Por Michael D. ShearBrent McDonald y Hamed Aleaziz
Reportaje desde Washington
En un video de dos minutos y 47 segundos publicado en la cuenta de redes sociales de la Casa Blanca, los marines estadounidenses en aviones V-22 Osprey aterrizan en la frontera sur en medio de nubes de polvo y luego recogen sus rifles M4 mientras el sol se refleja en el muro fronterizo parcialmente terminado del presidente Trump.
El objetivo del video, que tiene el sello de un avance de película de acción, es inconfundible: asegurarse de que los estadounidenses vean, a menudo de manera visceral, que Trump está cumpliendo su promesa de cerrar la frontera y deportar a las personas a las que llama «extranjeros ilegales».
Un video publicado por el Departamento de Defensa el 27 de enero muestra a los marines reforzando el muro fronterizo sur. Imagen Departamento de Defensa de EE. UU.
El video es parte de un esfuerzo expansivo de relaciones públicas, coordinado por altos funcionarios de la Casa Blanca, para producir y distribuir videos, fotografías y otras imágenes que muestran redadas de ICE antes del amanecer, fotos policiales de inmigrantes y vuelos de deportación en aviones militares.
Y aunque las agencias federales distribuyen regularmente comunicados de prensa sobre su trabajo, acompañados de fotos o videos producidos internamente, la campaña de la Casa Blanca de Trump es notable por su enfoque inquebrantable en la inmigración, la pieza central de las campañas presidenciales de Trump y el tema en el corazón de su identidad política.
Pocos esfuerzos como este han sido coordinados tan directamente dentro del Ala Oeste, según personas involucradas en la aplicación de la ley fronteriza durante las últimas décadas.
Karoline Leavitt, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo que el Departamento de Defensa, el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias estaban proporcionando material para el esfuerzo.
“Estamos recibiendo actualizaciones en tiempo real de las agencias del DHS sobre los inmigrantes ilegales que la administración Trump está arrestando, deteniendo y deportando”, dijo Leavitt. “Es un enfoque de todo el gobierno para contar la historia de estas deportaciones”.
En varios hilos de X durante la semana pasada, la Casa Blanca ha publicado fotos de hombres identificados como “ARRESTADOS” por funcionarios de inmigración después de ser acusados o condenados por delitos como violación, asesinato y secuestro. Las fotos de los hombres, junto con sus nombres, fueron formateadas para parecer carteles de búsqueda del Viejo Oeste, con el logotipo oficial de la Casa Blanca en la parte inferior.
Al mostrar las fotografías de los hombres, los altos funcionarios de la Casa Blanca estaban demostrando lo que dicen es una determinación de cumplir con las leyes de inmigración del país. Pero también estaban participando en un ejercicio de nombrar y avergonzar a los inmigrantes que, en algunos casos, aún no habían sido condenados.
Celebridades como el Dr. Phil McGraw, quien se incorporó a los agentes de inmigración durante una redada en Chicago esta semana, se han sumado a los esfuerzos de relaciones públicas. Los sitios de redes sociales como X, propiedad del asesor de Trump, Elon Musk, se han convertido en herramientas de la campaña de relaciones públicas del gobierno.
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El presentador de televisión Phil McGraw, también conocido como «Dr. Phil», se unió al zar fronterizo Tom Homan en una reciente redada de ICE en Chicago. Foto Dr. Phil McGraw, vía X
Los detalles sobre las redadas no se incluyeron en el esfuerzo de relaciones públicas. Los funcionarios de inmigración han dicho que 7.400 personas fueron arrestadas en los primeros nueve días del segundo mandato de Trump. Pero han publicado pocos detalles sobre quiénes son esas personas, de qué se les acusa o a dónde están siendo deportadas, lo que dificulta determinar si el ritmo de arrestos es mayor que en administraciones anteriores.
John Sandweg, quien se desempeñó como director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas durante la presidencia de Barack Obama, dijo que la administración solía enviar comunicados de prensa destacando que la agencia había arrestado a ciertas personas con antecedentes penales. Durante la administración Biden, los funcionarios de seguridad nacional hicieron esfuerzos para publicitar los vuelos de deportación de familias.
“Esto va mucho más allá”, dijo Sandweg sobre el volumen de mensajes de la administración Trump durante los últimos 10 días. “No fue al mismo nivel que la enorme cantidad de atención”.
“Es sorprendente para mí”, dijo.
Sin embargo, no es sorprendente que Trump y sus ayudantes hayan adoptado un enfoque agresivo para los mensajes públicos. Stephen Miller, asesor de seguridad nacional del presidente y arquitecto de su ataque al sistema de inmigración, ha expresado repetidamente su frustración por el hecho de que el gobierno no estuviera haciendo más para dar a conocer su determinación de mantener a los inmigrantes fuera.
En 2020, durante la primera administración Trump, el ICE colocó carteles de “Se busca por el ICE” en Pensilvania, un estado clave, que mostraban los rostros de inmigrantes que habían sido liberados de una cárcel cercana que se negó a trabajar con la agencia. La medida provocó condenas en ese momento, pero los funcionarios de la administración Trump la vieron como una forma de resaltar la falta de ayuda de las llamadas jurisdicciones santuario.
Los nuevos miembros del círculo íntimo de Trump también se han sumado a esta agresiva estrategia de relaciones públicas. El martes por la mañana, Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, publicó un vídeo en el que aparecía vestida con equipo táctico mientras participaba en una redada en la ciudad de Nueva York.
“A las 7 de la mañana en Nueva York”, escribió sobre el vídeo. “Sacando a los canallas de las calles”.
Un elemento central de la campaña de relaciones públicas ha sido la decisión de la Casa Blanca de destacar el papel de los militares en la represión.
En el primer día de Trump en el cargo, asignó al Comando Norte de Estados Unidos la tarea de “sellar las fronteras y mantener la soberanía, la integridad territorial y la seguridad de Estados Unidos repeliendo formas de invasión, incluida la migración masiva ilegal”. También ordenó el despliegue de “suficiente personal a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos para asegurar un control operativo completo”.
En cuestión de días, más de 500 tropas estaban en camino a la frontera con México, y su llegada fue captada por fotógrafos y videógrafos del DHS y del Departamento de Defensa. Poco después, los C-17 de la Fuerza Aérea estaban en el aire, deportando a los migrantes encadenados, que fueron representados en videos del gobierno como prisioneros encadenados. El primer vuelo militar despegó el 23 de enero desde el Aeropuerto Internacional de Tucson en Arizona, con destino a Guatemala.
El 23 de enero, el Departamento de Defensa publicó imágenes de marines cargando a deportados en un avión de carga militar C-17. Foto Departamento de Defensa de EE. UU.
Los funcionarios de la Casa Blanca dijeron que estaban complacidos de que el Departamento de Defensa haya cooperado plenamente para proporcionar a la administración contenido de video que documenta el despliegue fronterizo y los vuelos de deportación. (Según el Departamento de Defensa, sus videos son producidos por oficiales de asuntos públicos militares de carrera, algunos de los cuales también tienen experiencia en filmar para organizaciones de noticias).
“El equipo de comunicaciones de la Casa Blanca está en contacto constante” con el Pentágono, dijo Leavitt esta semana.
Sigue sin estar claro qué harán los marines en la frontera como parte del despliegue dada la Ley Posse Comitatus de 1878, que pone límites a las actividades de los militares en suelo estadounidense. Trump y sus ayudantes han hablado de invocar la Ley de Insurrección de 1807 para permitir a los militares una mayor libertad para actuar, pero hasta ahora no lo han hecho.
Durante el primer mandato de Trump, los miembros militares en servicio activo desempeñaron en gran medida un papel de apoyo en la frontera, no confrontando directamente a los migrantes que intentaban cruzar la frontera. Los críticos del presidente dijeron esta semana que el esfuerzo actual parece más una oportunidad para una foto que una manera seria de aumentar la seguridad en la frontera.
Un oficial de la Marina, que pidió el anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente, dijo que el papel principal de los militares en los primeros días de su presencia en la frontera era soldar alambre de concertina para hacer estacas de ingeniería que luego podrían fijarse al muro fronterizo, con la esperanza de proporcionar algo de disuasión adicional.
Corey Price, el ex jefe de los oficiales que manejan las deportaciones en ICE, dijo que los videos y los medios claramente tenían la intención de enviar un mensaje.
«Mi opinión es que están destacando a ICE y su importante misión de garantizar que el público sepa lo que están haciendo y también adelantarse a cualquier acusación que finalmente se haga contra ICE durante sus operaciones de cumplimiento», dijo Price.
El mensaje parece haber sido recibido, al menos en algunas comunidades en línea.
En respuesta a la campaña de relaciones públicas de la administración Trump, Selena Gómez, la cantante y actriz con 65,5 millones de seguidores en el sitio de redes sociales X, publicó un video de 30 segundos en el que aparecía llorando por el trato que recibía lo que ella llamaba “mi gente” a manos de los agentes de inmigración del gobierno.
La reacción negativa a su video por parte de los partidarios de Trump fue rápida, acusándola de no haber expresado el mismo nivel de preocupación por las víctimas de asesinatos o violaciones cometidas por inmigrantes ilegales que habían sido condenados por esos delitos. En cuestión de horas, había eliminado su video.
Y los esfuerzos de la administración por dar publicidad a sus esfuerzos han continuado. El miércoles por la noche, Miller volvió a publicar un video de agentes de la Patrulla Fronteriza que hacían marchar a una fila de inmigrantes esposados de regreso a México a través del puente Hidalgo desde McAllen, Texas.
Ben Laffin contribuyó con la investigación del video y Jonathan Swan contribuyó con el reportaje
