José A. Morales pionero de la canción protesta

El maestro José Aélejandro Morales

Por Óscar Javier Ferreira Vanegas

José Alejandro Morales, uno de los más prolíficos compositores colombianos, nació el 19 de marzo de 1914. Su primer profesor de música fue el maestro José de Jesús Vargas. Fue, además, uno de los fundadores de la Sociedad de Autores y Compositores, Sayco.

El historiador santandereano Puno Ardila Amaya, dice que el maestro José Alejandro Morales López, nació en la hacienda San Roque, del Socorro, lugar ubicado entre el casco urbano del municipio y la vecina población de Palmas del Socorro. Su señora madre, doña Dolores López, era empleada del reconocido abogado y hacendado socorrano Espíritu Santo Morales, propietario de aquella finca, con quien procreó a José Alejandro. Como este espíritu santo estaba casado, y era muy rezandero, no era conveniente que se conociera la noticia.

Existe otra versión, que nos comentaba su hermano Tulio, quien afirmaba que José nació en Tocaima, Cundinamarca, y que fue registrado con el apellido de su madre Dolores López, y nos mostró copia de la partida de bautismo, cuyo facsímil fue entregado al maestro Jorge Villamil. Muy niño salió de Tocaima, y fue llevado por un sastre hacia Bogotá. (De cierto, José Alejandro ejerció la profesión de sastre y manufacturaba su elegante vestuario). Mi padre lo conoció, como sastre, siendo ya mayor, y me mostró un sitio en la Avenida Caracas con calle 11, diagonal al batallón militar, donde vivió el maestro Morales. En Bogotá se relacionó con Francisco «Pacho» Benavides, conocido intérprete del requinto, y por su asocio al nutrido grupo de músicos que a través de diferentes programas de radio dieron especial realce a la canción nacional. José Morales se dedicó a estudiar y ejecutar el tiple.

Lo cierto es que José A. Morales se sentía socorrano hasta la cepa, y por ello siempre ratificó haber nacido en la ciudad de sus amores, a la que dedicó su «Pueblito Viejo».

Pero la versión de su hija Josefina Morales, con quien hablé este 19 de marzo telefónicamente, nos refiere que su padre nació en El Socorro en 1913, y que su abuelo -padre de José Alejandro-, era Marco Tulio Gutiérrez, su abuela era «Lola», al igual que Dolores López, el eterno amor de José A. Morales y su única esposa. Me ratificó que el maestro tuvo dos hermanos: Luis, y Tulio -el del comentario inicial-.

Comenta Josefina que su padre viajó a Bogotá en 1935, ejerciendo su profesión de sastre, y ella viajó cinco años después con su madre a Bogotá, donde conoció a su padre José Morales, estudió y se casó. Su madre se fue a vivir con su tío Tulio a Fusagasugá.

Dice que no es cierto que ningún «Espíritu Santo» haya sido su abuelo, y que el único espíritu santo es el padre del Señor Jesucristo. 

José Morales compuso en Bogotá en 1935 un tango titulado «Marta», y eran frecuentes las tertulias con otros sastres.

Su primera grabación musical la realizó bajo la dirección del maestro Luis Uribe Bueno, para el sello Sonolux. Nada menos que el bambuco «María Antonia», en las voces de Garzón y Collazos, se convirtió en rotundo éxito. Este hit le abrió las puertas de la disquera, de la que también fue Director de Relaciones Públicas y comentarista radial. Otros vocalistas como Carlos Julio Ramírez, Víctor Hugo Ayala, Berenice Chávez y el dueto Silva y Villalba, se sumaron a la gran lista de intérpretes de sus obras.

Luego vinieron bambucos como «Pueblito viejo» (grabado en 1954) “Campesina santandereana» y «Tiplecito bambuquero», pasillos como «Doña Rosario» y «Camino viejo».

José Alejandro Morales siempre fue un fiel intérprete del sentir popular. El pionero de la canción protesta. «Ayer me echaron del pueblo», ganadora del Primer Festival de la Canción Colombiana, en Villavicencio, allá en 1967.

Su discípulo más avezado fue Jorge Villamil. 

Comentaba Jaime Llano González, que cuando escuchó al dueto «Los Tolimenses» cantar «Espumas», le preguntó quién era el autor de la obra, y Jaime Llano le respondió: «Un médico opita llamado Jorge Villamil». Unos días después se propició el encuentro de los dos maestros, entablándose una gran amistad. Fueron famosas las tertulias bohemias en el apartamento del compositor, en la calle 36, con carrera 13, contiguo a Ecopetrol en Bogotá.

Fue tal la admiración de Villamil por Morales que, si este último compuso «Cenizas al viento», Villamil compuso «Llamarada». Y las temáticas de despecho fueron acogidas por el compositor galeno.

La canción más icónica de José Alejandro Morales, es «Pueblito Viejo», obra con más de quinientas versiones. Al respecto, tengo una anécdota: cuando estuve en Buenos Aires, -camino a Australia donde participé en «The Australian International Song Festival-. El pianista y compositor de la música de «Alfonsina y el Mar», directivo de la Sadaic, me comentó que su canción favorita era «Pueblito Viejo», del maestro Morales, y la ejecutó en el piano del salón de la sociedad autoral argentina.

El 22 de septiembre de 1978, en Bogotá falleció el gran maestro José Alejandro Morales, gloria de nuestra música.

José A. Morales legó a Colombia y el mundo su gran repertorio musical de casi trescientas canciones, entre las que recordamos. Amor Imposible, Mala mujer, María Helena, Luz Alba, Pescador, lucero y río, Campesina Santandereana, Recordar es sufrir, Tiplecito bambuquero, La negra mía, Dende que murió mi negra, Camino Viejo, Prefiero no verte, Señora Bucaramanga, María Antonio, Hiedra de Amor, El corazón de caña, En el silencio, Doña Rosario, Ya se acabaron los machos, Campitos, Pueblito viejo, Socorrito, Bambuquito de mi tierra, Amistad, Invasión de amor, Consigna, Cenizas al viento, Yo también tuve veinte años y Soberbia, entre otras.

Sobre Revista Corrientes 4569 artículos
Directores Orlando Cadavid Correa (Q.E.P.D.) y William Giraldo Ceballos. Exprese sus opiniones o comentarios a través del correo: [email protected]