juego momentos antes por el dominicano Jeremy Peña. Si el batazo es imparable, ¡de maravilla!, pero como fue out, enseguida surgió la controversia.
Después de la trifulca por el pelotazo contra el cubano Adolis García por el lanzador dominicano Bryan Abreu, en la octava entrada, donde hubo tres expulsados, incluyendo al estratega de los Astros, Dusty Baker, los ánimos estaban caldeados.
Ryan Preesly ingresó para cerrar el juego después del incidente entre Abreu y Adolis, de modo que el plato estaba servido para tocar la pelota, avanzar los corredores y buscar el empate. Los Vigilantes, primero tenían que empatar el juego y, después, obviamente, buscar el triunfo.
Bochy no ordenó la jugada y, finalmente, los Vigilantes perdieron el juego tras el tablazo de oro del pequeño pero gigante pelotero venezolano, José Altuve, la bujía de los Astros, con dos compañeros en la ruta, en la apertura de la novena entrada, 5 carreras por 4, para tomar ventaja en la final por el título de la Liga Americana, de 3 triunfos frente a 2 derrotas.
Dramático final
Lo de Altuve es un capítulo especial para la historia de él como jugador, de los Astros como equipo y del béisbol de las Grandes Ligas, por todo lo que está haciendo en las postemporadas. Pero eso será en otro capítulo, porque lo que hizo en ese quinto juego frente al lanzador dominicano, José Leclerc, para sacarle del bolsillo el triunfo a los Vigilantes, queda para los anales como uno de los más dramáticos finales de un partido por la final de la Liga Americana.
José Altuve, Astros. Foto MLB
En los dos primeros de esta final ante los Vigilantes en Houston, Altuve se fue en blanco en 8 turnos. En el partido de este viernes por la noche, no había conectado indiscutible alguno en los 4 turnos anteriores. Pero a la hora de nona, se fue para la calle para que los Astros voltearan el tablero y ganaran 5 carreras por 4. Simplemente, ¡sensacional!
¿Se demoró Bochy también en rescatar a Leclerc después del sencillo del emergente dominicano, Yainer Díaz, y de otorgarle la base por bolas al también bateador emergente, Jon Singleton en la novena entrada, dejándolo enfrentarse a Altuve?
El experimentado Bruce Bochy tendrá sus razones técnicas y estratégicas, y la convicción del por qué no decidió rescatar a Leclerc antes de dejarlo lanzar ante Altuve y del por qué no adoptó desarrollar la jugada del toque de bola con Marcus Semien. Y hay que respetarlas. Y aquí las comentamos, pero de ninguna manera, las criticamos.
De visitantes
Bueno, ya se han jugado 5 partidos de la final de la Liga Americana y la ventaja es para los Astros con 3 triunfos y 2 derrotas. Pero lo llamativo de esta final, es que los Astros perdieron sus dos primeros partidos en Houston, pero ganaron los tres encuentros como visitantes en Arlington.
Se dice siempre que cuando se juega en casa, el apoyo de la afición es valioso. Y eso, nadie lo pone en duda. Pero en el caso de los Astros, la cosa es a otro precio.
Dusty Baker y sus muchachos están a una victoria de obtener y conservar la corona de la Liga Americana, y jugarán en el ‘Minute Maid Park’ de Houston, esos dos decisivos partidos ante los Vigilantes.
¿Qué les sucede a los Astros cuando juegan en su casa, que no son amplios ganadores? Explicaciones, muy pocas; porque siempre se ha dicho que cuando juegas en tu patio, es mejor, porque cuentas con el respaldo de tu público, porque conoces muy bien el campo de juego, porque … en fin, porque estás en casa.
Marcus Semien, Rangers. Foto MLB
En la temporada regular, los Astros apenas ganaron 39 partidos de los 81 que jugaron, es decir, que perdieron 42. Pero por el contrario, como visitantes triunfaron en 51 compromisos de los 81 que desarrollaron, lo que a las claras demuestra que es una novena ganadora como visitante.
Los dos juegos de las finales en Houston, los Astros cayeron 2 carreras por 0 y 5 carreras por 4; pero ganaron los tres siguientes en Arlington, 8 carreras por 5; 10 carreras por 3; y 5 carreras por 4, con el jonrón de Altuve.
¿Será que los Astros no ganarán uno de esos dos partidos en el ‘Minute Maid Park’ a jugarse este domingo, y si es necesario, el lunes? ¿Serán los Vigilantes los que se lleven la corona de la liga triunfando, como ya lo hicieron, en los dos compromisos en Houston?
La suerte está echada, pero los partidos hay que jugarlos … ¡Ah!, y desde luego ganarlos …